miércoles, 26 de mayo de 2010

El curioso caso de la blogosfera sanitaria :: Diariomedico.com :: ESPAÑA

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YA HAY 300 BLOGS DE ESTE TIPO EN ESPAÑA
El curioso caso de la blogosfera sanitaria

Ante la próxima celebración del I Congreso de la Blogosfera Sanitaria los autores reflexionan sobre la evolución de este fenómeno y su función no sólo como comunidad sino también como herramienta de comunicación.


FERNANDO COMAS / ENRIQUE GAVILÁN /NICOLÁS VILLAR /RAFAEL BRAVO - Miércoles, 26 de Mayo de 2010 - Actualizado a las 00:00h.

El 14 de junio se celebrará en Madrid el I Congreso de la Blogosfera Sanitaria, organizado por la Fundación Gaspar Casal y tres blogueros independientes. Los ajenos a este mundo se habrán sentido confundidos e intrigados: ¿Qué es la blogosfera sanitaria? ¿Existe? ¿Un congreso presencial para una comunidad virtual?

La explosión blogosférica mundial ocurrió entre 2003 y 2006. El número de blogs se duplicaba cada pocos meses. Crecían y se diversificaban los temas y formatos, al tiempo que aumentaba su poder de influencia. El fenómeno adquirió tal proporción que muchos autores atisbaban que se estaba instituyendo una variante incipiente de poder. Sin embargo, poco a poco se fue viendo que en parte se trataba de una nueva burbuja. De hecho, de la euforia se pasó en breve al fatalismo: "la blogosfera ha muerto". Pero lejos de decrecer, el conjunto universal de bitácoras se ha ido sirviendo de nuevas incorporaciones tecnológicas de la era 2.0 para compartir y contar cosas.

Mientras esto pasaba en el mundo, en nuestro país, como siempre, nos incorporamos tarde a la corriente, y más aún en el mundo sanitario. Pocos blogs, desperdigados, inconexos y un tanto inestables fueron dando paso a otros más potentes e interrelacionados entre sí. El número de lectores, seguidores y comentaristas fue también creciendo y esto comenzó a atraer la curiosidad de compañías e instituciones. Pronto surgió la primera gran plataforma médica bloggera (MedicaBlogs), a la que se fueron sumando otras (proyecto Nets, de la Fundación Gaspar Casal), al tiempo que el número de bloggers independientes seguía aumentando y con ello su difusión. Quizá el primer intento serio de inventariar nuestra existencia y de categorizar el fenómeno vino de la mano del acuñamiento del término de blogosfera sanitaria por parte de e-RAS. Ahora el fenómeno está desbordado: cada semana aparecen nuevos blogs, de temas cada vez más especializados, con una marcada tendencia a agruparse en áreas de afinidad (estudiantes, médicos de familia, enfermeras, documentalistas, etc.). Según la recopilación reciente de Aitor Guitarte (Somos Medicina) hay 300 blogs sanitarios en España. Ahora bien, ¿existe la blogosfera sanitaria como comunidad global?

Podríamos identificar algunas características comunes en los componentes de la blogosfera sanitaria. Sin embargo, quizá no sean ni tan determinantes ni tan comunes ni tan generalizables a todos los bloggers como para considerar que existe como tal una única blogosfera sanitaria.

Parece claro que todos buscamos ir más allá de la noticia, aportando detalles y análisis críticos a los problemas que acechan a la sanidad española. Precisamente es la independencia (en cuanto a ausencia en la mayoría de los casos de relaciones estables y formales con instituciones y organizaciones) en las formas y en los contenidos, y estar en contacto con el mundo real, lo que hace que los discursos sean compartidos por cada día más profesionales, e incluso cada vez más por los ciudadanos. Sin embargo, no todos están de acuerdo. Recientemente un célebre periodista, Gay Talase, aseveraba que "los blogueros son demasiado vagos para dejar de mirar sus ordenadores; siempre hará falta un buen periodista que mueva el culo y salga a la calle a escuchar a la gente, a mirar el mundo real, y a escribir sobre él". Aunque la labor del periodista sigue siendo importante, la del blogger no debe menospreciarse: salimos, escuchamos, miramos, escribimos y mover...lo movemos.

Pero la credibilidad no viene sola, sino de la mano de la responsabilidad y de la transparencia, aspectos en los que nos conviene profundizar. Conjugar adecuadamente ambos compromisos con la frescura y el vigor de los blogs es uno de los retos del futuro. Asimismo, otra asignatura pendiente es la difusión. Crear alianzas informales con los medios clásicos de comunicación y establecer vínculos o incluso verdaderas comunidades virtuales (al estilo de la ya clásica campaña bloggera Gripe y Calma) podrían aumentar nuestra visibilidad y nuestra potencial influencia.

Cuando las cosas avanzan demasiado deprisa conviene detenerse un poco para ver qué está ocurriendo realmente. Para ello, nada mejor que verse las caras, debatir y compartir las experiencias. Es necesario analizar e investigar qué es éste fenómeno, para qué puede servir, por qué surge y cómo puede sobrevivir a la avalancha tecnológica. Y ha llegado el momento de hacerlo. El tiempo nos dirá si la blogosfera sanitaria es una moda pasajera o si ha venido para quedarse.

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