La productividad de la industria farmacéutica es un 71 por ciento superior a la del conjunto de la economía española

EL MÉDICO INTERACTIVO
ESPAÑA
La productividad de la industria farmacéutica es un 71 por ciento superior a la del conjunto de la economía española

Redacción

El director general de Farmaindustria, Humberto Arnés, recuerda que cada millón de euros de producción farmacéutica genera 2,3 millones adicionales de producción en otros sectores, y que cada millón de euros en I+D farmacéutica genera 2,64 millones de euros de producción en otros sectores económicos


Barcelona 7/9-11-09).- El director general de Farmaindustria, Humberto Arnés, destacó hoy que el farmacéutico es el sector que más interacciona con el sector público investigador, el único sector económico que aumenta su esfuerzo el I+D por encima del crecimiento de su cifra de negocio, y el que emplea a más trabajadores en actividades de I+D (un 12 por ciento del total, mientras que el resto de sectores esta proporción apenas supera el 1 por ciento). Además, recordó que cada millón de euros de producción farmacéutica genera 2,3 millones adicionales de producción en otros sectores, y que cada millón de euros en I+D farmacéutica genera 2,64 millones de euros de producción en otros sectores económicos. La productividad de la industria farmacéutica es de 91.600 euros por empleado, un 71 por ciento más que el conjunto de la economía española, y el valor añadido bruto que genera es de 3.580 millones de euros, un 2,4 por ciento del conjunto de la economía española.

Durante su participación en el III Encuentro del Sector Farmacéutico IESE en Barcelona, Humberto Arnés hizo hincapié en la singularidad e importancia de la actividad que lleva a cabo la industria farmacéutica, en sus altos costes en I+D, su elevado riesgo, fuerte intervención, largos periodos de retorno de la inversión y sometida a una enorme competencia. Actualmente, el sector farmacéutico en España está conformado por más de 250 compañías, que dan empleo directo a más de 40.000 personas (4.800 en I+D) y con un mercado que supera los 14.000 millones de euros.

Otras características de la industria farmacéutica en nuestro país son la importante presencia de compañías internacionales, el peso de las empresas de capital nacional, la implantación de centros de investigación farmacéutica y de plantas productivas, el importante mercado farmacéutico nacional (quinto de Europa y séptimo del mundo) y, sobre todo, el liderazgo del sector en materia de investigación, lo que le convierte en una fuente de riqueza. “Existe, pues, una sólida base sobre la que puede descansar una potente industria farmacéutica”, afirmó.

No obstante, el director general de Farmaindustria reconoció que la industria farmacéutica se encuentra con crecientes dificultades y un entorno cada vez más difícil como consecuencia de que el coste de la I+D se ha duplicado en los últimos años sin que hayan mejorado los tiempos de desarrollo de un fármaco, de que el descubrimiento de nuevas moléculas es cada vez más difícil y las tasas de éxitos son decrecientes, de que la puesta en el mercado es cada vez más compleja y las condiciones de precio y reembolso se endurecen, y que nos encontramos antes un nuevo paradigma científico (revolución genómica) que cambiará buena parte de las reglas.

Asimismo, se refirió a que algunas políticas de las Administraciones Públicas constituyen a corto y medio plazo serias amenazas para el sector farmacéutico en España, que tiene que hacer frente a un periodo de protección de las patentes inferior al de la Unión Europea, lo que provoca la entrada temprana de genéricos; a diferentes regulaciones de las comunidades autónomas, que amenazan con fragmentar el mercado; o a la introducción de medidas farmacoeconómicas para fijar precio o condiciones de reembolso de los medicamentos.

“A diferencia de periodos anteriores, para hacer frente a estas amenazas, aprovechar sus fortalezas y justificar sus demandas, la industria farmacéutica ha apostado por una estrategia proactiva con la Administración y con la sociedad”, aseveró Humberto Arnés, quien insistió en que la industria farmacéutica constituye una oportunidad estratégica para convertirse en un motor de desarrollo económico y social; en que es líder en muchos indicadores de I+D, pero su situación podría ser mucho mejor; en que la elasticidad de la I+D a la generación de ingresos en España es muy superior a la de otros países europeos; y en que la aportación real de la industria farmacéutica es mucho más importante de lo que sugiere su peso en la economía.

Además, resaltó que la cobertura farmacéutica y sanitaria española tiene uno de los costes más bajos de Europa, y que si España gastara en Sanidad la media de la UE, el gasto farmacéutico sólo representaría un 14,7 por ciento del gasto sanitario, en lugar del 21,7 por ciento.

Finalmente, se refirió a la necesidad que tiene nuestro país de construir y consolidar actividades económicas de valor añadido, basadas en la nueva economía del conocimiento, y aseguró que de los sectores intensivos en investigación y tecnología, las industrias de la salud y, dentro de ellas, la industria del medicamento, son candidatos ideales para esta estrategia. “El medicamento innovador presenta oportunidades y ventajas competitivas únicas en España”, apostilló.