lunes, 19 de julio de 2010

La epidemia de VIH, una emergencia congelada por la crisis económica - DiarioMedico.com


En Malaui, distrito de Thyolo, pacientes en tratamiento para el sida reciben una sesión de información sobre el tratamiento. (1 de 2)
En Malaui, distrito de Thyolo, pacientes en tratamiento para el sida reciben una sesión de información sobre el tratamiento. (MSF)

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ESPAÑA
SE PARALIZAN Y RECORTAN LAS AYUDAS INTERNACIONALES DEL TRATAMIENTO ANTIRRETROVIRAL
La epidemia de VIH, una emergencia congelada por la crisis económica
Médicos Sin Fronteras (MSF) ha hecho público un informe en el que analiza cómo los recortes presupuestarios, iniciados por los grandes financiadores internacionales para la lucha contra el VIH, tendrán consecuencias devastadoras en ocho países de África subsahariana, donde la epidemia de la infección sigue siendo una emergencia a la orden del día.


Isabel Gallardo Ponce - Lunes, 19 de Julio de 2010 - Actualizado a las 00:00h.

Con motivo de la Conferencia Internacional del Sida, que comenzó ayer en Viena, Médicos Sin Fronteras (MSF) ha presentado el informe No es momento de rendirse: crisis en la financiación de la lucha contra el sida en África, basándose en un estudio que ha realizado en Malaui, Mozambique, Zimbabue, Sudáfrica, Lesoto, Kenia, Uganda y República Democrática del Congo (RDC), donde la ONG dispensa atención y tratamiento para el VIH.

Las conclusiones del informe no auguran un buen futuro para los millones de personas infectadas por el virus en los países en desarrollo, ya que los estados y entidades financiadoras están abandonando sus compromisos para la lucha contra la epidemia.

Según Paula Farias, presidente de MSF España, esto está ocurriendo en un momento en el que la Organización Mundial de la Salud ha establecido unos nuevos protocolos para comenzar el tratamiento de manera precoz cuando los niveles de CD4 son más elevados. "Así los estándares de los países con pocos recursos se acercan a los desarrollados. A finales de 2008 había 4 millones de personas en terapia con antirretrovirales, más o menos la mitad de los que necesitaban tratamiento urgente para sobrevivir". Los nuevos protocolos elevan las cifras de personas que no reciben tratamiento, y que deberían hacerlo inmediatamente, a 9 millones.

Los principales patrocinadores de la lucha contra el sida -que ha sido lenta pero que está avanzando de forma muy positiva- están congelando sus aportaciones, retirándolas de algunos ámbitos, como la financiación de fármacos, y reduciéndolas de forma indirecta al ampliar las tareas destinadas a esos fondos. "Es el equivalente a decir que se trata de una condena a muerte para millones de personas. Volvemos al viejo discurso de que es imposible tratar el sida en países con pocos recursos. Antes lo imposible estaba impregnado de lo inviable, porque se hacía hincapié en los problemas estructurales y en los sistemas sanitarios precarios. Se demostró que no era así. Pero ahora el imposible se está impregnando de la idea de no costeable. Al final, se pretende mejorar la eficiencia sin mejorar los recursos, lo cual no deja de ser un contrasentido".

Consecuencias
Los esfuerzos comunes en la lucha contra el VIH, aunque el acceso al tratamiento aún no fuera universal, habían conseguido avances notables, como una reducción de la mortalidad y del número de huérfanos, y una mejora de la calidad de vida. "También se ha reducido la incidencia de infecciones asociadas, las nuevas infecciones y la transmisión vertical", dice Ana Zaratiegui, coordinadora médica de MSF. Al reducirse el número de enfermos graves también lo ha hecho la carga de trabajo en centros sanitarios, con lo que ha mejorado la calidad y la atención en otros servicios. En la misma línea, la mejora en la salud de la población ha influido positivamente en la economía.

"Si se reduce la financiación, también lo hará la posibilidad de acceder al tratamiento para nuevos diagnósticos, con lo cual empeorará su situación, se sobrecargarán los centros sanitarios y aumentará la mortalidad, los huérfanos... Los pacientes que ya están en tratamiento sufrirán las rupturas de stock, se verán obligados a cambiar de tratamiento", y se les proveerá de terapia para unos días en vez de para unos meses, lo que complicará el acceso. Por otro lado, los cambios en los tratamientos producirán un riesgo mayor de fracaso de la terapia y de aparición de resistencias, y remontarán las patologías oportunistas .

"Las reducciones de tratamiento son una consecuencia de la financiación. Pero no es en abstracto: Pepfarc, por ejemplo, ha dado instrucciones claras a sus contrapartes en terreno para no incluir a nuevos pacientes en las cohortes a menos que haya una baja. Al conocer estos recortes, los pacientes reducen sus dosis, o las comparten, reaccionando al temor de quedarse sin terapia".

ALGUNOS RECORTES DE FINANCIACIÓN
En el África subsahariana viven dos tercios de las personas con VIH. La prevalencia en algunas zonas ha superado el 20 por ciento, y el acceso a los tratamientos depende en un 75 por ciento de la financiación externa. Desde 2009 se han estancado las aportaciones de los principales donantes del Fondo Mundial para la lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria. Además, han anunciado recortes en sus aportaciones los Países Bajos, Irlanda y Estados Unidos -va con retraso en el ingreso de las ya prometidas-, junto a Francia e Italia. En el periodo 2009-2010 las contribuciones del fondo de subvenciones nacionales se redujeron entre un 8 y un 12 por ciento. Se ha congelado la financiación del Plan Presidencial de Emergencia de Respuesta al Sida (Pepfar). Los programas del Banco Mundial de antirretrovirales no tienen continuidad y planean desarrollar la capacidad de planificación y gestión de los sistemas sanitarios. La Unitaid/Clinton Health Access Initiative está suprimiendo la financiación de fármacos e insumos para VIH. En 2012 pondrá fin a la compra de antirretrovirales de segunda línea y de insumos médicos pediátricos en Zimbabue, Mozambique, RDC y Malaui.

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