La crisis obliga a replantear las estrategias en materia de seguridad del paciente
S. Casal
Uno de los retos más importantes a los que se enfrenta la Agencia de Calidad del SNS es cómo pueden sostenerse las estrategias que se han venido manteniendo durante los últimos años en este periodo de crisis
Valencia (5/7-3-11).- Para la doctora Yolanda Agra, de la Agencia de Calidad del SNS del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, las actuales condiciones económicas “van a exigir que trabajemos en colaboración para priorizar aquellas acciones que realmente sean más relevantes y más eficientes”.
Estas declaraciones las realizó en la segunda sesión de la III Jornada sobre Gestión Sanitaria y Calidad Asistencial, que se ha celebrado en Valencia. En el coloquio, moderado por el Dr. José David Zafrilla Martínez, director de Enfermería Elx-Crevillent, participaron también Emilio Francisco Ignacio García, de la Universidad de Cádiz, Isabel González Álvarez, del Hospital Universitario Sant Juan de Alicante, y Asunción Cañada Dorado, de la Dirección Técnica de Procesos y Calidad de la Comunidad Autónoma de Madrid.
Según la representante de la Agencia de Calidad del SNS, “estamos en un momento crítico en el que nos tenemos que plantear qué se ha conseguido con las acciones que se han hecho hasta ahora y con todas las inversiones que se han efectuado”.
Esta afirmación la realizó tras recordar que desde el año 2005, el Ministerio de Sanidad, “en su papel de garantizar la calidad de los centros sanitarios del SNS” incluyó la estrategia de seguridad del paciente como una de las prioridades del Plan de Calidad. Estrategia que está fundamentada en recomendaciones de organismos internacionales y de expertos españoles.
En este periodo, según indica la Dra. Agra, la secuencia de inversiones ha pasado de los seis millones de euros en 2005, a 13 millones, en 2006, 10 millones en 2007, 8,628 millones en 2008, nueve millones en 2009 y, finalmente, 8,25 millones en 2010; afirmando que, aunque no se haya concretado todavía la cantidad, este año “también habría una reducción de financiación a las CC.AA. para estas líneas”.
No obstante, a la hora de valorar los avances, la representante del Ministerio considera que, en este mismo periodo “se ha conseguido una complicidad por la mejora de la seguridad” y que esta es una materia que está ahora en la agenda de todas las CC.A.A y de la mayor parte de las sociedades científicas. Al mismo tiempo valoró que “ahora tenemos conocimiento de los riesgos de nuestro sistema nacional de salud y disponemos de herramientas para tratar de aminorarlos”, destacando que la estrategia nacional de seguridad de pacientes y la que se desarrolla en las diferentes CC.AA. goza de un “amplio reconocimiento a nivel internacional”.
En este sentido, recordó que el aspecto principal de la estrategia seguida por la Agencia de Calidad es “la implicación de los grandes actores de la Sanidad española”, empezando por las propias comunidades autónomas, “pero también contando con las instituciones académicas, los profesionales y los pacientes que firmaron su adhesión” a la misma.
Al mismo tiempo, recordó que las acciones que se han venido realizando estaban presididas por dos objetivos básicos generales: mejorar la cultura de la seguridad y promover la investigación como medio para conocer mejor los efectos adversos y los factores asociados a los mismos.
Sobre la primera cuestión sostuvo que “una organización que quiere mejorar su seguridad, tiene que ir mejorando su cultura de seguridad”, defendiendo como conclusión que lo que los profesionales han transmitido a la Agencia de Seguridad es que “necesitan más formación e información para mejorar la cultura de seguridad y cambiar el comportamiento de gestores directivos y profesionales sanitarios”. Al mismo tiempo, los pacientes están reclamando una mejora, tanto en la formación como en la información, “para poder ser partícipes de verdad en la prevención y el control de los efectos adversos”.
Sobre esta cuestión, Yolanda Agra defiende que mejorar la cultura significa “también, formar a los profesionales” y, en esta línea expuso que, en estos momentos, se están desarrollando diversos cursos para profesionales.
Concretamente, unos a nivel básico, para los que, en estos momentos, hay una línea de financiación a las CC.A.A para que lo realicen, otros a nivel intermedio, como los cursos de gestión de riesgo “on-line”, de los que se han hecho ya 18 ediciones y en los que se han formado ya más de mil profesionales, médicos, enfermeras de diversas especialidades, de Atención Primaria y especializada y un último nivel de formación, que es el máster interuniversitario, dirigido por el doctor Aranaz, cuyo resultado será la formación de unos 90 profesionales formados en esta materia.
Además de estos cursos, también se está ejecutando formación en el seno de otros programas que se están desarrollando, destacando el programa de higiene de manos y el de incorporación al sistema de notificación de incidentes para el aprendizaje.
Sobre el segundo objetivo, recordó que se han venido financiando proyectos, tanto a través del programa nacional de investigación del Instituto de Salud Carlos III, como a través de financiación específica en proyectos concretos.
En este capítulo valoró que “estamos en una época de vacas flacas” y que la crisis que atravesamos “también se nota aquí”. A pesar de ello destacó que uno de los aspectos fundamentales de esta estrategia es promover prácticas seguras en los centros asistenciales. “Por ese motivo, es aquí donde se ha hecho el mayor esfuerzo de inversión y de financiación a las CC.A.A, a través de los fondos para las estrategias o de subvenciones específicas, para desarrollar líneas en seguridad de pacientes”. Líneas que, según la Dra. Agra, están en consonancia con las recomendaciones internacionales y de estudios nacionales como el ENEAS, afirmando que, en términos generales, los capítulos prioritarios de financiación tienen que ver con la formación de los profesionales, con la prevención de efectos adversos relacionados con la infección, con el uso de medicamentos o con los procedimientos.
Sobre esta cuestión, sostuvo que de los proyectos desarrollados desde 2005, los más destacables son “estudios epidemiológicos que han servido para conocer la frecuencia de los efectos adversos, tanto a nivel hospitalario como de Atención Primaria”, aquellos cuyo objetivo era “conocer el uso seguro de medicamentos o algunos estudios específicos para conocer mejor las asociaciones relacionadas con la atención sanitaria” anunciando que “a finales de este año se podrá contar los resultados de un estudio que nos va a dar datos concretos sobre los efectos adversos en atención sociosanitaria”.
Finalmente, expuso que hay un tercer objetivo en esta estrategia que busca “facilitar la participación de profesionales y pacientes”. En este apartado se comenzó trabajando en el año 2006 para conocer la percepción que los pacientes y ciertos líderes de opinión, tenían sobre la seguridad. “Los datos de aquellos estudios sirvieron para elaborar la declaración de los pacientes por la seguridad de los pacientes y para crear la red ciudadana de formadores en seguridad de pacientes”.
Respecto a esto anunció que “en 2011 se va a proceder a la evaluación del impacto de la formación que se ha realizado y a la percepción que los miembros de la red ciudadana tienen del trabajo que vienen realizando” porque “estamos en un momento en el que es necesario tener datos objetivos de la estrategia que se viene desarrollando estos años”. Por eso se han consensuado con la CC.AA. una serie de indicadores que se distribuyen en cuatro bloques: El primero permite evaluar las líneas financiadas a las CC.AA. El segundo bloque se refiere a los indicadores que van valorar el desarrollo del programa de higiene de manos. El tercero son indicadores que, “alguno de ellos, están ya evaluando”, el programa de seguridad en la unidades de cuidados intensivos; y el cuarto bloque son indicadores que van a permitir apreciar, la utilización, la información y como se está desarrollando el sistema de notificación de incidentes del SNS.
Para concluir, la Dra. Agra, afirmó que, especialmente en estos tiempos de crisis “es necesario que impliquemos más a los pacientes para que sean nuestros colaboradores, colaboradores de los profesionales y agentes principales en la identificación y control de los efectos adversos” insistiendo en que “es importante que sigamos mejorando la cultura de la seguridad”.
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sábado, 5 de marzo de 2011
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