lunes, 21 de junio de 2010

El 15% del presupuesto sanitario está relacionado con el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades desencadenadas por el consumo de tabaco

EL MÉDICO INTERACTIVO
ESPAÑA
El 15 por ciento del presupuesto sanitario está relacionado con el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades desencadenadas por el consumo de tabaco, según el CNPT

Redacción

El Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo calcula que hay no menos de 29 problemas de salud asociados a dicha práctica, aunque el grueso del gasto se lo llevan cinco: enfermedad coronaria, EPOC, trastornos cerebrovasculares, asma y cáncer de pulmón



Madrid (22-6-10).- De los casi 100.000 millones de euros de presupuesto sanitario anual, sumado el público y el privado, en torno al 15 por ciento está relacionado con el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco.

El número de dolencias que acechan a los fumadores ex muy extenso. El Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), que agrupa miles de profesionales sanitarios vinculados directamente en la lucha contra esta adicción, calcula que hay no menos de 29 problemas de salud asociados a dicha práctica, aunque el grueso del gasto se lo llevan cinco.

Por orden cuantitativo, el tipo de patología que se sitúa en primer lugar es la enfermedad coronaria, cuyo coste sanitario el pasado año ascendió a más de 3.600 millones de euros. La sigue a continuación la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), con casi 3.000 millones de euros, y a mayor distancia, los trastornos cerebrovasculares (710 millones), el asma (267) y el cáncer de pulmón (163).

Esas cifras, unidas a las que suman el resto de cuadros clínicos asociados al tabaco, arrojaron un balance de 15.336 millones de euros de gasto en 2009. Y eso no es todo, puesto que ese dato no incluye los 530 millones que se estima provocó el tabaquismo pasivo.

El CNPT hace públicos estos números, que cuentan con el aval de rigurosos estudios efectuados por expertos en economía de la salud, como el mejor modo de contrarrestar aquellas perspectivas que desde el lado de quienes se oponen a la reforma de la actual Ley del Tabaco, enfatizan los perjuicios que ello supondría para la economía nacional.

“Vivimos impresionados por la crisis económica y cualquier comentario que se haga al respecto llega directo a los políticos y ciudadanos. De ahí que las críticas se canalicen por esa vía. Pues muy bien, si hay que debatir en ese terreno, hagámoslo, pero con todas las consecuencias, lo que quiere decir que no se puede obviar el elevado coste que conlleva el tabaquismo”, comenta el vicepresidente y portavoz del CNPT, Rodrigo Córdoba.

El criterio de esta entidad, que actualmente representa a más de 40 sociedades científicas y asociaciones profesionales del ámbito sanitario, es que los temores expresados por los hosteleros en relación con eventuales pérdidas en la cuentas de resultados, y su traslación a un menor empleo en el sector, no están demostrados, a juzgar por lo que viene ocurriendo en otros países con leyes similares a la que podría imponerse pronto en España. En cambio, los gastos sanitarios y sociales sí son fácilmente evaluables, pues basta con reparar en el registro de actuaciones sanitarias llevada a cabo, inferir su grado de vinculación con el consumo de tabaco y, acto seguido, ponderar el coste total.

Por lo demás, las estimaciones que hacen para España son muy parecidas a las que se barajan en el conjunto de la Unión Europea. En concreto, la oficina estadística (Eurostat) comunitaria calcula que el gasto sanitario y social del tabaco supone el 1,7 por ciento del PIB, aunque en el CNPT van más allá al creer, por lo que hace a España, que tal porcentaje podría superar el 2 por ciento si se computan todos los costes económicos emparentados con el hábito de fumar.

De hecho, recuerda que pese a haberse reducido desde la aprobación de la actual ley, los costes que genera el tabaco en las empresas públicas y privadas superan los 7.500 millones de euros. Sería el reflejo de variables como el mayor absentismo laboral de los fumadores por causas de salud, la menor productividad en que se traducen las ausencias para satisfacer la adicción o la factura adicional que conlleva la limpieza y conservación de las instalaciones (esto último incide especialmente en el sector de la hostelería).

La conclusión a la que llega el CNPT es que las medidas de prevención y control del tabaco no solamente generan mejoras en el nivel de salud, sino que también suponen un ahorro de costes para todos los contribuyentes.

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