lunes, 21 de marzo de 2011

Jornadas de Actualización de Medicina de Familia :: El Médico Interactivo, Diario Electrónico de la Sanidad ::

La historia clínica electrónica es la mejor herramienta frente a la burocracia en AP, según la SoMaMFyC

Redacción

Lo ha señalado su presidente, el doctor Paulino Cubero, en una mesa dedicada a las nuevas herramientas de gestión incluidas en las Jornadas de Actualización de Medicina de Familia que han tenido lugar en Madrid



Madrid (22-3-11).- La historia clínica electrónica es la mejor herramienta para conseguir la desburocatización en la consulta del médico de familia, para avanzar en la gestión clínica descentralizada y para potenciar la investigación en Atención Primaria. Así lo cree el doctor Paulino Cubero, presidente de la Sociedad Madrileña de Medicina de Familia y Comunitaria (SoMaMFyC), participante en una mesa dedicada a Las nuevas herramientas de gestión incluidas en las Jornadas de Actualización de Medicina de Familia que han tenido lugar en Madrid.

Internet está cambiando todos los ámbitos de la vida cotidiana y el sanitario no es una excepción. Uno de esos cambios será el relativo a la historia clínica del paciente a la que sólo tienen acceso pleno los centros y los profesionales, como depositarios y custodios únicos. “Es algo que está cambiando. Se empiezan a desarrollar algunos proyectos, como por ejemplo en Baleares o en Cataluña, en los que se permite al ciudadano acceder a parte de su historia clínica. El grado de acceso generará uno de los debates más interesantes de los próximos años. Es un fenómeno que vendrá a transformar la relación médico-paciente y obligará a revisar algunos conceptos, máxime cuando el acceso libre a la información en red y la creación de organizaciones de pacientes eliminará el monopolio sobre la salud de los médicos, con sus ventajas e inconvenientes. En ese sentido, habrá que tener claro el riesgo que corre la confidencialidad de esos datos o saber que una cosa es explicar al paciente una enfermedad y otra es que acceda a un diagnóstico sin que medie ninguna aclaración del experto, yarque cuando esto es así el paciente busca por su cuenta en internet”.

La historia clínica electrónica como herramienta informática de apoyo a la gestión es uno de los contenidos de estas jornadas que tiene lugar en Madrid y cuentan con la asistencia de más de 400 profesionales de Atención Primaria y que están organizadas por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) y la SoMaMFyC, junto con la colaboración del Instituto de Formación Novartis. Para el presidente de semFYC, el doctor Josep Basora, “la inquietud por dar respuesta a las nuevas necesidades, que requieren de nuevas habilidades, y al día a día de la consulta en la Medicina de Familia ha consolidado la celebración de estas Jornadas como un referente de primer orden en la agenda formativa de muchos profesionales de nuestra especialidad”.

“Desde el Instituto de Formación Novartis, junto con semFYC, queremos promover la formación de los médicos de familia para actualizar sus conocimientos en relación a las problemáticas actuales”, comenta Pedro Fuente, representante del Instituto de Formación Novartis, entidad que desde hace más de 10 años colabora en el desarrollo de las Jornadas de Actualización de Medicina de Familia.

El doctor Cubero recuerda que la informatización de las consultas en los últimos 15 años ha supuesto un completo cambio en los usos tradicionales de la historia clínica con el paciente, en las herramientas de apoyo a la actividad médica y en la evaluación y explotación de datos, pero lamenta que “la falta de reflejos del Ministerio de Sanidad y de las Comunidades Autónomas propiciará en su momento, el desarrollo de diversos modelos de historia clínica electrónica para atención primaria en cada Comunidad; incluso en algunas como Madrid o El País Vasco ya se ha pasado a la segunda generación de historia clínica. Algo similar ha sucedido con el desarrollo de receta electrónica”.

Entre las consecuencias de esa descoordinación, cabe destacar, según el presidente de SoMaMFyC, la incompatibilidad entre las historias clínicas de las diferentes comunidades o la falta de validez de la receta electrónica en los desplazamientos. “Sin duda, un desarrollo común habría minimizado los gastos, y agilizado el desarrollo, y habría hecho comparables los datos entre comunidades, permitiendo a cada una de ellas la explotación de sus datos para desarrollar sus políticas de salud”.

“La incompatibilidad de los sistemas informáticos no solo se da entre las diferentes CC.AA.”, señala el doctor José Zarco, presidente del comité académico de estas jornadas, “sino entre los diferentes hospitales y la atención primaria en la Comunidad de Madrid, lo cual supone un escollo más en una correcta prestación de los servicios y en la coordinación entre los diferentes niveles asistenciales”.

Para poder comparar la actividad entre profesionales y los niveles de salud de la población es necesario definir unos patrones de evaluación a los que se han de adaptar los sistemas de evaluación de cada comunidad como forma válida de proporcionar datos estandarizados. Según el doctor Cubero, esta tarea está resultando “muy compleja, porque al no estar definidos previamente, ni siquiera es fácil obtener datos en cada comunidad, puesto que las historias clínicas han sido desarrolladas y pensadas para la asistencia y no para la evaluación de datos”. “Para ello”, advierte, “habría sido necesaria una mayor implicación entre expertos médicos e informáticos con vistas a desarrollar simultáneamente la historia clínica y sus sistemas de información. Ojalá no vuelva a cometerse el mismo error”.

Ahora que la informatización no tiene vuelta atrás, es precisamente la labor de los médicos en la puerta de acceso al sistema nacional de salud lo que les sitúa en un lugar de privilegio para la explotación de grandes bases de datos. Sin embargo, como alerta el doctor Cubero, las dificultades técnicas en la explotación y la falta de una legislación que regule el acceso en la investigación, con una Ley de protección de datos muy restrictiva, están impidiendo que se pueda avanzar en el conocimiento de la salud de la población. “Es necesario”, opina, “que se avance en este terreno respetando el derecho a la intimidad y la seguridad de los datos individuales de los ciudadanos”.

En la actualidad, todo el esfuerzo de desarrollo está orientado al trabajo en red, de tal modo que las historias de los pacientes sean únicas al menos en su comunidad o que el acceso a los datos sea compartido y accesible por todos los profesionales. De este modo se pretende garantizar una mejor atención médica al poder disponer de datos relevantes de patologías previas, alergias, etc., tanto en atención primaria como hospitalaria. Además se dispone de herramientas que permiten desburocratizar la consulta como la receta electrónica, el acceso a pruebas de laboratorio y radiología, la gestión de la incapacidad temporal, las citas telemáticas o por internet.

Uno de los fundamentos básicos de la gestión clínica es la necesidad del profesional de disponer de información actualizada sobre su consulta y su entorno, para, de ese modo, poder detectar las áreas de mejora en su actividad diaria e implementar las medidas que le permitan corregir las disfuncionalidades. Para el doctor Cubero, esto significa desarrollar sistemas de información semiautomáticos que procesen los datos recogidos en la consulta diaria y los reviertan hacia los profesionales junto con los datos globales de su equipo o de su territorio. “La potencia de estas herramientas es inmensa pero su nivel de desarrollo es todavía limitado. Según se vayan desarrollando permitirán al profesional implicarse en la gestión de su consulta y en la autonomía de los equipos de atención primaria”, añade.

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