miércoles, 16 de octubre de 2013

El director del hospital General era socio del gran adjudicatario de las resonancias | Comunidad Valenciana | EL PAÍS

El director del hospital General era socio del gran adjudicatario de las resonancias | Comunidad Valenciana | EL PAÍS

El director del hospital General era socio del gran adjudicatario de las resonancias

Sergio Blasco fue accionista de Centro Computerizado, empresa del presidente de Eresa

Eresa lidera la UTE ganadora del concurso de 497 millones de euros

Foto remitida por el PP en febrero del 2008 con motivo del acto de “nuevas afiliaciones” de profesionales valencianos. En el centro, Rafael Blasco, Rita Barberá y Alfonso Rus, y a su izquierda, Vicente Cervera, que fue radiólogo de Eresa; Francisco Trilles, entonces director comercial de Eresa, y Sergio Blasco, director del Hospital General de Valencia, entre otros.

El Hospital General Universitario de Valencia fue de los primeros en concertar con una empresa privada los servicios de TAC y de las resonancias magnéticas. En 1989, el presidente socialista de la Diputación, Francisco Blasco, firmó la contratación directa con Exploraciones Radiológicas Especiales (Eresa). Desde entonces, este hospital de la Diputación, después consorciado con la Generalitat, no ha dejado de trabajar con la empresa sin mediar concursos públicos. Su director-gerente desde 1999, Sergio Blasco, ha firmado varios contratos para mejorar y ampliar la relación estampando su nombre junto al del presidente de Eresa, Vicente Saus.
Ambos tenían, además, otros intereses. Sergio Blasco era accionista, al menos entre 2001 y 2002, de otra empresa presidida por Saus, Centro Computerizado de Levante, cuyo objeto social era la producción y emisión audiovisual tanto por cable como por ondas. Esta firma compartía hasta 2002 domicilio social (avenida de Campanar, 114, de Valencia) con Eresa, según figura en el Registro Mercantil. Centro Computerizado fue absorbida en 2007 por Iberdiagnosis, presidida también por Saus.
Con más de 30 años de experiencia en el sector, Eresa ha sido una de las principales beneficiarias de la polémica decisión de la Generalitat de mantener bajo el sector privado el diagnóstico de resonancia magnética de los pacientes de la sanidad pública valenciana. Lidera Erescanner Salud, la unión temporal de empresas (UTE) que ganó el último concurso convocado por la Consejería de Sanidad para prestar servicio en la gran mayoría de hospitales, entre 2008 y 2018, por un importe de 497 millones de euros. En 2000, obtuvo un par de lotes del concurso cuyo presupuesto ascendía a 166 millones de euros.
El responsable del hospital no le da importancia a la coincidencia
Estas adjudicaciones y sus costes generaron una intensa polémica política que se ha recrudecido al hacerse público el pasado agosto un informe de la Sindicatura de Comptes. El auditor de la Generalitat alerta de que la gestión pública ahorraría muchos millones de euros en las resonancias.
A todo ello aludió la diputada de Compromís, Mònica Oltra, en las Cortes Valencianas, cuando a principios de octubre pidió la creación de una comisión para investigar “el saqueo” de las resonancias orquestado por el PP. La portavoz adjunta de la coalición puso de ejemplo de la supuesta connivencia entre intereses públicos y privados la relación de una empresa del presidente de Eresa con Sergio Blasco, sobrino del que fuera presidente de la Diputación y del exconsejero de Sanidad del PP, procesado en el caso Cooperación por delitos como malversación o prevaricación, Rafael Blasco. Y mostró una fotografía de un acto de afiliaciones de profesionales al PP celebrado en 2008, en la que aparecen Sergio Blasco y algunos profesionales de Eresa, junto a varios dirigentes populares.
Sergio Blasco quitó ayer importancia al asunto y a sus acciones de Centro Computerizado. “Un amigo de Eresa me propuso participar en una sociedad. Era la época de la implantación del cable, de Ono. Me pareció una opción interesante e hice una inversión pequeña. Vendí las acciones uno o dos años después. No recuerdo muy bien”, explicó.
Preguntado por si le parecía normal ser socio de una empresa de un concesionario del hospital, respondió: “No le di ninguna importancia. Soy un profesional de la gestión sanitaria y estas cosas no influyen en mis decisiones. Es una cuestión absolutamente independiente. Es como si fuera accionista de Telefónica y el hospital no pudiera trabajar con ella”.
Sergio Blasco apuntó que cuando llegó al hospital había unos contratos y “durante todos los años intentamos racionalizar las peticiones de resonancias, optimizando los recuros y los costes”. Y sobre la exclusión de los concursos, añadió que la Generalitat, “que es la que paga las resonancias”, consideró que el consorcio no tenía un encaje legal sencillo, por lo que el centro siguió subrogando los contratos vigentes.
Hoy, la polémica de las resonancias continúa en las Cortes, con la presentación de una Proposición No de Ley del PSPV para revertir la gestión privada.

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