lunes, 14 de marzo de 2011

La política no termina de servir a la sanidad - DiarioMedico.com

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ESPAÑA
SISTEMA NACIONAL DE SALUD
La política no termina de servir a la sanidad
Intentos de acuerdo fallidos como el Pacto de Estado por la Sanidad hacen pensar a los profesionales que la política no está al servicio de la sostenibilidad y el progreso del Sistema Nacional de Salud. Los médicos piden más liderazgo para evitar cambios en el sistema al son de los que se producen con la celebración de elecciones, y los políticos, que son conscientes de la situación, ponen sobre la mesa distintos argumentos para explicar su punto de vista sobre las razones por las que los intereses partidistas prevalecen sobre el consenso.


José Mª Juárez - Lunes, 14 de Marzo de 2011 - Actualizado a las 00:00h.


Cuando falta algo más de dos meses para la celebración de las elecciones autonómicas y municipales y apenas un año para elegir al nuevo presidente del Gobierno, cabe una reflexión sobre la influencia que los intereses políticos están teniendo en la evolución del sistema sanitario, tanto en el ámbito nacional como en las comunidades autónomas, y el grado en el que frenan o impiden la resolución o la paliación de las carencias que presenta el Sistema Nacional de Salud (SNS).

¿Está realmente la política al servicio de la Sanidad? ¿Siguen siendo la sostenibilidad y el progreso en el SNS la razón de ser de la política sanitaria? Desde el punto de vista profesional, Patricio Martínez, presidente de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos, se muestra más partidario de los acuerdos técnicos que de los políticos para favorecer el progreso. El sistema "requiere una mayor coordinación y más cohesión, que podrían haberse alcanzado con el Pacto de Estado, pero su paso por el Congreso de los Diputados lo llevó al fracaso".

Patricio Martínez, de CESM, cree que fue el paso por el Congreso de los Diputados lo que abocó al fracaso al Pacto de Estado por la Sanidad

Según Martínez, "el Consejo Interterritorial debería tener una capacidad de decisión mayor, ir más allá de su carácter consultivo, y favorecer el acuerdo en cuestiones como la definición de una cartera de servicios común". Es algo "que los profesionales echamos en falta. Queremos que no se produzcan situaciones como la que está aconteciendo con el catálogo de medicamentos gallego y que el avance del sistema no penda de los vaivenes electorales".

En la misma línea, Serafín Romero, secretario general de la Organización Médica Colegial (OMC), se refiere a la despolitización de la sanidad "como un paso necesario, especialmente en un momento de crisis económica como el que vivimos". Las elecciones autonómicas de mayo "exigen más cordura que nunca en la toma de decisiones en el sistema, pues de no ser así la situación se complicará todavía más". Es un planteamiento "que defiende la OMC del mismo modo que lo hace la sociedad en su conjunto partiendo de la premisa de que la coyuntura económica es una razón de peso para dar prioridad al uso racional y a la optimización de todos los recursos disponibles, públicos y privados, para hacer sostenible y equitativa la asistencia". Esta lectura del presente y el futuro inmediato del SNS debe primar "frente a las interpretaciones de privatización que puedan darse" y "debe aplicarse en ámbitos como el de la cartera de servicios, en donde urge el diseño de un documento de mínimos, y el de la adquisición de vacunas, en el que se puso sobre la mesa la creación de una central de compras a la que todavía hay comunidades autónomas que no se han suscrito, complicando así el ahorro de recursos que podría generarse".

Nuria Aleixandre, de CiU, opina que la mejor forma de evitar la politización de la sanidad es "el acuerdo entre las fuerzas políticas"

PSOE, PP y CiU


Desde la perspectiva política, la visión de cada partido es singular cuando se plantean las incongruencias que se han producido en cuestiones como la colaboración público-privada y la libertad de elección de médico.

Alberto Fidalgo, portavoz de Sanidad del PSOE en el Congreso, opina que la salud, "como pilar fundamental del Estado del Bienestar, ha progresado mucho desde la Ley General de Sanidad" gracias a los acuerdos políticos "en todos los ámbitos". La asistencia, la aplicación de las nuevas tecnologías y la investigación "han evolucionado y mejorado la satisfacción de la sociedad con el funcionamiento de la sanidad". Los acuerdos políticos, por tanto, "se han producido y han generado mejoras", y el hecho de que el Pacto de Estado no haya progresado "no tiene tanta importancia como que el camino práctico que debe recorrer el sistema está establecido desde el Interterritorial de marzo de 2010".

Dolores Pan, portavoz del PP en el Senado, valora que la financiación del sistema y los modelos de gestión "son dos ejemplos de que la politización de la sanidad es real". Es cuestión de voluntad política, a su juicio, "que los partidos que critican la concertación de servicios con la iniciativa privada en una comunidad autónoma la vean con buenos ojos en las regiones en las que gobiernan". Cuando "la ponen en práctica ellos son formas de mejorar la gestión; cuando la aplican otros, es privatización". Pan apuesta por la evaluación "para determinar si mejoran o no la asistencia, que es al final lo que importa", y ve básico "que se abandonen determinadas poses políticas para intentar mermar el apoyo de los ciudadanos al partido contrario, pues es eso lo que desgasta la confianza del ciudadano en el político".

Por su parte, Nuria Aleixandre, homóloga de Pan en CiU, cree que la mejor forma de evitar cambios de rumbo en el sistema por los intereses políticos es, precisamente, "el acuerdo entre las fuerzas políticas". A su entender, "la política sanitaria es necesaria para fijar el modelo del sistema". Una vez alcanzado el entendimiento político, "debe darse paso al trabajo de los técnicos", pero lo primero es "el liderazgo político, que brilló por su ausencia en la tramitación del Pacto de Estado en el Congreso".

El gran acuerdo "requería la dirección de uno de los partidos mayoritarios -o incluso de CiU- para dar acogida a fórmulas con las que favorecer la sostenibilidad del sistema, pero no fue así, y la visión de la sanidad defendida por la Presidencia (de IU) de la comisión evitó el acuerdo".



Frente a la "privatización"

El libro La izquierda frente a la privatización de la Sanidad es una declaración de intenciones de Gaspar Llamazares (diputado de Izquierda Unida y presidente de la Comisión de Sanidad del Congreso), Antonio Cabrera (Comisiones Obreras), Luis Ángel Oteo, José Manuel Freire (ambos profesores en la Escuela Nacional de Sanidad) y Marciano Sánchez Bayle (Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública), entre otros, ante la situación que atraviesa el Sistema Nacional de Salud (SNS).Durante la presentación del manual, Llamazares explicó que el SNS se encuentra "en un momento de shock" tras recortes como los realizados a las retribuciones de los profesionales. A su entender, "el sistema sanitario está inmerso en un proceso de mercantilización" que hace necesaria la creación de alianzas en el sector, "con el apoyo de los partidos políticos y los sindicatos", para "buscar equilibrios y blindar al SNS ante la amenaza de la privatización". Es imprescindible, a juicio de Llamazares, "que se produzca una reorientación del modelo hacia los crónicos, con los servicios de atención primaria como eje y con una mayor participación de los profesionales sanitarios y los ciudadanos en la gestión". El futuro del sistema "no está en aplicar más copagos o repagos como se viene planteando", sino en "buscar una mayor eficiencia en las decisiones que se toman en el capítulo de la farmacia y en la aplicación de nuevas tecnologías, cuya brutal ineficiencia podría eliminarse con un modelo como el del NICE británico".

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