lunes, 16 de noviembre de 2009

"África puede convertirte en un cínico"


Eduardo Celades

Diariomedico.com
ESPAÑA
Eduardo Celades: "África puede convertirte en un cínico"
En seis años, este médico de primaria ha pasado por siete países subdesarrollados. Y piensa ya en cuál será el octavo. Trabaja con la convicción de que es allí donde más falta hace.


David Page - Martes, 10 de Noviembre de 2009 - Actualizado a las 00:00h.

llaves conceptuales:
1. "Volveré a ejercer en España, pero también con una función de carácter social. Consultas gratuitas para inmigrantes sería una buena labor"
2. "Con el sueldo que se recibe como médico cooperante también se puede pagar una hipoteca; no muy elevada, eso sí"

Sólo tiene 32 años, pero su currículum internacional marea. Primero como voluntario en cortas estancias y luego como profesional contratado por Médicos del Mundo y la Agencia Española de Cooperación Internacional, en los últimos seis años ha ejercido como médico en Mozambique, Mauritania, Kenia, El Salvador, Afganistán, Sierra Leona y, hasta hace sólo unos meses, Guinea Ecuatorial.

Eduardo Celades, joven y solidario médico de primaria, ve que en algún compañero con muchos destinos y muchos años de cooperación a sus espaldas acaba prendiendo el cinismo. "Yo sigo creyendo, y espero que no me pase", dice. Ahora cursa en Liverpool un máster de Salud Pública Internacional. Lo terminará en junio. Y ya espera su próximo destino. Lleva África en las entrañas.

-Estamos acostumbrados a la figura del médico que no sale de la consulta tras conseguir su plaza fija. Pero usted no para.
-Yo no quise entrar en esa rueda. Comencé a estudiar Medicina ya con la idea de trabajar en Latinoamérica o en África. Cuando era MIR empecé a trabajar en países africanos durante mis vacaciones. Ahora es justo al revés; trabajo todo el año fuera y el mes de vacaciones vuelvo a España.

-¿Tan enriquecedor es trabajar en lugares tan degradados?
-Es duro por las condiciones de vida que tengo, por apenas contar con medios diagnósticos y terapéuticos... Pero es mucho más agradecido; todos los pacientes confían ciegamente en ti. Con poco que se haga, el impacto sobre la comunidad es impresionante. Este trabajo engancha.

-¿Con cuánta impotencia vuelve de cada destino?
-A veces se puede hacer poco por un paciente y la frustración es enorme. Poco a poco vas cambiando de mentalidad y pasas de realizar una labor estrictamente clínica a otra de salud pública. Si cada día llegan niños con malaria a la consulta, en vez de sólo curarlos es mejor construir letrinas y pozos de agua potable.

-Sea sincero. ¿Otro mundo es posible?
-Sí, pero hay muchos peros. Harían falta muchos más esfuerzos en crear las condiciones para el cambio: acabar con la corrupción, resolver el problema de la deuda externa, evitar la emigración de los profesionales locales... En cualquier caso, soy optimista; si no, no seguiría trabajando en África. Hay que promover que muchos médicos quieran trabajar allí.

-¿Se le remueven a uno los valores cuando se trabaja en este tipo de lugares?
-África puede convertirte en un cínico. A los médicos que llevan muchos años trabajando allí les pasa; acaban viendo esos destinos como un mero medio de vida, como un trabajo más. Yo sigo creyendo, y espero que no me pase.

-¿Qué tiene África que todo el que va vuelve?
-La convicción de que es donde haces más falta.

-¿Cuál será su próximo destino?
-Aún no lo sé, pero seguro que volveré. Cuando termine el máster de Salud Pública Internacional que curso ahora en Liverpool, hablaré con Médicos del Mundo para encontrar nuevo destino.

-¿Cómo se trabaja con escasez de medios?
-Haciendo diagnósticos casi siempre clínicos. Los laboratorios que instalamos son muy poca cosa. Todo el trabajo es muy empírico.

-¿Se ve en un futuro retirándose de la cooperación internacional?
-Me veo, me veo. No puedes estar toda la vida fuera de tu país. En un tiempo volveré a ejercer en España, pero también con una función de caracter social. Hay muchas cosas que cambiar también aquí. Consultas gratuitas para inmigrantes sería una buena labor.

-¿Qué le diría al médico que jamás se iría de cooperante por temor a un sueldo bajo?
-Con el sueldo de cooperante también se puede pagar una hipoteca; no muy elevada, eso sí.

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