aportes a la gestión necesaria para la sustentabilidad de la SALUD PÚBLICA como figura esencial de los servicios sociales básicos para la sociedad humana, para la familia y para la persona como individuo que participa de la vida ciudadana.
martes, 30 de junio de 2009
ENFERMOS TERMINALES: manual de asistencia
EL MÉDICO INTERACTIVO
ESPAÑA
Un manual proporciona a los médicos los conocimientos básicos para cubrir las necesidades físicas, psíquicas, sociales y espirituales del enfermo terminal
Redacción
"Serviría de muy poco implantar un tratamiento farmacológico, por correcto que fuese, si no va acompañado de un intenso soporte emocional", ha explicado el presidente de la Comisión Central Deontológica de la OMC y uno de los autores, el doctor Marcos Gómez Sancho
Madrid (30-6-09).- Los expertos señalan que aunque cada vez existen más avances en tratamientos todavía existen enfermedades como el cáncer, patologías neurodegenerativas, insuficiencias orgánicas, etc., que desembocan en la muerte. Por otro lado, el aumento de la esperanza de vida se refleja en un incremento de personas mayores, muchas de ellos en geriátricos, que presentan enfermedades terminales asociadas a la edad. Asimismo, también se ha experimentado un aumento de enfermedades crónicas que van poco a poco deteriorando a la persona que las padecen y que requieren unos cuidados especiales. Por todo ello, cada vez cobran más peso los cuidados paliativos.
Con el objetivo de proporcionar a los profesionales sanitarios los conocimientos básicos en lo que se refiere al control de los síntomas del enfermo en situación avanzada y terminal, se ha publicado el manual “Cuidados Paliativos, control de los síntomas”, elaborada por los doctores Marcos Gómez Sancho, presidente de la Comisión Central Deontológica de la OMC, y Manuel Ojeda Martín, ambos de la Unidad de Medicina Paliativa del Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín.
El manual proporciona a los profesionales sanitarios los conocimientos básicos para cubrir las necesidades del enfermo terminal tanto físicas, psíquicas, sociales y espirituales. “Nuestro objetivo debe ser cubrir las necesidades del enfermo terminal. Serviría de muy poco implantar un tratamiento farmacológico, por correcto que fuese, si no va acompañado de un intenso soporte emocional. No hay que olvidar el apoyo, la comunicación o la compasión para ofrecer confianza, seguridad y esperanza”, ha explicado el presidente de la Comisión Central Deontológica de la OMC.
Asimismo, “debemos tener en cuenta que nuestro objetivo terapéutico no es sólo el enfermo, sino también sus familiares. Este extremo debe tenerse siempre presente y por este motivo se ha destinado en estos protocolos un espacio para la atención a la familia”, ha apuntado el doctor Gómez
El médico no siempre presta la suficientemente atención a los cuidados paliativos. “Los modernos recursos de que disponen la Medicina han creado en los ciudadanos una especie de delirio de inmortalidad y en los profesionales un cierto sentimiento de omnpotencia que ha llevado al médico a confundir su vocación. Se ha potenciado la misión curativa y se ha olvidado su auténtica misión, esto es, aliviar el sufrimiento humano”, ha señalado el doctor Gómez Sancho.
En ocasiones, el médico llega a la conclusión de que, desde el punto de vista “curativo”, poco se puede hacer por el enfermo terminal. De ahí que su dedicación a este tipo de pacientes no sea tan intensa como la prestada a enfermos afectados de otras patologías “curables”. “A mi juicio esta actitud del profesional viene marcada por tres motivos. Por una parte, el estudiante de Medicina no recibe en la Universidad prácticamente ninguna formación en este sentido, encontrándose desprovisto de recursos para hacer frente a la tremenda cantidad de problemas que estos enfermos suelen presentar. En segundo lugar, y aunque sea subsconscientemente, el médico interpreta el acercamiento de la muerte de su enfermo como un fracaso profesional. Por último, y antes que doctos eruditos, los médicos somos seres humanos y como tales difícilmente asumimos el asunto de nuestra propia muerte”, ha apuntado el presidente de la Comisión Central Deontológica de la OMC.
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