viernes, 13 de noviembre de 2009

Atención primaria, prioridad y compromiso


Opinión. Editorial
JANO.es
Atención primaria, prioridad y compromiso
06 Noviembre 2009


No se quedó en un mero eslogan. Prioridad y compromiso, el epígrafe bajo el que se desarrolló en Zaragoza el 31.º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), cobró real naturaleza a través de un programa científico sólido y, muy especialmente, porque el interés presidió el tono de sesiones en las que se abordaron temas clave tanto para el primer nivel asistencial como para los profesionales que desarrollan su labor en este ámbito.

A modo de resumen cabría señalar el carácter reivindicativo del congreso, consecuencia directa de las prioridades y los compromisos asumidos.

En el terreno de la prevención se presentaron los resultados preliminares de un proyecto de investigación realizado por el Grupo de Actividades Preventivas de SEMERGEN, con la subvención y apoyo del Ministerio de Sanidad y Políticas Sociales, en el que se pone de manifiesto el impacto que algunas de las actividades preventivas llevadas a cabo en la consultas de atención primaria (CAP) tienen en la población, y su efectividad real.

Hasta hace no demasiados años, la actividad fundamental del médico de AP se centraba en la atención curativa o reparadora del individuo enfermo. Sin embargo, hoy día, gracias a los nuevos conceptos y desarrollo de la AP, se está impulsando cada vez más la prevención, lo que permite avanzar en la implantación de actividades preventivas y de promoción de la salud.

La AP, se concluyó, es el ámbito más adecuado para llevarlas a cabo, pero todavía existen grandes obstáculos. Entre ellos, la propia estructura asistencial y organizativa del actual modelo, que muchas veces actúa como verdadero freno.

El problema es que el modelo está basado en estructuras centralizadas, con carteras de servicios de área, que muchas veces vienen determinadas desde las administraciones autonómica o central. Por otra parte, hay que tener en cuenta las circunstancias actuales en las que el médico de familia está cada vez más sobrecargado de actividades asistenciales y, muy especialmente, burocráticas. Por todo ello, “es evidente que mientras no exista una disponibilidad mínima de tiempo y medios, y una racionalización y adecuación de las actividades preventivas a la población, no será posible alcanzar un grado de desarrollo aceptable de este campo”.

SEMERGEN aboga por un modelo de gestión en AP en el que el profesional tenga más capacidad de intervención. El actual,se aseguró, está caduco porque no responde a las necesidades actuales de la población, ni de la Administración, ni de los profesionales.

En relación con la implicación de la atención especializada en una posible reforma del modelo del primer nivel asistencial, se apuntó que, si bien es cierto que el devenir político-administrativo ha fomentado la separación de ambos niveles, los médicos de AP mejoran cada día en cualificación y competencias para intentar resolver las distintas situaciones y coordinar toda la atención sanitaria que recibe el paciente. El nuevo modelo debe responder a dos demandas básicas de los pacientes: mayor accesibilidad y resolución de problemas en tiempo y forma adecuados.

Respecto a los conflictos bioéticos más frecuentes a los que se enfrenta el profesional de la AP, se citaron y fueron objeto de especial atención la demanda de la píldora poscoital, la solicitud de sedación a un paciente terminal en su domicilio, la negativa a seguir un tratamiento, la petición de un certificado médico para un paciente al que el médico no conoce y la solicitud de medicación no justificada.

Los dilemas y retos éticos que se presentan en la consulta cotidiana del médico de familia exigen respuestas rápidas, coherentes y ajustadas al derecho y a la ética. Es necesario concienciar que no siempre se puede hablar de una solución óptima, sino que en ocasiones habrá que adoptar la menos mala para las partes en conflicto.

Entre otro buen número de temas, el congreso vivió la firma del Manifiesto de Zaragoza, que aborda las claves de futuro de los estudios universitarios de medicina de familia. Documento que en uno de sus apartados insiste en la necesidad de valoración de la asistencia a efectos de habilitación y acreditación, que en la actualidad apenas si es considerada y que debe evaluarse en igualdad de condiciones con la docencia, la investigación y la gestión.

En definitiva, esta 31 convocatoria de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria ha supuesto una oportunidad bien aprovechada, de cara a poner sobre la mesa las prioridades y los compromisos asumidos por este componente esencial en la búsqueda de una mejor salud para todos.

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