jueves, 27 de diciembre de 2012

Trabajar en casa no basta; hay que mirar hacia fuera - DiarioMedico.com

Trabajar en casa no basta; hay que mirar hacia fuera - DiarioMedico.com

SECTOR BIOTECNOLÓGICO

Trabajar en casa no basta; hay que mirar hacia fuera

Hace tiempo que las fronteras se quedan cortas; internacionalizar debe ser inherente a la biotecnolgía, pero, como siempre, España va un paso por detrás.
José A. Plaza. Madrid | japlaza@unidadeditorial.es   |  26/12/2012 00:00


Una palabra que debería ser inherente al sector biotecnológico, internacionalización, lleva años sonando, y bien fuerte. Aún es un reto, pero la crisis nacional está actuando como gatillo y ya apenas hay empresas españolas que no miren más allá de sus fronteras.

La necesidad de internacionalizar ha pasado de ser un aspecto secundario a uno de los que más mueven el desarrollo del sector. Por tercer año consecutivo, el Informe Asebio sitúa este concepto como la principal prioridad estratégica de las bioempresas españolas.

Hay datos sobre la mesa. El 86 por ciento de los socios de la patronal de empresas biotecnológicas realizaron alguna actividad internacional en 2011; la exportación de productos y/o servicios, las alianzas y colaboraciones en investigación y la participación en el VII Programa Marco son, por orden de importancia, las tres principales actividades.

Los emergentes
Como en otros sectores, Europa sigue siendo el principal objetivo de las empresas españolas y sus exportaciones, por delante de Estados Unidos, aunque Sudamérica y Asia siguen cobrando más importancia y se están situando como objetivo destacado. Brasil, por ejemplo, es uno de los mercados clave en el proceso de internacionalización español.

Pero como en casi todo, y más ahora, hay trabas para internacionalizar; las económicas son las más importantes, pero un clásico español, la falta de cultura (y, como consecuencia, de formación internacional) también amenazan la expansión del mercado nacional.

Diario Médico ha contacto con tres de las empresas que más están potenciando su proceso de internacionalización: Genetrix, Plasmia y Vivia Biotech.


Genetrix
Genetrix, uno de los grandes nombres de la biotecnología española, basa su internacionalización "en acuerdos corporativos", según ha explicado a DM Juan Sebastián Ruiz. Fusiones con empresas de otros mercados, "como la realizada en Europa con Tigenix y Cellerix en 2010 y con X-Pol y Sygnis Pharma en 2012", han permitido adentrarse en nuevos negocios complementarios en los que las empresas extranjeras "nos aportaran ventajas que las nuestras no tenían, como el acceso al mercado al estar cotizadas en bolsa".

Un buen ejemplo es el acuerdo de licencia que ha cerrado X-Pol este año con la multinacional Qiagen para la comercialización de su producto QualiPhi. Otra de las bazas de Genetrix son los "acuerdos estratégicos en mercados con potencial de crecimiento, como China y Colombia, en los que estamos intentando identificar un partner con el que implantar y comercializar tecnologías desarrolladas en España".


Plasmia
Plasmia Biotech trabaja para optimizar la producción de antineoplásicos y antivirales, un objetivo en el que, según su presidente, Jordi Martínez, "no cabe pensar que pueda circunscribirse a un territorio determinado. Hay que afrontar el mercado global". El 80 por ciento de las negociaciones de la compañía se producen con empresas extranjeras; por ejemplo, se ha firmado "un acuerdo industrial con Bristol Labs, del Reino Unido, y se está negociando simultáneamente con varias compañías asiáticas". Martínez se ha referido a una de las principales trabas para alcanzar un mercado global: "No ayudan las diferencias políticas y de criterio entre Europa y Estados Unidos, en forma de requerimientos regulatorios dispares que suponen una verdadera trampa de acceso".


Vivia Biotech
Andrés Ballesteros, de Vivia, cree que el primer paso clave para la internacionalización es la selección de los investigadores principales que validarán el producto en cuestión: "Tienen que ser líderes de opinión internacionales, nacionales o extranjeros". La compañía, por ejemplo, está validando su test de medicina personalizada para cánceres hematológicos "a través de colaboraciones con más de 20 líderes de opinión claves europeos, que representan respectivamente los principales mercados de la Unión Europea".

También ha explicado que "hay que ser muy selectivo y priorizar bien los mercados, especialmente para innovación en salud". Sin olvidar los mercados emergentes, muchos de ellos sudamericanos, pide "no olvidar que el mercado de salud de Estados Unidos representa casi la mitad del mundial".

No diluir esfuerzos en mercados poco adecuados es su consejo. Aviso para navegantes en una época presidida por el "hay que hacer más con menos".

El presente, y por supuesto el futuro, tienen forma de relaciones más allá de las fronteras

  • Alianzas
    Un total de 31 empresas biotecnológicas españolas (un 7 por ciento más en comparación con 2010) firmaron 48 alianzas internacionales el año pasado.
  • Más presencia
    Las empresas socias de Asebio contaban en 2011 con 90 filiales, sucursales u oficinas de representación en 30 países de los cinco continentes.
  • Actividades
    No tan relevantes como otras, pero con peso, están las actividades de 'licensing out', la labor de las oficinas de representación y la de los departamentos comerciales
  • Buscar confianza
    Fuera de España, no sólo en la UE sino en otros continentes, ya se conoce bien el sector español. Otra cosa es la confianza; se va ganando.
  • Multitud de socios
    Todo el mundo mira hacia Europa, pero de reojo se vislumbra Estados Unidos, Asia y los países emergentes

Paciencia para hacerse un hueco internacional

Que el sector necesita amplitud de miras es un hecho ya casi aceptado por todos los implicados. Si la internacionalización hubiera empezado a consolidarse antes, en los años de bonanza económica, todo sería mucho más fácil, pero España ha elegido (le ha tocado, más bien) fomentar las relaciones internacionales en plena crisis. Regina Revilla, presidenta de la Asociación Española de Bioempresas (Asebio), dijo hace unos meses en una entrevista con Diario Médico que el principal objetivo es crear "un entorno que facilite la internacionalización, como en todos los mercados emergentes. Se necesita financiación, alianzas... Si cuesta mucho entrar en mercados locales, por la aversión al riesgo, más difícil aún es llegar a los internacionales". El congreso BioSpain, que este año ha celebrado su VI edición, está facilitando que la marca España, al menos en lo que a biotecnología se refiere, se esté haciendo un nombre entre los mejores. Pero hay que dar tiempo al tiempo, como señaló Revilla: "Vamos poco a poco, y el cambio a mejor se va notando; pero vivimos un largo proceso de maduración". Estamos acostumbrados a esperar.

No hay comentarios: