miércoles, 18 de marzo de 2009

URGENCIAS ASISTENCIALES y respuestas

TRIBUNA ABIERTA Y ANÁLISIS
EL MÉDICO INTERACTIVO - ESPAÑA
Marzo 2009

La respuesta al atasco de las urgencias hospitalarias pasa por los centros geriátricos

Alberto López Rocha

Presidente de la Sociedad Española de Médicos de Residencias (SEMER)

Madrid (17-3-09).- De todos es conocido que alrededor del 17 por ciento de la población española actual, casi 7.500.000 de personas, superan los 65 años, muchos de ellos con pluripatología y un consumo medio de 3,5 medicamentos por persona. A nivel de centros geriátricos, están institucionalizados cerca de medio millón de personas mayores de 65 años, estos con un sesgo mayor de patologías y por consiguiente, de complicaciones.

Los centros geriátricos en nuestro país supera con creces los 5000, atendido por personal sociosanitario en su mayoría y con unos recursos variables, dependiendo del estamento al que se pertenece y las ganas de los mismos. Con la entrada en vigor de la llamada popularmente como Ley de Dependencia, se están elaborando unas normas de calidad para atender a estas personas, entre las que se encuentra la formación, pero poco o muy poco se habla de dotación de recursos y mucho menos se habla de la participación directa de las Consejerías de Sanidad en el proyecto, excepto Castilla-La Mancha, que ya ha asumido su labor sanitaria, iniciada mediante el paso del personal sanitario dependiente de Asuntos Sociales a Sanidad, antes de la convergencia de ambas Consejerías.

Parece ser que cuando se habla de niveles asistenciales en nuestro país se olvida mencionar el ‘nivel asistencial intermedio’, ya que es el nivel donde se encuentran los centros geriátricos a caballo entre la Atención Primaria y los Hospitales, pues dispensan una atención mayor que en AP y lógicamente no tienen los recursos que un hospital, por consiguiente, tiene una cabida muy importante dentro del Sistema Nacional de Salud, cuando hablamos de saturación de hospitales y desburocratizar la AP.

Desde SEMER proponemos que los centros geriátricos pasen a ser gestionados por ambas Consejerías, Sanidad/Asuntos Sociales, cada uno dentro de su parcela, sumando medios para dar un mejor aprovechamiento de los recursos y medios sociosanitarios de que disponen. Debemos recordar que la propia Ley de Dependencia recoge la petición de ayuda a Sanidad, pues bien, no hay que pedir ayuda, los dos deben ir de la mano para lograr una mejor atención al dependiente, al anciano y mejorar las condiciones de los profesionales que los atienden, haciéndose extensiva la medida a los MAP y estructura de los hospitales.

La saturación que sufren la mayoría de la urgencias hospitalarias en épocas de epidemias o incrementos de patologías se da, sobre todo, entre las personas con edad geriátrica, muchos derivados desde los propios centros geriátricos, al carecer muchas veces de medios y recursos suficientes para atenderles en el centro, y otros, derivados desde la Atención Primaria por otros motivos estructurales e infraestructura domiciliaria. Todo puede tener solución a través de los centros geriátricos tanto públicos cono concertados.

Ocupándose directamente Sanidad de los recursos y profesionales sanitarios que actualmente gestiona Asuntos Sociales, como son centros de rehabilitación, disminuidos psico-físicos y centros geriátricos, se podría dar una mejor cobertura a los hospitales, los centros de salud y unidades rehabilitadoras, simplemente con la creación en los centros de unas áreas específicas que pueda recepcionar a pacientes hospitalarios que requieren unos cuidados mínimos que no se le pueden proporcionar en el domicilio pero sí en los mencionados centros, adecuados previamente a esas necesidades, derivándoles a los mismos y una vez completado las indicaciones del hospital y sin complicaciones, directamente desde los centros sociosanitarios al domicilio, evitando estancias prolongadas en los hospitales y sus urgencias.

La derivación que actualmente se realiza de los hospitales, si existiera una buena coordinación con los mismos, creando la figura de uno o dos coordinadores hospitalarios que sirvieran de enlace con sus centros hospitalarios, agilizarían la permanencia de los mismos en las urgencias hospitalarias, retornando en el menor tiempo posible, nuevamente a los centros. Prueba de ello es la existencia de algunas unidades de pluripatologías existentes en pocos hospitales y que tienen línea directa con sus centros geriátricos de referencia. Un ejemplo concreto: una persona que ha sufrido una reagudización de su EPOC en la residencia y se deriva al hospital por sospecha de neumonía y requiere alguna prueba diagnóstica. Pues bien, si existiera la figura de línea directa con el coordinador de esa unidad de pluripatología, le realizaría las pruebas diagnósticas y una vez confirmado el diagnóstico, volvería a remitirlo al centro para tratamiento, sin necesidad de ingreso hospitalario, salvo complicaciones mayores que no pueden ser tratadas en el geriátrico. Todo se traduce en una mayor agilidad, mejor calidad asistencial y aprovechamiento de los recursos existentes.

La creación de consultas externas en los centros de discapacitados, geriátricos y centros rehabilitadores para atender a la población cercana a los mismos y dependientes de los centros de salud del lugar, atenuaría la demanda que actualmente están sufriendo los MAP, para lo cual se requiere dotarlos de sistemas informáticos cruzados entre los CS y geriátricos, así como compañías, intercambio formativo donde se involucrarían las Sociedades Científicas relacionadas (SEMER, SEGyG, Sociedades Geriátricas autonómicas, SEMES, SEMI, agencias oficiales formativas), autovisados de medicación que no tiene su sentido que pase por inspección médica, saturando los mismos, ya que el profesional que trata es el que debe prescribir, pues conoce mejor al paciente y los lugares que ya lo tienen. No se ha disparado el gasto por ese motivo.

En definitiva, el aprovechamiento de los recursos actuales, sumando la aportación de las Consejerías que actualmente las tienen dentro de su programa, sería una respuesta muy buena a las necesidades actuales que demanda nuestro SNS y las particulares de los usuarios.


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