miércoles, 13 de julio de 2011

TRIBUNA 2 : La Ley General de Sanidad 2:: El Médico Interactivo, Diario Electrónico de la Sanidad ::

:: El Médico Interactivo, Diario Electrónico de la Sanidad ::: "TRIBUNA: La Ley General de Sanidad, 25 años después

Mario Mingo, portavoz del Partido Popular en la Comisión de Sanidad, Política Social y Consumo del Congreso

La Ley 14/1986, General de Sanidad, que recientemente cumplió su 25º aniversario, sentó las bases sobre las que se ha cimentado nuestro sistema sanitario, uno de los más reconocidos a nivel mundial, en términos de calidad, de eficiencia y, lo que es más importante, de resultado
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Madrid (14-7-11).- Esta Ley básica suponía la materialización efectiva del derecho a la protección de la salud, reconocido por el artículo 43 de la Constitución y articulaba los resortes sobre los que habría de culminarse el proceso de descentralización de la Sanidad.

Tomando esta Ley como piedra angular, los españoles hemos ido construyendo, de manera progresiva, un sistema de salud apoyado en cuatro pilares fundamentales e irrenunciables: el carácter universal del derecho; la alta cualificación de los profesionales y la amplia cartera de servicios; la garantía de que todos los españoles reciben la misma atención, independientemente de su lugar de residencia; y la gratuidad, derivada de la financiación a través de los impuestos de los ciudadanos.

En dicho proceso de construcción tres leyes han jugado un papel fundamental, permitiendo desarrollar los principios básicos que había establecido la Ley General de Sanidad.

Por un lado, la Ley 15/1997, de 25 de abril, sobre habilitación de nuevas formas de gestión del Sistema de Salud, ha sido clave en el proceso de modernización de nuestra Sanidad. El panorama asistencial sería hoy muy distinto sin esta Ley, que abrió la posibilidad a fórmulas más eficientes de gestión y que ha permitido acercar más la atención sanitaria a los ciudadanos, a través de la construcción de numerosos hospitales y centros de salud.

Por otro lado, una vez culminado el proceso de transferencias a las comunidades autónomas, era fundamental regular la coordinación y la cooperación entre el Estado y éstas, así como establecer una cartera de servicios que fuera común para todos los españoles. En ese sentido, la Ley 16/2003 de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud constituyó un paso decisivo en la vertebración de nuestro sistema sanitario.

Por último, quedaba por regular algo tan crucial en la Sanidad como son los recursos humanos, lo que se hizo a través de la Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de ordenación de las profesiones sanitarias. Los profesionales son el motor del sistema y juegan un papel fundamental en los resultados en salud que la Sanidad ha obtenido en los últimos años, lo que ha generado una gran confianza de los usuarios hacia el Sistema Nacional de Salud.

Se ha avanzado mucho en los últimos veinticinco años, pero tenemos ante nosotros un reto importante, si queremos seguir teniendo una Sanidad universal, de calidad, gratuita, equitativa y, sobre todo, sostenible.

Por un lado, debemos solucionar el abultadísimo déficit sanitario que acumulan las CC.AA., que se estima que está cercano a los 15.000 millones de euros. No es un simple reto, es una amenaza muy seria a la sostenibilidad de la Sanidad tal y como la conocemos. No podemos cerrar los ojos y hacer como si este problema no existiera. El Gobierno hasta ahora se ha limitado a aprobar un modelo de financiación autonómica que, lejos de solucionar el problema, lo ha agravado.

Por otro lado, tras un proceso de transferencias escalonado y en el que las comunidades autónomas han avanzado a distintas velocidades, nos encontramos ante una enorme falta de cohesión y equidad tanto en recursos como en resultados. Debemos reordenar el sistema, hacerlo más equitativo, redefiniendo la cartera común de servicios, homologando las condiciones y el desarrollo profesional de los profesionales, involucrando a los servicios autonómicos de salud en la definición de los aspectos más relevantes y desarrollando las Leyes vigentes en la actualidad.

Es el momento de reforzar la salud de nuestra Sanidad y, para ello, debemos trabajar todos juntos y llegar a acuerdos. Por eso, venimos reclamando desde el año 2004 un Pacto de Estado para garantizar la modernización y la sostenibilidad del SNS, acuerdo que el Gobierno no ha propiciado en el Congreso de los Diputados. Es el momento de ser ambiciosos y de afrontar con decisión los retos actuales de la sanidad española. Para ello, el Gobierno sabe que puede contar con el Partido Popular.

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