martes, 8 de junio de 2010

La iniciativa Bacteriemia Zero consigue sus objetivos según los primeros datos preliminares :: EL MÉDICO INTERACTIVO :: ESPAÑA


La iniciativa Bacteriemia Zero consigue sus objetivos según los primeros datos preliminares

Silvia C.Carpallo

El proyecto, sobre el que se habló dentro del marco del V Congreso Internacional de Seguridad del Paciente, ha alcanzado su objetivo de rebajar a menos de 4 los episodios de bacteriemias relacionadas con catéteres venosos centrales por cada mil días de ingreso



Madrid (9-6-10).- El proyecto Bacteriemia Zero, como parte del compromiso de la Seguridad del Paciente por parte del SNS, comenzó en 2008 y este es su último mes de recogida de resultados. Se trata de un programa de prevención de bacteriemias relacionadas con catéteres venosos centrales en las Unidades de Cuidados Intensivos en el que se hayan involucradas todas las Comunidades Autónomas. Aunque aun queda trabajo de análisis y valoración de resultados, algunos de los expertos involucrados en este proyecto expusieron, durante el V Congreso Internacional de Seguridad del Paciente, algunos de los datos preliminares.

Sin duda lo más relevante es que este proyecto ha conseguido alcanzar su principal objetivo, que era reducir la tasa de bacteriemias relacionadas con catéteres venosos centrales (CVC), que en España de media oscilada entre los 5 y los 7,9 episodios por cada 1000 días de CVC, y que ha conseguido rebajarse en casi todas las Comunidades Autónomas a menos de 4.

Los tres hitos más destacables de esta iniciativa, según citaba Yolanda Agras, consejera técnica de la Agencia de Calidad del Sistema Nacional de Salud, eran la alta implicación de los profesionales en el proyecto, el cambio en la cultura de seguridad de la UCI, y el ejemplo de buenas prácticas que es totalmente trasladable a otros servicios.

Tras esta aclaración, Mercedes Palomar, representante de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC), gran impulsora de esta estrategia, iniciaba su conferencia apuntando que “la promoción de la utilización de grandes paquetes de medias en la prevención de las infecciones que comprenden las bacteriemias ha sido un punto clave, un punto de inflexión en como abordamos las complicaciones que se nos presentan”.

Dichas complicaciones, se veían más concretamente especificadas en datos como el 9 por ciento de mortalidad atribuible a la infección relacionada con los catéteres venosos centrales, lo que suponía entre 400 y 600 muertes al año por esta causa. El proyecto Bacteriemia Zero se ha basado por tanto en agrupar datos, tanto nacionales como a nivel autonómico, en unidades de cuidados intensivos, analizando más de 500.000 días de catéteres venosos centrales y con más de 600.000 días de estancia . Con los datos recogidos desde enero de 2009 a abril de 2010, Mercedes Palomar afirmaba, que tras la iniciativa el número de defunciones había disminuido en 98. La Dra. Palomar añadía que “sólo una comunidad autónoma de las participantes no ha logrado el objetivo, pero sus datos están mejorando y creemos que lo hará en el futuro”.

En la misma línea, Celia Díaz Tobajas, supervisora del servicio de Medicina Intensiva del Hospital Yagüe de Burgos, ejemplificaba el desarrollo de este proyecto en su propio hospital. “Bacteriemia Zero no es un proyecto de investigación, si no un proyecto de mejora, no termina ahora”, puntualizaba Celia Díaz. Para la enfermera el punto clave pasa por sensibilizar a los propios profesionales de que las infecciones relacionadas de la asistencia sanitaria (IRAS), más concretamente en este caso relacionadas con el material de la UCI, aumentan la mortalidad, las estancias y el gasto. Igualmente, y por este hecho, se mostró especialmente insistente con la necesidad de crear equipos de trabajo, de difundir la información y de la importancia de que existan unos coordinadores de estos grupos de trabajos dedicados a la seguridad del paciente.

Expuso este modelo de trabajo en dos líneas principales de acción. En primer lugar la aplicación de medidas sencillas como la higiene de manos, el uso de medidas de barrera, la desinfección con clorhexidina, evitar las vías femorales, el manejo higiénico de catéteres y apósitos y la retirada las vías innecesarias. En segundo lugar, Celia Díaz explicaba como existían otros procedimientos de control, como era rellenar el Check-List en el momento de cada inserción, y la comunicación de los objetivos diarios entre el personal sanitario. Ante esta acción, añadía lo importante que es “el feed-back, que la información fluya por toda la unidad”.

Experiencias españolas ante la resistencia antimicrobiana
En relación a la experiencia española en la lucha contra la RAM (resistencia antimicrobiana) otros dos ponentes de la Comunidad Valenciana exponían las experiencias realizadas en sus provincias el respecto. Jesús Aranaz, perteneciente a la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (SEMPSPH), explicaba cuales debían ser las medidas fundamentales dentro de los centros de mayores o de atención a pacientes crónicos de larga estancia. Algunas de estas eran la detección del estadio de portador en los pacientes seleccionados y descolonizados, el uso de la antibioticoterapia y la adhesión al programa de higiene de manos.

Por otra parte, Gregorio Gómez, director de Asistencia Sanitaria de Zona de la Generalitat Valenciana, insistía en lo que pueden aportar los sistemas de información a este respecto. De esta manera ponía de manifiesto como estos ayudaban a recoger resultados microbiológicos para su almacenamiento y análisis de todo un conjunto de hospitales, como ayudaban a detectar en tiempo real la circulación de agentes o los brotes epidémicos, así como ayudaban, entre otros ejemplos, a definir patrones de resistencia.

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