sábado, 2 de abril de 2011

La SEFAC recuerda que las nuevas tecnologías deben utilizarse para mejorar la prestación farmacéutica y no para enmascarar recortes en el acceso a medicamentos :: El Médico Interactivo, Diario Electrónico de la Sanidad ::

La SEFAC recuerda que las nuevas tecnologías deben utilizarse para mejorar la prestación farmacéutica y no para enmascarar recortes en el acceso a medicamentos

Redacción

La decisión del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) de retirar de su programa regional de prescripción electrónica 147 medicamentos supone una traba para el acceso de los pacientes castellano-manchegos a sus tratamientos y un nuevo contratiempo en la equidad y calidad de la prestación farmacéutica en el Sistema Nacional de Salud, según se afirma desde esta Sociedad



Madrid (2/4-4-11).- La Junta Directiva de la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC) quiere denunciar el uso indebido y negativo de las nuevas tecnologías y, en concreto, del sistema de prescripción electrónica, por parte del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), que ha anunciado su intención de retirar de su programa informático de prescripción electrónica Turriano, de forma escalonada a partir de este 1 de abril, 147 medicamentos de marca correspondientes a 31 principios activos, “lo que impedirá desde ahora su prescripción electrónica y, como consecuencia, generará una merma en el acceso de los pacientes de esta comunidad autónoma a la prestación farmacéutica”, tal y como ha venido informando El Médico Interactivo.

Esta Sociedad considera que la implantación de las nuevas tecnológicas en la Sanidad debe repercutir positivamente en la calidad y servicios ofertados al paciente, como es el caso de la prestación farmacéutica. Por ello, SEFAC considera que los sistemas de prescripción electrónica de las autonomías, como el programa Turriano en Castilla-La Mancha, deben mantener, como mínimo, las mismas posibilidades de prescripción con las que cuentan los médicos por los cauces tradicionales (receta papel). “Todo lo que no sea así supone un paso atrás en el acceso de los pacientes castellano-manchegos a sus habituales terapias, con complicaciones añadidas para crónicos y polimedicados, y un nuevo contratiempo en la equidad y calidad de la prestación farmacéutica”, indica Marichu Rodríguez, presidenta de SEFAC.

Desde el Sescam se ha querido resaltar que no se recorta la libertad de prescripción y financiación al existir la posibilidad de seguir prescribiendo estas 147 presentaciones en formato papel. No obstante, “las medidas de desactivación de determinados fármacos suponen de facto una relegación de los productos afectados, al alterar las posibilidades de prescripción de aquellos que resulten retirados, y vulneran el principio de neutralidad que debe presidir la introducción de medios electrónicos en la actividad administrativa”, explica el asesor jurídico de SEFAC, Fernando Abellán.

A este respecto, asalta la duda de qué ocurrirá cuando la receta electrónica se encuentre completamente implantada en Castilla-La Mancha y, por tanto, vaya desapareciendo progresivamente el formato papel de las recetas. “El propio RD 1.718/2010 de Receta Médica, que precisamente refrenda la implantación progresiva de los modelos de prescripción electrónica en las comunidades autónomas, apuesta de forma manifiesta por la utilización de los medios electrónicos en detrimento del papel”, recuerda Abellán.

Además, la realidad indica que el médico, si le quitan un medicamento de su programa de prescripción, puede tender a dejar de prescribirlo en la mayoría de los casos. El ejemplo más claro y reciente de ello lo encontramos en Galicia, donde, a pesar de la suspensión cautelar de su catálogo priorizado y la vuelta a la posibilidad de prescribir presentaciones antes retiradas, es fácil constatar que los médicos han continuado en la mayoría de tratamientos esas prescripciones de genéricos a las que obligó la norma durante dos meses, antes de su reciente suspensión dictada por el Tribunal Constitucional.

Para esta Sociedad, la decisión del Sescam genera nuevas desigualdades territoriales dentro del Sistema Nacional de Salud al crear distintos nivel de prestación farmacéutica en función del lugar de residencia. Teniendo en cuenta el claro retroceso que esto supone en la calidad de la asistencia sanitaria que reciben los pacientes castellano-manchegos, SEFAC pide que el Sescam dé marcha atrás en esta decisión e incluya nuevamente estas 147 presentaciones de medicamentos en su programa informático de prescripción. Del mismo modo que nadie puede discutir que una comunidad autónoma no tiene competencia para excluir un medicamento del nomenclátor oficial de la Seguridad Social, tampoco cabe que un Servicio de Salud busque el mismo efecto a través de la exclusión de ciertos medicamentos de un sistema de prescripción electrónica, que paradójicamente habrá de implementarse en todos los centros del citado Servicio de Salud.


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