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Los consentimientos informados deberían incluir la información de la existencia o no de UVI y ambulancias en los centros sanitarios, según un magistrado del Supremo


Alejandro Blanco

Lo ha puesto de manifiesto José Antonio Seijas en el Seminario Internacional sobre Responsabilidad Civil Médica que se ha celebrado en el Colegio de Abogados de Málaga


Málaga (5-4-11).- El magistrado de la Sala Primera del Tribunal Supremo, José Antonio Seijas, considera que la información que se facilita al paciente en la Medicina voluntaria (como la estética) debe tener "un alcance mayor" que el de los riesgos de la intervención, "como si la clínica no tiene UVI o ambulancias; ¿hasta qué punto debo yo, paciente, no saber esto?". Según el magistrado, esta información debería darse también en los pequeños hospitales, como algunos comarcales, de la Medicina pública.

"Los medios sanitarios en la Medicina voluntaria deben ser suficientes, mientras que la información que se da al paciente debe ser "más exigente y rigurosa", ya que existe una libertad de opción mayor por parte del cliente que la que tienen los pacientes en la Medicina necesaria o curativa", recalcó Seijas en el Seminario Internacional sobre Responsabilidad Civil Médica que se ha celebrado este fin de semana en el Colegio de Abogados de Málaga.

En todo caso, Seijas rehuye de la distinción entre cliente y paciente que se viene aplicando en las sentencias sobre Medicina voluntaria y curativa. "Para mí son pacientes todos, porque yo nunca he visto a los médicos usar el término cliente y según la definición de salud que de la OMS, una persona con un defecto estético carga con un complejo que afecta a su salud psicológica y social".

El magistrado ha detallado que existen "terrenos intermedios" entre ambos tipos de Medicina, como en operaciones esterilizantes, la odontología o las estéticas. "La anestesia es la misma en la Medicina curativa que en la voluntaria".

"En los años 80 el Tribunal Supremo tenía una especie de lista negra donde siempre había responsabilidad por el hecho de no obtener el resultado. Era el caso de la odontología, la estética e intervenciones como la vasectomía. Se ha llegado a decir que actualmente hay dos líneas en el Supremo: una de los años 80 y otra de años recientes. No es así. La distinción entre medios y resultados no es posible, incluso en los supuestos más próximos a la Medicina voluntaria. Pero garantizar resultados que no se obtienen sí genera responsabilidad, auque no siempre se puede equiparar resultado y daño. No todos los individuos reaccionan igual".

El magistrado rechaza que se pueda aplicar el principio de inversión de la carga de la prueba que prevé la legislación de consumo. "Sólo puede hacerse esto cuando existe un daño desproporcionado, como el caso del niño que va a operarse de amigdalas y fallece. Se sigue aquí un criterio de facilidad probatoria, que no de imputación: 'usted que es médico explíquenos qué ha pasado aquí'". Antes de 2005 sí se usaban como criterio de imputación, según Seijas.

El abogado representante de la asociación El Defensor del Paciente, Damián Vázquez, ha criticado el cambio "muy importante" respecto a una jurisprudencia "muy consolidada" que se está dando en el Tribunal Supremo. Indicó a Seijas que el panorama que plantea el magistrado es "promédico y para asustarse" debido a la dificultad probatoria que suelen tener las víctimas de negligencias médicas.

Vázquez ha defendido que las clínicas estéticas sí tratan como clientes a los usuarios, ya que lanzan importantes campañas publicitarias en televisión y quienes atienden en primera instancia a la persona no es un profesional sanitario, sino un comercial. Por ello, este colectivo defiende que se aplique la Ley de Consumo a las clínicas estéticas, para que sea el médico quien tenga que aportar las pruebas en su defensa.

Seijas ha replicado que habría que mirar las estadísticas, pero que hay muchas condenatorias. "El problema es que a veces sólo nos quedamos con los casos más alarmantes. La mala praxis médica se ve y se percibe en los tribunales".

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