Sanidad recorta 330 camas más este verano
Los hospitales La Fe y Clínico de Valencia, los más afectados
Joaquín Gil Valencia 16 JUL 2012 - 23:06 CET1
Ambulancias junto a la puerta de urgencias del hospital La Fe de Valencia. / JOSÉ JORDÁN
La tijera pasa factura a la asistencia sanitaria. Los 30 hospitales públicos de Alicante, Castellón y Valencia ofrecerán este verano un 19% menos de camas respecto al mismo periodo de 2011, según cálculos de EL PAÍS basados en datos sindicales recabados en la mitad de los centros de la Comunidad. Con esta proyección, los hospitales dispondrán de 330 plazas menos que el pasado verano, el equivalente a dejar sin actividad un hospital de tamaño medio, como el Virgen de los Lirios de Alcoi. El descenso estival se inició el 1 de julio y concluirá, en la mayoría de los casos, el 30 de septiembre. La planificación supondrá “inmovilizar” 1.300 camas y permitirá ahorrar cinco millones de euros, según Sanidad.
La clausura de habitaciones no es uniforme. Pasa desapercibida en el hospital de Xàtiva —con solo cuatro camas menos que en 2011—. Y se hace invisible en los centros de Requena, Magdalena de Castellón o General y Arnau de Vilanova de Valencia, que no suprimen plazas. En cambio, resultará notable en los hospitales grandes. El Clínico de Valencia ha cancelado en las últimas dos semanas 123 plazas, un 123% más que el pasado año, según FSP-UGT. Y La Fe, 210, un 20% más, que podrían elevarse en la segunda quincena a 240, el equivalente a precintar la cuarta parte del hospital, según el sindicato de enfermería Satse. En estos dos centros se agruparán las camas por especialidades: traumatología y cirugía ortopédica con cirugía general; y neurocirugía con neumología, según Sanidad.
Las plazas suprimidas varían por quincenas. El cenit de las previsiones se alcanza en la segunda semana de agosto El hospital de Elda eliminará en este periodo una de cada cuatro camas y el Clínico de Valencia, una de cada tres, según fuentes hospitalarias. Este último centro registró el pasado año uno de los índices de ocupación más altos (81%) de la Comunidad, según el último informe del Consejo Económico y Social (CES), que recoge que en 2011 se redujeron 1.539 camas en las tres provincias.
Los sindicatos y los partidos de la oposición conciben la iniciativa como un nuevo episodio de los tijeretazos del Consell. Y auguran que provocará la demora en los plazos de ingreso y colmará los servicios de urgencia, cuya demanda podría acusarse en los próximos dos meses por el cierre de los ambulatorios por la tarde durante el verano. “La Fe se encuentra al 100% de ocupación y, por primera vez hemos tenido a 40 pacientes esperando en urgencias hasta un día para una cama”, explica Pedro Vila, de Satse. Vila cuestiona que Sanidad apele al mantenimiento del hospital para justificar la iniciativa. “¿Cómo es posible que se cierre la cuarta parte de un centro para realizar reparaciones si el edificio se abrió hace un año?”, se pregunta en referencia al flamante complejo de Malilla.
El diputado del PSPV Ignacio Subías asegura que el recorte de camas reforzará la presión laboral de los sanitarios, empeorará el servicio y aumentará las listas de espera. “Muchos hospitales no programan intervenciones en agosto porque desconocen si dispondrán de plazas suficientes”, asegura el socialista, que recuerda que el ratio sanitario por habitante en la Comunidad —dos camas por cada 1.000 ciudadanos— “es de los más bajos de España”.
El responsable de Salud de UGT-PV, Miguel Usó, considera que la planificación veraniega de la Generalitat deteriorará las prestaciones y obligará a los enfermos a realizar desplazamientos a otros centros. Y Francisco Martínez, de CC OO, lamenta que la distribución resulte “especialmente acusada” en Valencia, Castellón, Alicante y Elche. Este sindicalista cree además que la Consejería de Sanidad pretende escatimar salarios reduciendo la contratación de interinos.
Sanidad justifica la supresión de camas, que en ocasiones se traduce en el cierre de plantas completas, como una medida que permite aprovechar los meses de verano “con menos presión asistencial” para realizar el mantenimiento de los edificios. Y admite que, entre julio y agosto, se dejan sin actividad el 14% de las plazas. Los cinco hospitales públicos de Castellón serán los más afectados en porcentaje (16%). Se inmovilizarán 230 camas.
La consejería califica su distribución de “reagrupación” ya que —según explica— las camas no desaparecen, “sino que se inmovilizan a la espera del aumento de la demanda”. Sostiene que las unidades cerradas apenas caerán un 3% respecto al verano anterior y que la iniciativa no menoscaba “la calidad a los pacientes”. “Muchas veces es el propio enfermo el que no quiere operarse en agosto”, justifica una portavoz del consejero Luis Rosado, que califica las críticas de sindicatos y oposición de “demagógicas”. Desde este departamento insisten en que no se suprimen camas en centros con una ocupación en verano por debajo del 80%, el promedio registrado el pasado verano en La Fe. Ni en las áreas de psiquiatría, maternidad, pediatría y la unidad de cuidados intensivos (UCI). UGT, sin embargo, denuncia la supresión de 10 plazas de UCI en Valencia.
La Comunidad Valenciana se sitúa a la cola nacional del gasto en salud por habitante (974 euros), según la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública.
Ponerse enfermo en verano, un riesgo
Ponerse enfermo o sufrir un accidente que requiera asistencia sanitaria conlleva cierto riesgo este verano debido a los recortes aprobados por el Consell. El cierre de dependencias y centros de salud y la supresión de camas hospitalarias merman este año la capacidad del sistema de atención sanitaria, ya de por sí disminuida todos los años en los meses estivales debido a los turnos de vacaciones del personal de la sanidad pública valenciana.Y los problemas ya se han puesto de manifiesto, por ejemplo, en la zona básica de salud de Dénia. El sindicato médico Cemsatse (CESM-CV) denunció ayer que en ese departamento los puntos de atención continuada (PAC), esto es, los servicios de urgencias de 24 horas de los centros de salud cerrarán sus puertas a las diez de la noche, de manera que cualquier urgencia que surja a partir de esta hora tendrá que ser atendida en el hospital. La empresa Marina Salud, concesionaria de los servicios sanitarios en el departamento de Dénia, comunicó recientemente al comité de empresa el cierre de algunos centros de salud.
Una medida que, en cualquier caso, no es privativa de la zona de Dénia. En muchos otros departamentos sanitarios ya se han adoptado decisiones similares. Ya el pasado mes de febrero, el consejero de Sanidad, Luis Rosado, anunció lo que denominó una “reorganización horaria” de los centros de salud valencianos, de manera que los consultorios atenderían las visitas programadas en su horario habitual de ocho de la mañana a nueve de la noche y que muchos de ellos cerrarían los sábados.
En abril, CC OO denunció que la Consejería de Sanidad tenía previsto cerrar todos los centros de salud por las tardes en verano. El sindicato enmarcaba el anuncio en “el contexto de recortes que está aplicando Sanidad con el objetivo de ahorrarse las sustituciones por vacaciones del personal sanitario” de los centros, que suelen abrir desde las 8.00 a las 21.00.
Sanidad negó que tuviera previsto “ningún cierre generalizado de los centros de salud” y explicó que se adoptarían las mismas medidas que en años anteriores, que suponen el refuerzo de las zonas costeras o de montaña con mayor afluencia prevista.
Sin embargo, Arturo León, responsable de sanidad de CC OO, confirmó ayer a este diario que durante las tardes se están cerrando los PAC y casi todos los centros de salud, “excepto los que no tienen recursos sanitarios cercanos”, con el consiguiente aumento de presión asistencial de las urgencias hospitalarias, especialmente las de zonas turísticas, ya sobrecargadas por la población desplazada.
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