martes, 22 de octubre de 2013

Tumores sin cirugía para reducir costes e ingresos - DiarioMedico.com

Tumores sin cirugía para reducir costes e ingresos - DiarioMedico.com

Como la ablación percutánea

Tumores sin cirugía para reducir costes e ingresos

Radiólogos reclaman técnicas mínimamente invasivas guiadas por imagen, como la ablación percutánea, incluso en los hospitales comarcales.
Santiago Rego. Santander   |  22/10/2013 00:00

José Luis del Cura, Gerardo López Rasines y Javier Arnaiz
José Luis del Cura, Gerardo López Rasines y Javier Arnaiz, en Santander. (Roberto Ruiz)

El tratamiento de tumores sin cirugía mediante técnicas de ablación mínimamente invasivas y guiadas por la imagen no ha de ser, como hasta ahora, un patrimonio exclusivo de los grandes hospitales, sino que las administraciones y los gestores han de  hacer un esfuerzo para introducir esta técnica en los hospitales comarcales, ya que reduce costes de quirófano y de hospitalización, al ser mucho menos agresiva, y favorece una recuperación del enfermo más rápida al rebajarse, también, las contraindicaciones y los efectos secundarios.

Así se ha expresado José Luis del Cura, radiólogo del Hospital de Basurto, en Bilbao, que ha moderado una mesa redonda sobre ablación percutánea en el VII Congreso de la Sociedad Centro Norte de Radiólogos (Cenora) y III edición de las Jornadas Radiológicas del Hospital Marqués de Valdecilla, que se han celebrado en Santander.
Según Gerardo López Rasines, jefe de Radiodiagnóstico de Valdecilla, la ablación percutánea no sólo tiene menos complicaciones que la cirugía tradicional, sino que su coste es también menor, al evitar el uso de anestesia general y de quirófanos convencionales y reducir, de paso, la hospitalización. "Aunque sus indicaciones están condicionadas por el tamaño y la cantidad de tumor, la ubicación y el tipo de tejido, empezó a aplicarse en tumores hepáticos y hoy se utiliza en tumores renales, óseos, pulmonares, tiroideos y mamarios, entre otros".  

Alternativa eficaz
Desde que comenzó a utilizarse a finales de los años 90, la ablación se ha convertido en una alternativa eficaz a la resección quirúrgica cuando ésta no puede aplicarse en el paciente con cáncer por edad avanzada o enfermedad concomitante. "Las ventajas son muchas, ya que, al ser mínimamente invasiva, reduce tanto los riesgos de la cirugía convencional como el tiempo de convalecencia, con el ahorro que ello supone para el sistema sanitario. Estas técnicas se aplican de forma casi ambulatoria, y la reincorporación del paciente a su vida normal es notablemente más rápida", ha señalado López Rasines.

En el terreno de los costes y, a criterio de Del Cura, la ablación percutánea es "ideal para los hospitales comarcales, porque una aguja percutánea cuesta 1.000 euros, y el coste de una cirugía con ingreso es mucho mayor. Los gerentes han de tener en cuenta estas variables, ya que estas unidades de imagen intervencionistas resultan muy económicas en este tiempo de crisis".

Técnicas de imagen
De la misma opinión  es Javier Arnáiz, presidente del comité científico del Congreso y radiólogo de Valdecilla. "Los avances registrados en imagen permiten al radiólogo, primero, diagnosticar tumores y localizarlos con gran precisión y, después, planificar el tratamiento, que se realiza generalmente mediante agujas o sondas finas que se introducen por vía percutánea, sin necesidad de incisión quirúrgica, y con el objetivo de localizar y destruir el tejido canceroso al tiempo que limitar el daño al tejido sano que rodea el tumor".

A juicio de Del Cura, los radiólogos cada vez participan más en las decisiones sobre tratamientos en pacientes con cánceres. "Los radiólogos somos una especialidad clínica, no de silla como algunos piensan, que ha de superar esa imagen tradicional limitada a informar las imágenes. Tenemos que decirles a los gestores que somos útiles no solo en el diagnóstico, sino también en el tratamiento".

Perder el miedo
El reto en ablación percutánea supone definir bien las indicaciones de primera elección en algunos procesos, tal y como ya ha ocurrido en  algunos tumores de hígado. "Todos los radiólogos de Valdecilla [41 adjuntos y 12 residentes] hacen intervencionismo, porque un hospital no puede ser excelente sin unos servicios centrales excelentes. Hay que perder el miedo a este tipo de tratamientos, y que no sean sólo reservados a los hospitales grandes, dado que hay que extenderlos a los comarcales", según Arnáiz.

Va incluso más allá y sostiene que la ablación percutánea "ha venido para quedarse" en el abordaje de cada vez mayor número de tumores, y para sustituir en muchos casos a la cirugía como indicación de primera elección. "El rol tradicional del radiólogo ha sido el diagnóstico, pero cada vez es más intervencionista, lo que obligará a una colaboración mayor entre radiólogos, cirujanos y oncólogos".

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