miércoles, 2 de junio de 2010

Investigación 'from bench to... nowhere' - DiarioMedico.com

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ESPAÑA
NO HABRÁ INVESTIGACIÓN TRASLACIONAL SI NO SE IMPLICA EN EL PROCESO AL SECTOR EMPRESARIAL
Investigación 'from bench to... nowhere'
La investigación traslacional suele entenderse como el proceso de llevar las innovaciones desde el laboratorio hasta la cama del enfermo. Sin embargo, a juicio del autor, para que este proceso pueda completarse satisfactoriamente es necesario implicar no sólo a centros de investigación y hospitales, sino que hay que dar cabida a las empresas.


Emilià Ppla - Miércoles, 2 de Junio de 2010 - Actualizado a las 00:00h.

Todos hemos oído muchas veces definir la investigación traslacional como la que va del paciente al laboratorio y vuelve a éste en forma de mejores soluciones. La expresión en inglés es tal vez la más popular, comprimiendo el concepto -con la proverbial precisión del experto en comunicación de masas- en un resumen ejecutivo de sólo tres palabras: from bench to bedside, del laboratorio al hospital. Como buen eslogan, tiene gancho, funciona.

Las empresas no están en la definición, no aparecen en ninguna parte, pero sin ellas no hay investigación traslacional

Ciertamente, las ideas en un centro de investigación sanitario circulan libremente entre profesionales asistenciales e investigadores, dando lugar a un buen sistema de innovación que consigue muchas pequeñas mejoras cada día y algunas grandes victorias de vez en cuando. Pero esto no es toda la historia, ni mucho menos. La concisa descripción incurre en una omisión grave: se salta todos los pasos intermedios. Se queda corta.

Ignora que los resultados de la investigación biomédica están lejos de poder aplicarse directamente a nadie. El camino al paciente es mucho más largo. Antes de llegar hay que desarrollar la tecnología, invertir en ella, guiarla a través de todo el proceso regulatorio, añadir más datos y estudios y, si todo va bien, producir y distribuir el producto. De lo contrario, nunca llegará a la práctica clínica ni servirá para curar a nadie, y habremos conseguido un gran ejemplo de from bench to… nowhere, del laboratorio a… ninguna parte. Es cierto que los centros de investigación biomédica deben avanzar en el camino de la innovación y validar sus resultados con suficientes datos para ofrecer una prueba de concepto. Sin duda esto es necesario en la cadena que conecta la investigación con el paciente. Por eso los centros están invirtiendo en biobancos, en redes de investigación clínica, en estudios epidemiológicos y en el resto de herramientas de que disponemos en nuestro entorno para contrastar y validar los resultados, reducir su riesgo y aumentar su valor.

Pero esto no basta. Una vez demostrada la validez de un concepto, empieza el trabajo de generar grandes volúmenes de datos adicionales, ampliar los estudios clínicos, perfeccionar la tecnología, conseguir financiación y desde luego llevar el producto al mercado. Los centros de investigación biomédica no pueden ni saben hacerlo. Los hospitales por supuesto tampoco. Entonces, ¿quién?

La Cenicienta de esta historia son las empresas. No están en la definición, no aparecen en ninguna parte, pero sin empresas no hay investigación traslacional. La investigación traslacional necesita las empresas para salvar la distancia entre el bench y el bedside. Necesita emprendedores, inversores y mucha interacción. Necesita la complicidad y la proximidad, también física, entre los tres agentes. Necesita que dejemos de pensar en las empresas como un mal menor y entendamos que sin su trabajo, el nuestro carece de sentido. Y viceversa. Sin empresas no hay innovación, y eso es cierto también en el ámbito de la salud y la investigación.

Es cierto que la investigación ofrece explicaciones para los problemas y nuevas ideas generadas en la práctica asistencial, y viceversa. Pero no es justo -y quizás es irresponsable- dejar fuera de la foto a la empresa. Hay demasiado recelo a la actividad empresarial por parte del sector público y, en consecuencia, faltan entornos donde la actividad empresarial y la investigación pública realmente compartan retos y ambiciones. Proyectos como el Biopol'H de Hospitalet de Llobregat van en esta dirección. Debería haber más. La investigación traslacional es un gran reto para nuestro sistema de salud. Seamos justos al definirla y no olvidemos que sólo si se cuenta con la implicación del sector empresarial puede hacerse realidad.

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