miércoles, 13 de junio de 2012

Olvidos que matan | Biociencia | elmundo.es

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MSF | Enfermedades tropicales

Olvidos que matan

Vídeo: Médicos Sin Fronteras
  • 17 enfermedades tropicales causan medio millon de muertes al año
  • Solo 18 moléculas están destinadas a combatir estas enfermedades
  • Kala azar, la enfermedad del sueño y el mal de Chagas, las más olvidadas
  • La ONG Médicos sin Fronteras España pide más voluntad política
Una de cada siete personas en el mundo está afectada por enfermedades tropicales o desatendidas, como las denomina la Organización Mundial de la Salud (OMS). En total, son 17 y causan al año más de medio millón de muertes.

Médicos sin Fronteras España (MSF) lanza la campaña 'Contra el olvido', en la que piden más voluntad política por parte de los grandes financieros internacionales y los gobiernos. Aboga además por una mayor investigación y desarrollo (I+D) a nivel mundial para conseguir diagnósticos y tratamientos más efectivos para estas enfermedades.

El nuevo y recién elegido director de MSF España, Joan Tabau, ha afirmado en rueda de prensa que estas son "las enfermedades olvidadas de los olvidados", ya que afectan a pobres, a áreas rurales de los países más endémicos y a víctimas que ya son víctimas de conflictos y de guerras. Pero asegura que "son vidas que se pueden salvar".

En los últimos 30 años se han desarrollado 1.600 fármacos, de los cuales solo 18 están destinados a estas patologías. "De estas 17 enfermedades, hemos elegido tres que están aún mucho más olvidadas que las demás", apunta Tabau. Se trata de el kala azar (o leishmaniasis visceral), la enfermedad del sueño (tripanosomiasis humana africana) y la enfermedad de Chagas (tripanosomiasis americana).

Tres enfermedades en el olvido

El kala azar, la enfermedad del sueño y el mal de Chagas son infecciones parasitarias, según explica MSF, transmitidas por insectos: la mosca de arena, la mosca tsé-tsé y la vinchuca o chinche picuda, respectivamente.

Son enfermedades difíciles de tratar y diagnosticar, explica el máximo responsable de la ONG. Además, afectan a los más pobres y vulnerables, los medicamentos que hay para combatirlos son muy antiguos y las estrategias están muy poco adaptadas al medio en el que viven los pacientes.

"Afectan a personas olvidadas que muchas veces tienen sistemas de salud inexistentes", declara.
El kala azar, ha explicado por su parte la doctora de MSF Nines Lima, es una enfermedad letal si no se trata. Existe en varias zonas geográficas del mundo como Kenia, Sudán, Etiopía, Georgia, la India o Bangladesh. "En África, por la situación de conflicto en la que viven algunos países, es más difícil de abordar".

La enfermedad del sueño, si no se trata, también puede llegar a ser mortal. África es el continente más perjudicado por esta enfermedad, principalmente la República Centroafricana, o República del Congo.
Lima explica que para diagnosticar esta enfermedad hay que hacer una punción lumbar muy
"compleja". "Hasta hace poco, se trataba con un medicamento muy tóxico que causaba la muerte de casi el 5% de los pacientes". Por suerte, ahora existe una nueva terapia más segura, "aunque siguen siendo necesarios ocho días de infusiones intravenosas en régimen hospitalario", lo que complica la curación en países con escasos recursos.

Por su parte, el mal de Chagas afecta principalmente a América Latina. La especialista explica que es difícil llegar a un diagnóstico exhaustivo y a una cura. "Antes se requería ingreso hospitalario, ahora lo hemos facilitado y los tratamientos llegan a los centros de salud, e incluso a las propias comunidades", asegura.

Simplificar los cuidados

"Se necesitan pruebas diagnósticas y tratamientos más simples", denuncia MSF. Para ello, es necesario tomar conciencia. "Las compañías farmacéuticas tienen que entender que en ciertos lugares el negocio no va a poder ser la única logística", afirma el director de MSF España. Además, apunta que se necesita más financiación por parte del mundo desarrollado y seguir manteniendo una misma línea de trabajo.

Pero aunque aún queda mucho por hacer, la investigación persiste. "A este nivel estamos mal, pero mejor que hace siete años", afirma la doctora. Se están descubriendo moléculas que son esperanzadoras, pero hasta dentro de tres o cuatro años, explica, no podemos ver los resultados.

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