miércoles, 16 de marzo de 2011

hablar de seguridad del paciente es hablar de calidad :: El Médico Interactivo, Diario Electrónico de la Sanidad ::

Expertos coinciden en que hablar de seguridad del paciente es hablar de calidad y además posibilita acuerdos

Ana Montero

Un estudio pone de manifiesto que a partir de unas recomendaciones orientadas hacia la seguridad del paciente en materia de procedimiento, medicación y control de infecciones se podrían evitar hasta el 50 por ciento de los efectos adversos en Sanidad privada



Madrid (17-3-11).- En el marco de la I Jornada sobre seguridad del paciente en Sanidad privada, organizada por Áliad, se ha presentado el primer estudio de efectos adversos en Sanidad privada, elaborado en diversos centros sanitarios españoles de prestigio y dirigido por el Dr. Jesús Aranaz, jefe del servicio de Medicina Preventiva y Calidad Asistencial del Hospital Universitario Sant Joan d’Alacant, cuyo objetivo reside en la detección de los principales riesgos que podrían generar efectos adversos para poder así determinar sus causas y proponer mejoras que los eviten. Un estudio -denominado proyecto Confianza- para el que se ha utilizado la misma metodología del Estudio Nacional de Efectos Adversos (ENEAS) y que arroja algunas recomendaciones como el establecimiento de estrategias preventivas para minimizar el riesgo o que es necesario tener en cuenta la mayor vulnerabilidad de los pacientes que están más expuestos a procedimientos y medicamentos.

Durante su intervención, Jesús Casal Gómez jefe de servicio del área de Seguridad del Paciente de la Oficina de Planificación y Calidad de la Agencia de Calidad del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, ha aprovechado para explicar los antecedentes que han hecho oportuna la Estrategia de Seguridad de Pacientes en el SNS y cómo buenas prácticas de muy poca complejidad, como el lavado de manos, pueden tener un impacto muy alto. También algunos ejemplos más como Bacteriemia_zero que ha hecho que la tasa haya pasado del 5 por ciento al 2 por ciento y que vienen a evidenciar, tal y como ha asegurado Casal, que “las políticas de seguridad sí traen acuerdos”, concluyendo que “hablar de seguridad es hablar de calidad”.

Por otra parte, ha aludido a las “luces y sombras” que giran en torno a la herramienta Sinasp, implantada ya en Cataluña y Castilla-La Mancha y en fase de implantación en Galicia y Murcia, y a la valoración “notable” que se tiene de la red ciudadana de formadores en seguridad del paciente.

Como retos de futuro, desde la Agencia de Calidad, se plantean mantener las buenas relaciones con las CC.AA. y reforzar los ámbitos de colaboración con los profesionales, máxime teniendo en cuenta, como ha apuntado Casal, que “la seguridad es tarea y constante de todos”, siendo los tiempos de crisis “cuando surgen oportunidades para las tareas más imaginativas”.

Por su parte, la Dra. Carmen Audera-López, técnica del Programa de Seguridad del Paciente de la Organización Mundial de la Salud, puso sobre la mesa la necesidad de medir la magnitud del problema de la seguridad de los pacientes en los países en vías de desarrollo y planteó los puntos principales de la Clasificación Internacional de Seguridad del Paciente en la que está trabajando la OMS, tales como lavado de manos; cirugía segura, donde entra en juego una lista de verificaciones, que, según la doctora, “reduce a la mitad las complicaciones en procesos operatorios y la muerte en una tercera parte”, y donde están trabajando para la implantación del oxímetro de pulso; la lista de verificaciones para un parto seguro; las herramientas para la atención segura de la madre y en recién nacido, actualmente en desarrollo; partenariados para la seguridad del paciente en África; una guía curricular de seguridad del paciente cuyo objetivo es incluir temas de seguridad en el currículum académico de las facultades de Medicina…

Además, Audera ha insistido en la necesidad de aplicar soluciones simples y accesibles y un cambio de cultura sobre la seguridad del pacientes en estos países, junto con la urgencia de integrar la seguridad en todos los aspectos de los cuidados de la salud.

En su turno de intervención, el Dr. Ángel Gil de Miguel, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Rey Juan Carlos, habló de la motivación y el estímulo del SNS materializados en los premios Best in Class, que reconocen la excelencia de los mejores centros y que, tal y como manifestó, “a veces nos sorprende cómo centros nuevos, que tienen más asumida la cultura de la calidad, quedan como finalistas en estos premios”.

Por último, el Dr. Ramón Limón, del servicio de Medicina Preventiva del Hospital Universitario Sant Joan d’Alacant, fue el encargado de presentar el proyecto Confianza, realizado en 8 centros privados y donde se ha estudiado a 927 pacientes, que si bien “no pretende ser representativo de lo que ocurre en Sanidad privada, puesto que los participantes fueron voluntarios, sí determina que la distribución de origen, la gravedad, la naturaleza y la evitabilidad de los efectos adversos son los mismos que los establecidos por el ENEAS”, tal y como sentenció Limón, añadiendo que con este sistema Confianza “los centros privados tienen un diagnóstico de partida y de referencia y una metodología a utilizar”.

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