lunes, 14 de febrero de 2011

La Gaceta - El helado de los celíacos

EDITORIAL
El helado de los celíacos
Lunes 14 de Febrero de 2011 |



Disfrutar un helado en cualquier ocasión que lo amerite no es una circunstancia excepcional en la vida de la gente sino algo que parece tan natural como el pan de cada día. Tanto niños como adultos no se privan de las sabrosas cremas frías, sea verano o invierno. Pero, en el caso de los enfermos celíacos, desde hace un tiempo esta satisfacción está vedada, a causa de que el Siprosa prohibió, en toda la provincia, el expendio del producto especialmente preparado para ellos.

Los celíacos no pueden ingerir alimentos que contengan gluten de trigo, de avena, de cebada o de centeno (TACC). Se alimentan con harinas especiales -poco fáciles de conseguir y caras-, legumbres, verduras y carnes. En sus mesas no se ven los platos más arraigados en las costumbres gastronómicas de los tucumanos: pizzas, pastas o empanadas. Y ahora, tampoco los helados. Pero esta última prohibición obedece a que el Siprosa se acordó de repente del rol de contralor que le asigna la ley 26.588 por la cual se creó el Programa Nacional de Detección y Control de la Enfermedad Celíaca, a la que la Provincia adhirió en 2008 mediante la Ley 8.070.

En este marco el organismo oficial decidió que se respete a rajatabla y sin ninguna flexibilidad lo establecido en el Código Alimentario Argentino: está prohibido de manera expresa "el fraccionamiento y expendio a granel o al detalle" de los productos dietéticos, entre los que se encuentran los libres de TACC. Es decir que los celíacos sólo podrían consumir helados que vienen envasados en origen, de gustos ya determinados y más caros. Además de no poder contar con variedad para elegir sabores, lo mínimo que podría comprar es un cuarto de kilo, ya que no se envasa por menos cantidad. Si este sistema de venta de helados de dietas especiales se hubiera estado cumpliendo con habitualidad, acompañado de una campaña que concientice tanto a los enfermos celíacos como a las empresas que elaboran helados, si a estas últimas se les hubiera otorgado, tal vez, algún incentivo para que no les resulte oneroso fabricar el producto envasado, nadie en este momento se sentiría perjudicado.

Pero no ocurrió así. El Siprosa se dio cuenta de que se vendía helado al peso a los celíacos cuando una de las empresas locales inició los trámites para obtener el permiso de comercialización que es otorgado por el organismo oficial. La firma cuenta con una certificación de la Universidad de la Plata sobre 20 sabores de helado que están libres de TACC. El Siprosa rechazó la solicitud y entonces salió a la luz que varias heladerías ya estaban vendiendo al peso helado libre de TACC. Incluso el producto cuenta con la aprobación de la ONG Asistencia al Celíaco de la Argentina (Acela). La entidad gubernamental decidió, recién entonces, asumir su rol, y eligió la vía fácil: prohibió la venta que se venía realizando y que, hasta aquí, no había causado problemas de salud.

Los sectores afectados piden una solución equilibrada, lo cual es razonable, y esta semana se van a sentar con las autoridades sanitarias aunque sólo para conformar la agenda de trabajo. Sería positivo que las discusiones se aceleren y que no se prolongue una de las tantas privaciones que padecen los celíacos.

Aun cuando esta cuestión del helado pueda parecer menor, se suma a otros problemas que padecen (por caso, los enfermos de menores recursos sufren frecuentes demoras en las entregas de los módulos alimentarios), como la dificultad para adquirir o consumir sus productos en bares, restaurantes y góndolas de los supermercados. Hacer tomar conciencia a la sociedad, y a los empresarios involucrados, debería ser otra política de Estado que persiga la meta de una población saludable, fuerte y productiva.
La Gaceta - El helado de los celíacos

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