La tecnología no se aprovecha en la dependencia

La asistencia a pacientes dependientes no necesita nuevos dispositivos sofisticados; basta con aprovechar el potencial de los que ya hay.

Santiago Rego. Santander | 09/07/2012 00:00

Meritxell Valenti, neuróloga de la Fundación CIEN. (Roberto Ruiz)

"Tenemos buenas herramientas tecnológicas, algunas de ellas dentro de nuestro bolsillo -teléfonos móviles con localizadores GPS o elementos grabadores, entre otras- y, sin embargo, no se consigue el rendimiento adecuado cuando ese aparataje lo usan personas dependientes, por ejemplo con trastorno de memoria", ha dicho Meritxell Valenti, neuróloga de la Fundación Centro de Investigación de Enfermedades Neurológicas (CIEN) y del Centro de Alzheimer Fundación Reina Sofía, durante el VII Encuentro E-salud y Telemedicina, que ha organizado el Instituto de Salud Carlos III en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, de Santander.

"Cuando una persona empieza a perderse en la calle y está habituada a usar el GPS de su teléfono móvil, no tendrá esa angustia de quienes comienzan a presentar lagunas en su memoria".

Con una tecnología sencilla, el individuo afectado por una demencia "va a dejar siempre rastro a sus familiares o cuidador. Pensamos siempre en tecnologías sofisticadísimas cuando, en realidad, ya tenemos bastante material de gran utilidad. Y ello con independencia de que sea una demencia grave o los primeros episodios de fallos de memoria en una persona, que no siempre ha de tener un diagnóstico de enfermedad de Alzheimer".

Proyectos

Valenti se ha referido, asimismo, a algunos proyectos innovadores que, mediante una tableta o pantalla táctil ayudan a personas con algún tipo de demencia a ejercitar su mente y retrasar el deterioro cognitivo con ejercicios, por ejemplo, que estimulen la memoria. El sistema multitáctil con diferentes ventanas interactivas está arrojando buenos resultados, según la neuróloga.

¿Quiénes se beneficiarían entonces de la tecnología actual en los trastornos de memoria? La respuesta de Valenti no deja lugar a la duda: "No tienen por qué ser únicamente los pacientes con trastornos de la memoria leve y moderada, sino que en ese perfil de usuario final entrarían también los cuidadores de la familia, el cuidador formal, el personal de rehabilitación y su propio médico".

"Gracias a las tecnologías inalámbricas ya hay sistemas de radiolocalización que nos permiten hallar a alguien que se ha perdido. Pero es que, además, hay consolas y tabletas de gran utilidad en personas dependientes para ejercitar la memoria". Valenti ha advertido de que ya hay estudios que apuntan a que "el hecho de ser dispositivos táctiles suponen una interacción más natural".

Nuestra sociedad

Por otro lado, Valenti ha rechazado que los mayores huyan de las nuevas tecnologías: "Son muchos las que quieren aprender". También ha recordado que en una sociedad con unas tasas de envejecimiento crecientes, la pérdida de funciones de la memoria es quizás el cuadro clínico, como la demencia senil, que las personas de edad avanzada más temen.

No obstante, la neurólogaha reconocido que, en buena parte, los mayores que sufren enfermedades neurodegenerativas están poco acostumbrados a interactuar con los nuevos dispositivos tecnológicos: "Uno de los retos de los investigadores biomédicos y de las empresas de ingeniería es trabajar más en equipo para analizar cómo van a utilizan mejor las personas dependientes las nuevas tecnologías. Muchas veces te sorprende gratamente que, tras un proceso de aprendizaje, se adaptan perfectamente".