viernes, 17 de diciembre de 2010

La seguridad del paciente del siglo XXI :: El Médico Interactivo, Diario Electrónico de la Sanidad ::

La historia clínica debe ser legible como defensa del profesional y seguridad para el paciente, según el presidente de la Asociación Española de Gestión de Riesgos Sanitarios

Susana Fernández

Así lo ha explicado José María Ruíz Ortega en su ponencia ‘La seguridad del paciente del siglo XXI’, en la 3ª Jornada monográfica sobre responsabilidad sanitaria celebrada en el Colegio de Médicos de las Islas Baleares



Palma de Mallorca (17-12-10).- La naturaleza del riesgo sanitario es un mosaico de causas no estudiadas, y es que cuando un paciente entra en el Sistema Sanitario, lo que quiere es la resolución de su enfermedad. Pero a veces el paciente sufre algún riesgo debido a que el facultativo no acertó con la causa o con el diagnostico, o todo lo contrario halló el diagnostico pero el tratamiento no fue el adecuado.

Así lo explicó José María Ruíz Ortega, presidente de la Asociación Española de Gestión de Riesgos Sanitarios, en su ponencia ‘La seguridad del paciente del siglo XXI’, en la 3ª Jornada monográfica sobre responsabilidad sanitaria celebrada en el Colegio de Médicos de las Islas Baleares.

Como aseguró Ruíz Ortega cuanta más destreza tenga la actividad profesional más peligro entraña, y afirmó que por cada diez ingresos existe uno que sufrirá un efecto adverso en el hospital, “el accidente de fututo es una combinación de serios errores anteriores. Estos prejuicios pueden ser evitados, debemos reflexionar, y esto nos lleva a un importante cambio cultural. No aprender de ese error no tiene excusa”.

Ante un nutrido grupo de profesionales Ruíz Ortega afirmó que en sanidad, “nos equivocamos”. Entre los errores más frecuentes está la ilegibilidad de muchas historias clínicas, “la lectura de algunas es desesperante porque no se entiende la letra, donde se anotan cuestiones vitales del paciente”.

“El profesional debe ser competente, y utilizar bien la historia clínica, de lo que nunca duda un juez es de lo que está en ella escrito. Por tanto escribir, y escribir bien, es una defensa para el profesional y ofrece seguridad al paciente”, dijo.

La prevención del error

Entre los retos del siglo XXI el responsable de la Asociación Española de Gestión de Riesgos Sanitarios, aseguró que el profesional debe prever el error, saber informar y comunicárselo al paciente.

Para prever el error se deben dar unos elementos de seguridad y confianza, en este punto debemos recordar lo que subscribe el Artículo 7. Del Código de Ética y Deontología Médica: ‘La eficacia de la asistencia médica exige una plena relación de confianza entre médico y paciente’.

Por ello, el profesional se ganará la confianza de su paciente si le ofrece una atención rápida; preserva su intimidad; le atiende el médico de toda la vida; le dedica el tiempo suficiente; tiene empatía, etc.

Todo lo contrario, está especificado en la conducta del profesional que no explica por qué deja de asistir a un enfermo; o si el residente actúa sin la supervisión del adjunto; la privacidad del paciente no se respeta, etc. Todos estos son elementos ofrecen inseguridad y desconfianza del paciente hacia su médico.

“Los sanitarios tenemos la costumbre de llegar y desnudar al paciente privándole de su intimidad. Deberíamos preguntarnos si nosotros compartiríamos la habitación de un hotel con un desconocido, pues es lo que sucede en los hospitales públicos. En nuestra casa preservamos nuestra intimidad por ello el profesional debe respetar al paciente. Por ejemplo una muestra de ello es llamar ‘cariño’ al paciente, ¿lo haríamos si entramos en un notario?”, preguntó a los presentes.

Otro de los asuntos que José María Ruíz Ortega señaló es el uso prudente del tiempo, el cual debe utilizarse de manera que el profesional sea capaz de ajustar el tiempo médico según la necesidad del paciente.

“No vale decir no hay tiempo para tratar de consolar a un paciente, para sentarse con un enfermo terminal y su familia, para responder preguntas. Pero si tenemos tiempo para tomar un café con los compañeros o para realizar proyectos científicos”, afirmó.

Para concluir, Ruíz Ortega señaló que el profesional debe dar una respuesta correcta frente a los errores médicos, “todos nos equivocamos pero las personas de mi generación nos enseñaron a ser infalibles, y no es así, si me equivoco lo digo”.

El paciente se siente traumatizado ante el error y la mala gestión del sistema sanitario. Por eso es importante trabajar la cultura del error en el campo asistencial es la única forma de prevenirlo y aprender de lo sucedido.
Pie de Foto: José María Ruíz Ortega presidente de la Asociación Española de Gestión de Riesgos Sanitarios junto a Mercè Soteras Gomis, adjunta a Dirección General de Red Asistencial Juaneda momentos antes de comenzar la ponencia.
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