miércoles, 23 de junio de 2010

Contar con marcadores predictivos de eficacia y toxicidad permitiría que en 20 años la esperanza de vida de los pacientes se igualase a la del resto


EL MÉDICO INTERACTIVO
ESPAÑA
Contar con marcadores predictivos de eficacia y toxicidad permitiría que en 20 años la esperanza de vida de los pacientes se igualase a la del resto de la población

Redacción

Así lo ha señalado el profesor Eduardo Díaz-Rubio en la Real Academia Nacional de Medicina, en la que ha incidido en el reto que supone la atención de los pacientes que sobreviven al cáncer



Madrid (23-6-2010).- “Hoy los pacientes con cáncer viven un poquito más que hace dos años, algo más que hace cinco y bastante más que hace diez. De seguir este ritmo, en 15-20 años su esperanza de vida podría igualarse a la del resto de la población, siempre y cuando contemos con marcadores predictivos de eficacia y toxicidad que hagan posible una Medicina individualizada”. Así lo ha señalado el profesor Eduardo Díaz-Rubio, jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, durante una conferencia en la Real Academia Nacional de Medicina (RANM) para analizar ‘El reto de la supervivencia en cáncer en el adulto desde la perspectiva del clínico’.

El cáncer es un problema de salud pública, la segunda causa de muerte en la población española después de las enfermedades cardiovasculares. “Se estima que uno de cada tres españoles sufrirá la enfermedad a lo largo de su vida. La parte buena es que la supervivencia a cinco años en nuestro país se sitúa en un 61.5 por ciento, superando a la media europea, que está en un 56 por ciento”, según datos del programa EUROCARE, ha explicado el especialista.

Según el profesor Eduardo Díaz-Rubio, “en la actualidad uno de los grandes retos de la oncología es la atención a los pacientes que sobreviven a la enfermedad, los largos supervivientes. De hecho el colapso que viven nuestras consultas en los servicios de Oncología Médica se debe en gran medida a este fenómeno”.

Este experto recuerda que la Estrategia Nacional del Cáncer recoge entre los estándares de calidad de vida facilitar la atención necesaria a los pacientes y a sus familiares a lo largo de las distintas fases de la enfermedad. Asimismo, se destaca que se debe garantizar el tratamiento de las secuelas y efectos secundarios, la atención psicológica y al entorno familiar y social, la rehabilitación física y el mantenimiento de recursos sociales, laborales y económicos.

“Es indudable que para poder cumplir estos compromisos es preciso adecuar nuestras estructuras y contar con los recursos necesarios, además de colaborar con los distintos niveles de la atención sanitaria, y, sobre todo, con una implicación absoluta de los médicos de familia. Sólo así se podrá atender esta importante demanda. Sin embargo, la inversión económica tanto en investigación como en la asistencia a estos pacientes sigue siendo insuficiente”, ha dicho.

Desarrollo de fármacos

En el tratamiento del cáncer, la cirugía sigue siendo el arma más eficaz y la base del tratamiento oncológico en la mayoría de los casos. La radioterapia también ha supuesto un avance extraordinario, sobre todo cuando los tumores están localizados.

“Sin embargo”, explicó el profesor Díaz-Rubio, “no se espera que se produzcan grandes avances en los próximos años. En cuanto a los tratamientos farmacológicos, se nos presenta un futuro alentador gracias a la moderna quimioterapia y a la generación de nuevas dianas terapéuticas a través de la Biología Molecular. Por lo que en esta nueva era esperamos que se produzcan cambios importantes en el tratamiento del cáncer. Se puede decir que la gran alternativa es la Oncofarmacogenética”.

Actualmente se están desarrollando marcadores moleculares predictivos que permitirán en un futuro aproximarnos a un tratamiento del cáncer, si no individualizado, al menos por grupos de pacientes. Según afirmó este experto, “en lo que se refiere a las nuevas dianas en el tratamiento del cáncer, es preciso hacer un gran esfuerzo para desarrollar marcadores predictivos de eficacia y de toxicidad. Lo que es imprescindible para llevar a cabo una Medicina individualizada que determine que sólo tratemos a los pacientes que se benefician de una u otra terapia, evitando efectos secundarios indeseables”.

El profesor Eduardo Díaz-Rubio concluyó su conferencia subrayando que para progresar en la supervivencia del cáncer es preciso trabajar tanto la prevención primaria como secundaria, a través del consejo genético y el diagnóstico precoz, además de contar con tratamientos cada vez más eficaces.

“Lo que es cierto es que aunque el cáncer es connatural con la división celular, se puede soñar con un mundo sin cáncer. Tenemos el ejemplo de las vacunas que se han desarrollado frente al cáncer de cérvix y otros tumores asociados al Virus del Papiloma Humano. Esto abre una ventana a la esperanza de vivir en mundo idílico en el que esta enfermedad estuviera superada”.

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