jueves, 10 de octubre de 2013

Sociedad Española de Farmacología Clínica (SEFC) :: El Médico Interactivo :: “La adecuada evaluación del posicionamiento, selección y utilización de los medicamentos es un elemento clave en la efectividad y eficiencia”

:: El Médico Interactivo :: “La adecuada evaluación del posicionamiento, selección y utilización de los medicamentos es un elemento clave en la efectividad y eficiencia”

“La adecuada evaluación del posicionamiento, selección y utilización de los medicamentos es un elemento clave en la efectividad y eficiencia”

 
 
Septiembre de 2013 - Ana Montero

El presidente de la Sociedad Española de Farmacología Clínica (SEFC), Antonio Portolés, ha concedido una entrevista a EL MÉDICO

Tradicionalmente se ha contado poco con la especialidad de Farmacología Clínica, pese a su intensa dedicación y a la participación de sus profesionales en posiciones destacadas que han inducido mejoras sustanciales en diferentes ámbitos de la atención sanitaria, regulación o formación. Los resultados de una buena evaluación de medicamentos, generalmente, no son visibles de forma directa, pero pueden ofrecer mejoras sustanciales en el ámbito de la calidad, efectividad, eficiencia y costes finales de la atención en salud, especialmente, en este momento en el que se cuestiona la sostenibilidad del sistema a diario. Desde la Sociedad Española de Farmacología Clínica (SEFC) defienden los principios de esta especialidad, en la que España ejerce un destacado liderazgo ya se encuentra entre los países europeos con más alto grado de calidad en la formación y prestación de servicios.
Como presidente de la Sociedad Española de Farmacología Clínica, ¿cuáles son los retos a corto, medio y largo plazo?
Crecer en la capacidad de servicio y utilidad de esta especialidad médica para con la salud de los pacientes y el sistema de salud; mejorar la comunicación de la especialidad, destinada a mejorar los resultados del uso de los medicamentos para la salud de los pacientes, ya que con ello se acercaría también más la especialidad a los pacientes; y mantener un nivel de competencia elevado y dar respuesta a los problemas relacionados con la utilización de medicamentos.
En síntesis, ¿cuáles serían las principales debilidades, limitaciones, fronteras y preocupaciones de la profesión?
Las de cualquier otra profesión o especialidad, la necesidad de superar las expectativas y garantizar la mejora continua.
Por el contrario, ¿cuáles son sus fortalezas?
El compromiso con la salud, la motivación, la cooperación con el resto de especialidades médicas y profesionales sanitarios. La integración de conocimientos de diferentes áreas: farmacología, patología, metodología, economía, bioética, regulación, etc.
En concreto, ¿cuáles son las que tiene la especialidad para desarrollarse dentro del Sistema Nacional de Salud?
Capacidad de cooperación con el resto de profesionales, alineamiento con el sistema de salud y con la salud de los paciente, y conocimientos transversales y capacidad de evaluación para la toma de decisiones, tanto de investigación, como de autorización, selección, y uso de medicamentos, lo que unido al compromiso con la salud supone un valor añadido para el sistema en los difíciles momentos actuales.
¿Es adecuada y suficiente la presencia de esta especialidad en los hospitales universitarios y terciarios?
Naturalmente a esto hay que contestar que no es suficiente. Se encuentra presente en hospitales universitarios (no en todos), aunque debería estar en todos los hospitales terciarios, si bien es algo que lamentablemente no se está cumpliendo a pesar del valor añadido que aporta esta especialidad, decisiones que resultan clave en el momento actual de cara a mejorar la efectividad y eficiencia de los procesos terapéuticos. En ocasiones, se prestan servicios entre centros, por ejemplo, para realizar evaluación de ensayos clínicos en los Comités de Ética de Investigación Clínica (CEIC). De un modo u otro, debería garantizarse el apoyo que puede prestar esta especialidad a la atención sanitaria y la salud de los pacientes, así como al propio sistema, ya que se verían beneficiados por ello.
¿Lo es en Atención Primaria?
Es muy escasa, destacando en cambio la presencia mayoritaria de licenciados en Farmacia, lo que indica que existe una necesidad que cubrir en materia de asesoramiento sobre medicamentos. La excelente disposición a colaborar de los farmacólogos clínicos hace pensar que sería una excelente iniciativa el abrir estos puestos de modo multidisciplinar, pudiendo llegar desde la Medicina o la Farmacia a prestar servicios complementarios de apoyo, evaluación, asesoramiento, etc. en lo que se aprovecharía mejor el conocimiento y experiencia, y aquí el servicio de salud y el paciente sólo pueden ganar. Puede decirse que sería un enorme acierto el avanzar en la creación de equipos multidisciplinares en este ámbito como los mencionados, y sorprende que no se haya avanzado ya en ello.
¿En España se reconoce y se valora adecuadamente la labor que desempeña el farmacólogo?
Tradicionalmente se ha contado de forma escasa con la especialidad, pese a su intensa dedicación, y a la participación de sus profesionales en posiciones destacadas que han inducido mejoras sustanciales en diferentes ámbitos de atención sanitaria, regulación o formación entre otros. Su labor se ve diluida en un entorno de múltiples especialidades, identificadas generalmente por un órgano o patología. Los resultados de una buena evaluación generalmente no son visibles de forma directa, pero pueden ofrecer mejoras sustanciales en el ámbito de la calidad, efectividad, eficiencia y costes finales de la atención en salud.
¿Existe paro en esta especialidad? ¿Cuál es el futuro laboral de los farmacólogos clínicos en España?
Hasta hace poco no ha sido un problema la disponibilidad de salidas laborales para la especialidad de Farmacología Clínica, aunque los puestos creados en el Sistema Nacional de Salud han sido muy escasos. Las funciones desempeñadas en relación con la investigación (comités éticos, unidades de apoyo), regulación (agencia de medicamentos, organismos), farmacovigilancia, selección de medicamentos (comisiones hospitalarias de los hospitales) son muy apreciadas por las entidades que cuentan con un farmacólogo clínico, y pueden ser vistas con cierto recelo por algún otro colectivo. La flexibilidad, conocimientos extensos y multidisciplinares sobre la investigación, selección y uso de medicamentos de la especialidad, hacen que la salida laboral en entidades privadas, fundamentalmente dedicadas a la investigación y a la producción de medicamento sea frecuente y apreciada.
¿En qué momento se encuentra la formación especializada en Farmacología Clínica en España?
Se mantiene estable en cuanto a las unidades acreditadas de formación, y el número de plazas anuales, que normalmente se cubren. La escasa promoción de empleo público en el área puede producir cierto desánimo en el personal en formación, pero la calidad de la misma garantiza un buen resultado formativo.
¿Y en el ámbito europeo?
La evolución es pareja en el ámbito europeo, con ciertas limitaciones para el empleo público.
¿Cómo valora el papel actual de los Comités Éticos de Investigación Clínica (CEIC) dentro del SNS?
Los CEIC abrieron un camino esencial en la investigación clínica, y desempeñan un papel fundamental. Permiten una mejora de la calidad de la investigación, y una garantía de los derechos fundamentales del paciente. Demuestran un alto grado de desarrollo funcional y relacional, así como una mejora continuada de la formación de sus miembros para garantizar el reto de realizar evaluación ética de la investigación clínica en un entorno de terapias continuamente en evolución.
¿Cómo debe ser la formación continuada de los miembros de Comités de Investigación?
Sobre una buena base de fundamentos de investigación, bioética, y aspectos específicos complementarios entre los diferentes miembros (especialidades médicas, quirúrgicas, oncológicas, farmacia, metodología, legislación, etc.), la formación continuada debe permitir avanzar en la resolución de los problemas emergentes en la evaluación de la investigación. Estas controversias suelen aparecer con tratamientos nuevos, o nuevas formas de aplicarlos, por lo que debe destacarse el método de evaluación ética y la regulación sobre investigación, así como nuevas tecnologías para el desarrollo de sus funciones. En este entorno, destaca la formación multidisciplinar del médico especialista en Farmacología Clínica, con un muy elevado nivel de competencia en el entorno de los CEIC.
¿Qué papel ocupan las guías de práctica clínica en los hábitos de prescripción?
Una vez superada la barrera de la prescripción apoyada fundamentalmente en la experiencia personal, y desarrollada la metodología del conocimiento basado en pruebas, los protocolos y guías de práctica clínica se van imponiendo y desarrollando. Aunque están en continuo crecimiento, no es fácil adelantarse a los acontecimientos, es decir, resulta más difícil de protocolizar lo más reciente, si bien la evaluación de la información generada durante la investigación de un nuevo medicamento puede permitir un aceptable grado de acierto a la hora de introducirlo en un posicionamiento determinado. Este tipo de evaluación es especialmente adecuado para ser realizado por la especialidad de farmacología clínica.
En el ámbito de la especialidad, ¿qué se hace en España que no se haga fuera y, al contrario, qué se hace fuera de nuestras fronteras que no hagamos aquí? ¿Qué lugar ocupa nuestro país dentro de esta especialidad? ¿España es referencia en este sector?
En lo relativo a la especialidad de Farmacología Clínica, en España, se realizan todas las actividades que se hacen fuera. De hecho se encuentra entre los países europeos con alto grado de calidad en la formación y prestación de servicios, y ejerciendo un destacado liderazgo, y es referencia en Iberoamérica, con la que compartimos un idioma común y grandes posibilidades de interacción.
En otro orden de cosas, y dada la situación que estamos viviendo, ¿cómo valora el panorama sanitario español actual? ¿En qué medida afectan a los servicios de Farmacología Clínica, y en definitiva a la especialidad, los recortes que se vienen produciendo?
El panorama sanitario actual es el reflejo de unos acontecimientos generales marcados por un cambio de ciclo económico, debido a la imposibilidad de sostener un modelo de funcionamiento previo apoyado en una disponibilidad de recursos superior a la actual. En este caso la situación lleva a un cambio de modelo, que suponga, idealmente, menor consumo de recursos, menos personal, etc. La especialidad de Farmacología Clínica tiene un enorme potencial en situaciones como estas, debido a que es en los momentos críticos cuando las decisiones acertadas tienen mayor valor. Reconociendo la importancia que tienen procedimientos como compras, adecuación de stocks y dispensación, la adecuada evaluación del posicionamiento, selección y utilización de medicamentos es un elemento clave en la efectividad y eficiencia, y por ello esencial para tratar de mantener servicios básicos y de calidad del modo más eficiente. Es en momentos como estos cuando debería darse mayor oportunidad a la colaboración, romper barreras entre profesionales, y aprovechar al máximo el potencial que ofrece esta especialidad para el Sistema Nacional de Salud. La posición de la Farmacología Clínica, entre los médicos clínicos, los pacientes, la regulación, las alternativas farmacológicas, la Farmacia, la metodología de evaluación, etc., podría ofrecer mucho más de lo que se le da opción, si, por ejemplo, se compartiera el uso de la información sobre medicamentos. La cooperación de nuestra especialidad con áreas de gestión y de Farmacia se ha demostrado en numerosas ocasiones y debería potenciarse en mayor medida para el bien de todos y mayor utilidad del sistema.
En esta misma línea, es una realidad que España es puntera en investigación farmacológica y, sin embargo, por todas partes nos enfrentamos a recortes del presupuesto y un apoyo estatal cada vez más reducido, ¿se está produciendo una fuga de talento?
Varias realidades pueden darse al mismo tiempo, la de contar con un importante potencial en investigación y la de que aportando más recursos es posible realizar más acciones. En este caso, los recursos para investigación se han visto intensamente afectados, y el reto es salvar la mayor parte de la actividad, con menos recursos. Ello hace que haya que ser más selectivo, sobre todo en materia de selección de aquello con más posibilidades de producir resultados relevantes y de ser transferidos a la sociedad, y también que haya muchas acciones que no puedan salir adelante. Una vez más, será necesario un cambio de modelo, adelgazando todo lo que sea prescindible, para salvar lo esencial y tratar de salir adelante, pero el riesgo es elevado, sobre todo en materia de recursos humanos. Conseguir un profesional bien formado y altamente competitivo en investigación es un proceso largo y costoso, su pérdida por no poderlo mantener y tenga que emigrar puede suponer un retraso de muchos años. En este escenario, la participación de fondos privados, para lo que debe destacarse la rentabilidad de la investigación, así como la máxima calidad y competitividad de procedimientos, es esencial.
En octubre se celebrará el XXVI Congreso de la Sociedad Española de Farmacología Clínica, ¿cuáles serán las principales novedades?
El Congreso Nacional se desarrolla anualmente, en este caso se desarrollará en Cádiz, lugar de hermoso atractivo y que cuenta con reconocidos profesionales. Los aspectos clínicos, éticos y económicos de nuevas terapias, la formación, y el desarrollo de guías de práctica clínica serán elementos clave sobre los que se apoyará la reunión, así como discusión sobre la mejora de la selección y eficiencia de los medicamentos. Como en anteriores ocasiones, se esperan numerosas comunicaciones.

No hay comentarios: