martes, 20 de abril de 2010

Hay aborto libre, no hasta la semana 12 sino hasta la 22 - DiarioMedico.com


José María Lailla José María Lailla, vicepresidente de la SEGO. (José Luis Pindado)

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ESPAÑA
está CONTRA LA LEY QUE SE APLICARÁ EN JULIO
Hay aborto libre, no hasta la semana 12 sino hasta la 22
El II Congreso de la Profesión Médica dedicó un módulo deontológico para analizar el nuevo marco legal que afectará a los profesionales con la inminente entrada en vigor de la ley del aborto. José María Lailla, vicepresidente de la SEGO ha hecho una dura crítica al texto normativo.


Marta Esteban - Martes, 20 de Abril de 2010 - Actualizado a las 00:00h.


Aborto, eutanasia, cuidados paliativos y dispensación de la píldora del día después fueron los temas que se abordaron en el bloque sobre deontología durante el II Congreso de la Profesión Médica el pasado fin de semana en Madrid.

José María Lailla, vicepresidente de la Sociedad Española de Ginecológia y Obstetricia, criticó duramente la regulación del aborto y el hecho de que ningún partido político solicitase la opinión de la SEGO durante la tramitación de la norma.

Lailla sostiene que la norma "no da sensación de seguridad al médico" y supone la instauración de una "ley de plazos no declarada hasta la semana 22 de gestación".

Así, uno de los puntos más controvertidos es la posibilidad de interrupción del embarazo antes de la 22 semana de gestación cuando concurra grave riesgo para la vida o la salud de la embarazada, en cuyo caso bastará con el informe de un especialista. Lailla afirma que este requisito supone la existencia del "aborto libre hasta la semana 22 de embarazo".

Además, la ley permite interrumpir la gestación cuando exista un malformación grave del feto. Pero, "¿qué se entiende por malformación grave?. Hay casos claros, pero hay malformaciones que pueden ser corregidas posteriormente". Por eso es necesario "establecer unos límites". Por ejemplo, Lailla aclara que en países como Francia esos supuestos se valoran previamente en un comité de ética asistencial.

El vicepresidente de la SEGO sostiene que la norma incluye conceptos que no están bien delimitados. Por ejemplo, el inicio de la vida. "Científicamente hay argumentos para identificar la vida desde el momento de la concepción. Sin embargo, aun teniendo en cuenta las corrientes que establecen el inicio de la vida a las 6 ó 7 semanas de gestación, estos plazos está muy por debajo de las 12 semanas de aborto libre que fija la ley".

Desde la SEGO también se critica el proceso de información a la mujer que establece la norma y que "no se cumple entregando un consentimiento informado en un sobre cerrado". Lailla afirma que el asesoramiento a la embarazada debe ser "personal y ha de realizarse por personal cualificado".

Un derecho inexistente
Por su parte, Joan Monés, vocal de la Comisión Central de Deontología de la Organización Médica Colegial, recuerda que "debe acabarse con la irregularidad de los informes médicos que avalan que el embarazo supone un riesgo para la mujer". La nueva norma constituye un cambio sustancial y tendrá mucha fuerza al tratarse de una norma orgánica, pues "hablamos de un derecho al aborto y de una ley que quita de la mujer la mala conciencia". Según Monés, "se puede admitir una ley que despenalice el aborto, pero no una norma que convierta la interrupción del embarazo en un derecho". El aborto es "la última opción y puede provocar trastornos físicos y psicológicos que la mujer tiene que conocer". Monés recuerda que la "ética es contraria a la interrupción voluntaria del embarazo".

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