Algunos consejeros de Sanidad consideran que las comunidades autónomas no son las únicas protagonistas del endeudamiento sanitario en España
Ana Montero
Por su parte, Rafael Bengoa, consejero de Sanidad del País Vasco, ha insistido en la importancia de un cambio estructural basado en la innovación, manteniendo la equidad nacional y la homogeneidad en las prestaciones, pero la heterogeneidad en los modelos y las experiencias organizativas
Madrid (16-3-11).- Con motivo de la presentación del informe “Desarrollo autonómico, competitividad y cohesión social en sistema sanitario”, elaborado por el CES, los consejeros de Sanidad del País Vasco, Cataluña y Galicia, junto con el secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, insistieron en el hecho de que las comunidades autónomas no son las únicas culpables del endeudamiento de la Sanidad en nuestro país.
Así lo manifestaron Boi Ruiz i García, consejero de Sanidad de Cataluña; Rafael Bengoa, consejero de Sanidad del País Vasco; y Pilar Farjas, consejera de Sanidad de Galicia, ante el anuncio de la agencia de medición de riesgos Moody’s, sobre la rebaja de la calificación de la deuda española por el coste de la reforma financiera y, fundamentalmente, en lo relativo al déficit en las comunidades autónomas en las áreas de Sanidad y Educación.
Por su parte, el secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, que valoró el informe presentado por el CES, al igual que el resto de los consejeros, como “positivo”, insistió en que “no es tan importante la cuantía del déficit presupuestario, que no es novedad, sino la necesidad de hacer esfuerzos para alcanzar la eficiencia financiera”, añadiendo que “el reto es mejorar en coordinación y cohesión”.
Así pues, Boi Ruiz manifestó que “decir que la culpa del endeudamiento es de las comunidades autónomas es relativo, las CC.AA. no han gastado más, han gastado lo que tenían que gastar”, defendiendo que “todas las Comunidades, de cualquier color, han hecho el máximo esfuerzo y la máxima inversión para sostener las políticas sociales” y añadiendo que “no tenemos dinero ni quien nos lo preste”.
En su intervención, el consejero de Sanidad del País Vasco, Rafael Bengoa, se refirió a los “espectaculares” resultados en salud generados en la población, diagnosticando así la “buena” salud del sistema, y recalcando que en lo referente a la financiación, las Comunidades “le tienen que hincar el diente” a lo que no se hizo en los años noventa.
Además, Bengoa insistió en la importancia de un cambio estructural basado en la innovación, “manteniendo la equidad nacional y la homogeneidad en las prestaciones, pero la heterogeneidad en los modelos y en las experiencias organizativas que se lleven a cabo en cada Comunidad, para poder aprender unos de otros”.
Por otro lado, la consejera gallega, Pilar Farjas, coincidió en la necesidad de tomar medidas que garanticen la sostenibilidad del sistema, haciendo un esfuerzo de racionalización e innovación en la gestión con medidas eficientes que eviten el gasto “donde se pueda”, de manera que “hay que buscar el margen de eficiencia y de ahorro para seguir invirtiendo e innovando”, aseguró.
Al hilo de este tema, Farjas puso como ejemplo el caso del catálogo de medicamentos gallego, que ha recibido un recurso de inconstitucionalidad por parte del Ministerio de Sanidad, y cuyo secretario general de Sanidad, presente en el acto, aseguró que el Gobierno está “dispuesto al diálogo”, explicando la “oferta” en la que se detallan los cambios que la Xunta debe hacer para que el catálogo se ajuste al marco competencial, a lo que Pilar Farjas manifestó que “dialogar con rehenes, como es tener suspendido el catálogo, es una situación compleja”. Por su parte, Farjas ha instado al Ministerio a promover soluciones “razonables” para negociar. Por su parte, el secretario general de Sanidad también ha matizado que una parte de los medicamentos que se dispensan en el catálogo gallego se han beneficiado de rebajas y decisiones adoptadas por el Ejecutivo.
Además, Farjas señaló que la “gravísima” crisis económica es la que ha creado las tensiones del sistema y ha puesto en evidencia la necesidad de tomar medidas desde el Estado, por encima de las comunidades autónomas, de manera que “hacemos todo lo posible en el margen de la eficiencia, por ejemplo, en la atención a los pacientes crónicos y en la prestación farmacéutica”.
En otro contexto, Boi Ruiz aludiendo a que el sistema tiene una organización y un comportamiento que se ha quedado antiguo y estancado, aseguró que “no hemos llegado al SNS, lo que tenemos es un sistema de Seguridad Social universalizado que introduce elementos de ineficiencia”.
Prestaciones homogéneas pero heterogeneidad organizativa
En rueda de prensa posterior, el secretario general de Sanidad manifestó que si un país como España no puede sostener la inversión en salud de 1.500 euros por habitante/año, “tenemos un serio problema”, insistiendo en que “el cambio no sólo debe hacerse desde el Ministerio, debe hacerse con todos los agentes sociales” y asegurando que “el reto es incorporar la innovación a las prestaciones”.
Olmos aseguró que el contexto de financiación de los servicios públicos ha de ser diferente, remarcando que lo que cuesta la Sanidad en las CC.AA. no tiene la dotación presupuestaria necesaria. Una idea compartida con Boi Ruiz quien asegura que el SNS es sostenible si lo es la economía del país, de manera que si la economía productiva del país no crece, “el SNS cruje”, asegura el consejero catalán. Así pues, tal y como expresó Boi Ruiz “no tenemos un suelo de financiación estable para movernos con tranquilidad, de ahí que nos planteemos si las fuentes de financiación deben seguir siendo las mismas”, asegurando que la eficiencia está en “gastar de otra manera” y en cambiar algunos elementos ineficientes como la “excesiva administrativización” del sistema sanitario, y evolucionando a un nuevo paradigma de “institucionalización de trabajo en red”, donde además, el SNS “tienen la obligación de traer capital privado”.
Por su parte, el consejero de Sanidad del País Vasco, Rafael Bengoa, insistió una vez más en la necesidad de “hincarle el diente al chasis”, reformando el modelo de prestaciones como “clave para la sostenibilidad”, con un sistema donde el paciente sea el eje y el responsable de su salud y donde la telemedicina y los telecuidados sean el “telepotencial”.
Para concluir, Bengoa se reafirmó en que “es necesaria una uniformidad nacional de prestaciones, pero heterogeneidad en las innovaciones organizativas, promoviendo una gestión del conocimiento nacional dinámica”.
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