La consejera de Salud andaluza reclama un debate nacional sobre la prestación farmacéutica

Madrid (18/11/2014) - Silvia C. Carpallo

Mª José Sánchez Rubio alaba que la OMC se haya involucrado de manera histórica en este debate, mientras que por su parte, el consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, José Ignacio Echániz, ve necesario un debate diferente que permita desarrollar la libre elección a nivel nacional para aportar más cohesión al sistema

"Es muy importante que la OMC se haya pronunciado sobre el sector farmacéutico, es algo inédito e histórico, y muy cercano a los intereses de los sistemas públicos de salud, pese a que tengamos discrepancias sobre algunos puntos del informe". Con esta idea introducía Mª José Sánchez Rubio, consejera de Salud de Andalucía, el debate sobre el futuro sanitario en el contexto de la IV Convención de la Profesión Medica, en el que centraba su intervención en la necesidad de "tener un debate nacional sobre este tema", ya que es uno de los factores clave para conseguir una mayor cohesión del sistema.

Le recriminaba por su parte el consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, José Ignacio Echániz, también interviniente en este foro, que es difícil hablar sobre cohesión cuando algunas autonomías toman decisiones unilaterales sobre farmacia, poniendo de ejemplo precisamente las subastas andaluzas. Sin embargo, proponía otro debate diferente en cuanto a cohesión, y era el de "desarrollar más elementos que tengan que ver con la libre cohesión", lo cual supondría a su vez "condicionar el futuro de nuestros sistemas, porque tendría como condición la necesidad de medir y evaluar para decidir".

Precisamente abordando retos futuros del SNS, Echániz citaba aspectos, ya por todos conocidos, como la cronicidad, y el envejecimiento, y es por tanto necesario abordar una transformación del sistema para alcanzar su sostenibilidad, teniendo en cuenta que "esta transformación tiene que ser todos los días, sin ideologías trasnochadas que lo lastren". Así ponía este reto en mano de los médicos declarando que "la OMC puede servir o bien de palanca o de rémora, eso depende de cada uno de los profesionales".

La bajada del PIB

Uno de los temas que, sin duda, ha sido protagonista en este foro es la futura medida ya anunciada por el Gobierno de disminuir el porcentaje del PIB dedicado a Sanidad al 5,3 por ciento para 2015. A este respecto, Sánchez Rubio concluía que "la sostenibilidad va a ser muy compleja si esto se lleva a cabo, tiene que haber un equilibrio entre eficacia y eficiencia, priorizar para no poner en riesgo la economía, pero tampoco el sistema. Hay unos mínimos para el presupuesto, y estos deben estar entre el 6 y el 7 por ciento para que no se rompan las costuras del sistema".

Por su parte, Echániz justificaba que lo que hay que entender es que lo que ha disminuido es el PIB y por tanto lo que ocurre es que, pese a los esfuerzos de las CC.AA. por mantener los presupuestos sanitarios se ha reducido el tamaño de la tarta y por tanto también la porción de la misma.

Conclusiones de la IV Conferencia de la Profesión Médica

La profesión médica, reunida en su IV Convención, tras diversos debates y votaciones presenciales ha desarrollado un total de 23 conclusiones resultantes del contenido de las 12 mesas que han configurado el programa de esta Convención. La primera de las mismas y más destacada era la necesidad de reiterar su total compromiso con el modelo de sistema nacional de salud público, de cobertura universal y equitativa.

Entre otros de los puntos más destacados de dichas conclusiones cabe reseñar que las tasas de precariedad y subempleo en el sector médico son ética y profesionalmente inaceptables; que es necesario acabar con el "gerencialismo cortesano" y construir un marco profesionalizado de la mano de la gestión clínica; que una política farmacéutica que no considere unos determinados objetivos en resultados de salud y la implicación de los prescriptores está abocada al fracaso; que es igualmente urgente y esencial la creación de una Agencia de Evaluación de ámbito nacional e independiente; y por último que los colegios de médicos han de ser capaces de ver claras sus responsabilidades profesionales, sociales y éticas derivadas de los nuevos escenarios.