viernes, 13 de agosto de 2010

La medicina tropical, cada vez más necesaria - DiarioMedico.com


Larva migrans cutanea (1 de 3)
(Sabino Puente, jefe de la Sección de Medicina Tropical y del Viajero del Hospital Carlos III)

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ESPAÑA
Aumentan las patologías importadas
La medicina tropical, cada vez más necesaria
En el Hospital Carlos III de Madrid hay hoy ingresados dos pacientes por paludismo. En los últimos cinco años, su sección de Medicina Tropical ha atendido 258 casos de esta patología. En el Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid se han tratado otros 285 desde que la Unidad de Medicina Tropical abriese sus puertas en 1989. Y a éstos hay que sumarles los pacientes con rickettsiosis, dengue, larva migrans cutánea, filariasis... Cada vez se diagnostican más enfermedades tropicales en España y los españoles cada vez viajamos más a los trópicos. Por estos motivos, la prevención y la concienciación de los viajeros resultan esenciales y las vacunas deben ser parte del equipaje.




Carlota Torres Lliró - Viernes, 13 de Agosto de 2010 - Actualizado a las 14:43h.


Según el último informe del Ministerio de Sanidad, con datos de 2008, cada año entre 12 y 13 millones de españoles viajan al extranjero. De éstos, unas 950.000 personas eligen como destino los países tropicales. Las características de nuestro sistema inmunológico y nuestra falta de costumbre a vivir en determinadas condiciones, nos hacen especialmente vulnerables a las patologías que se hallan en estas zonas. Este mismo documento lo expresa de forma clara y meridiana: "Se estima que por cada 100.000 viajeros a los trópicos, 50.000 tendrán algún problema de salud, 8.000 se encontrarán lo suficientemente enfermos como para consultar a un médico durante el viaje, 5.000 pasarán algún día del viaje encamados a causa de la enfermedad, 1.100 sufrirán algún grado de incapacidad durante o después del viaje, 300 serán hospitalizados durante el viaje o al regreso, 50 serán evacuados o repatriados y uno fallecerá". Ante este pronóstico y con el aumento sostenido de viajes a estas zonas, las unidades de medicina tropical y enfermedades infecciosas y los centros de vacunación internacional se hacen imprescindibles.

En este sentido, Madrid cuenta con dos de los hospitales más preparados del país: el Hospital Carlos III, que ofrece atención especializada a los viajeros tanto antes como después del viaje y tiene además una consulta específica de Pediatría, y el Hospital Universitario Ramón y Cajal, con cuatro consultas diarias de Medicina Tropical y un servicio de guardia que funciona las 24 horas del día los 365 días del año desde hace más de dos décadas. Estos dos centros se hacen cargo de todos los servicios a los viajeros internacionales antes de partir y al regreso de su viaje.


Rickettsiosis. Mancha negra (2 de 3)
(Sabino Puente (el jefe de la Sección de Medicina Tropical y del Viajero, del Hospital Carlos III)


El Hospital Carlos III ha atendido 258 casos de paludismo en los últimos cinco años

La importancia de las vacunas


Por el Carlos III pasan todos los viajeros internacionales de Madrid. Para poder atenderlos a todos, se ha puesto a disposición de los pacientes un servicio de cita on line que funciona desde 2007 y ya ha recibido cerca de dos millones de consultas. Además, otro servicio de atención telefónica resuelve las dudas de los futuros turistas: qué vacunas necesita (en caso de que precise alguna), qué precauciones debe tomar en la zona a la que viaja, etc. De este modo, se seleccionan las consultas. “Es muy importante que el servicio filtre las llamadas y sólo se atienda a aquellos que lo necesitan para no saturar las consultas”, explica Joaquín Coloma, enfermero encargado de la Unidad de Medicina Tropical de este centro. Efectivamente, el filtro funciona; de las 17.222 llamadas en 2009, sólo se visitaron en consulta 6.420 personas, aquellas que, por la índole de su viaje, las zonas a las que viajan o sus propias circunstancias se recomienda que sean aconsejadas en persona por un especialista.

Las consultas a la Unidad del Viajero se han incrementado un 182 por ciento
Durante el año pasado, a esos 6.420 pacientes de la Unidad del Viajero se les administraron 18.186 vacunas, una media de tres vacunas por usuario, y la Unidad del Niño Viajero aplicó otras 1.064. Aunque los tratamientos varían en función de las áreas a las que se vaya a desplazar, existen una serie de prevenciones comunes para casi todos los casos. El 66 por ciento de los pacientes del año pasado recibió tratamiento para la hepatitis A, un 52 por ciento para la fiebre tifoidea y otro 46 por ciento la de la fiebre amarilla. Estas tres enfermedades son algunas de las más extendidas para las que existe vacuna. El riesgo de hepatitis A, que se contrae a través de alimentos o agua contaminados, existe en todo el mundo y se registran cada año 1,4 millones de casos en todo el planeta. La fiebre tifoidea se transmite también por vía digestiva y, aunque está presente en todo el mundo, las zonas en las que tiene mayor incidencia son el sudeste asiático, el África subsahariana y Sudamérica. La fiebre amarilla es una enfermedad endémica en 9 países de América Latina y en 33 estados africanos; contagiada por la picadura de mosquitos, llega a producir 30.000 muertes cada año.

Sin embargo, existen también otras patologías ante las que hay que ser precavido, para las que no existe vacuna. Entre ellas, se encuentra la malaria o paludismo, una de las más mortíferas y de las que más preocupa a los turistas internacionales. "Si el país de destino tiene poca malaria, recomendamos mosquiteras o repelente. Si hay mucha, lo que ocurre en la mayoría de los países de África, aconsejamos profilaxis antipalúdica", cuenta José Muñoz, especialista en Medicina Tropical del Hospital Clínico de Barcelona y miembro de la Sociedad Española de Medicina Tropical y Salud Internacional (Semtsi). En el Carlos III de Madrid el 76 por ciento de los viajeros recibe el tratamiento contra la malaria, una cuestión que preocupa especialmente a Coloma. “Ésta es una cifra que me gusta destacar. Si nos damos cuenta de que hay mucha gente que viaja sin ninguna atención previa, estamos dejando una gran cantidad de viajeros en situación de riesgo. Desde aquí estamos intentando que esas cifras disminuyan, hemos hecho jornadas con agentes de viajes para estimular la asistencia a las consultas del viajero”, dice.

La mayor parte de los enfermos de patologías tropicales han desoído los consejos médicos o no han acudido a los centros de vacunación

El Boletín de Enfermedades Emergentes que elabora el Ramón y Cajal alerta de las patologías cuyo riesgo es más elevado. El último, del pasado mes de julio, pone sobre aviso especialmente acerca del dengue, que en los últimos años se ha extendido a un gran número de países con mucha rapidez, el último, Estados Unidos. También se cuentan entre estas patologías la meningitis meningocócica, la poliomielitis o la parotiditis.

Las principales recomendaciones de los expertos en esta materia hacen referencia a la comida y a los insectos y otros animales. Es fundamental beber siempre agua embotellada y no comer alimentos crudos, ni fruta que no hayamos pelado nosotros mismos, hay que llevar abundante repelente para los insectos y evitar tocar animales salvajes (como es el caso de la gran población de monos que vive en Indonesia), susceptibles de contagiarnos.


Dengue con componente hemorrágico (3 de 3)
(Sabino Puente, jefe de la Sección de Medicina Tropical y del Viajero del Hospital Carlos III)

Patologías importadas
Desde 2005, la Unidad del Viajero del Carlos III ha incrementado su actividad en un 182 por ciento. Parece que, poco a poco, se va tomando conciencia de la importancia de las vacunas, ¿pero la suficiente?

Según los datos recabados por este hospital, la gran mayoría de los pacientes con patologías tropicales atendidos en la Unidad de Medicina tropical son viajeros que han hecho caso omiso a las recomendaciones ofrecidas por los médicos antes de partir, que han realizado mal el tratamiento o que, sencillamente, no han acudido a vacunarse ni han recibido asesoramiento. En cuanto a la contraindicación de viajar con menores de dos años a zonas tropicales, tampoco parece haber más concienciación, puesto que el 29 por ciento de los niños que recibe la sección de pediatría de esta unidad no llegan a esta edad. Así, el hospital atendió a 4.168 enfermos procedentes de los trópicos en 2009, lo que supone un incremento del 39 por ciento desde 2005, y el Ramón y Cajal a otros 2.982 desde que su Unidad de Medicina Tropical se puso en marcha. El perfil de estos enfermos suele ser el de un hombre o mujer de unos 38 años que ha viajado, en el 50 por ciento de los casos, a África y ha desoído los consejos médicos previos a su partida. Generalmente, se trata de personas que se han desplazado por turismo, aunque sorprende el alto porcentaje de cooperantes que enferman también, un 33 por ciento, pese a que sólo un 12 por ciento de los pacientes atendidos en el centro de vacunación viajan por razones humanitarias.

Sabino Puente, jefe de la Sección de Medicina Tropical y del Viajero del Carlos III, explica que "los motivos de consulta que más vemos son síntomas del digestivo, fiebres y procesos dermatológicos". La diarrea del viajero es una de las afecciones más comunes, causada casi siempre por beber agua no embotellada y no seguir las recomendaciones referentes a la comida. El paludismo y la filariasis, sin embargo, son también bastante habituales. De esta última patología, en el Carlos III han tratado 1.200 casos desde 1991. Y a éstas les siguen las afecciones dermatológicas, comúnmente relacionadas con reacciones a picaduras de insectos, infecciones por bacterias o por hongos o causadas por parásitos. La más llamativa de éstas es la larva migrans cutánea, una erupción dérmica lineal y serpinginosa que causan las larvas que los parásitos introducen bajo la piel del enfermo. También son comunes, aunque en menor medida, los virus como el Chikungunya o la rickettsiosis, transmitida por bacterias de tipo rickettsia. Para cualquiera de ellas, todos los especialistas están de acuerdo: al menor síntoma a la vuelta de un viaje de estas características, hay que acudir al médico sin dudar, especialmente si entre los síntomas está la fiebre y se ha estado en una zona malárica.
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