sábado, 5 de marzo de 2011

Guías de Práctica Clínica de Reanimación CardioPulmonar :: El Médico Interactivo, Diario Electrónico de la Sanidad ::

El 20 por ciento de las personas que sufre una parada cardiaca, no sólo puede sobrevivir, sino que puede quedar sin secuelas si se realiza una reanimación básica de forma precoz, según la SEC

Redacción

Las nuevas Guías de Práctica Clínica de Reanimación CardioPulmonar recomiendan realizar 100 compresiones torácicas por minuto y evitar el boca a boca si no se es experto, por lo que es imprescindible la formación de la ciudadanía y la disponibilidad de desfibriladores en lugares altamente transitados



Madrid (1-3-11).- La Sociedad Española de Cardiología (SEC) advierte de la importancia de intervenir de manera rápida y eficaz tras una parada cardiaca, siguiendo el protocolo marcado por las Guías de Práctica Clínica de Reanimación CardioPulmonar, pues durante el primer minuto transcurrido tras el evento cardiaco las posibilidades de supervivencia si se comienza una reanimación básica, sin esperar al personal especializado, son del 70 por ciento.

Según las guías, esta probabilidad va reduciéndose un 10 por ciento sucesivamente cada minuto que pasa sin realizar compresiones torácicas, debido a la falta de oxígeno a la que se ve expuesto el cerebro durante el tiempo que dura la parada cardiaca. Por ello, el riesgo de lesión cerebral también aumenta un 10 por ciento cada minuto transcurrido tras este episodio, pudiendo padecer hemiplejia, déficit de memoria, de habla o de movilidad de manera temporal o incluso irreversible.

El 20 por ciento de las personas que sufre una parada cardiaca, no sólo puede sobrevivir, sino que puede quedar sin secuelas si la persona que visualiza el episodio realiza una reanimación básica de forma precoz y sin esperar al personal especializado. En la actualidad, menos de un 5 por ciento lo logra. “Es por ello que resulta imprescindible la formación continuada tanto a los especialistas de la sanidad como al público general, en especial a los familiares de los cardiópatas o al personal que trabaja en lugares muy transitados como colegios, estadios deportivos o centros comerciales, donde, además, deberían haber desfibriladores”, comenta la Dra. Nekane Murga, secretaria de la Sección de Cardiología Clínica y Extrahospitalaria de la SEC.

Tal y como recomienda la nueva versión de estas Guías, publicadas en 2010, tras la parada cardiaca de un individuo, resulta imprescindible confirmar la inconsciencia y la falta de respiración, aunque puede persistir una respiración suave e irregular durante el primer minuto. La causa más frecuente de pérdida de conciencia es una lipotimia, que es benigna, transitoria y no precisa reanimación, así que conviene detectar bien los síntomas. La lipotimia y la parada cardiaca se pueden distinguir fácilmente, ya que en la lipotimia persiste la respiración y se recupera la conciencia en menos de uno o dos minutos. En tal caso, se recomienda tumbar al individuo y levantarle las piernas. Lo antes posible, se procederá a la realización de 100 compresiones torácicas por minuto, obviando, en un principio, las ventilaciones (boca a boca), al menos hasta que llegue personal experto.

Gracias a estas compresiones en la región central del pecho, realizadas con ambas manos entrelazadas, conseguiremos descender y ascender el esternón unos 5 centímetros cada vez, lo que moverá la sangre dentro del corazón y del tórax y en consecuencia activará la circulación en todo el organismo.

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