Luis T. Mercé: "La ética debe ser compatible con la ciencia"

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Luis T. Mercé: "La ética debe ser compatible con la ciencia"

Ginecólogo, profesor universitario, buen comunicador y mejor conversador. A fuerza de observar, trabajar y, ahora, escribir sobre células madre, Mercé las trata como sus células hijas.

Francisco Goiri - Martes, 23 de Junio de 2009 - Actualizado a las 00:00h.


Secretario general de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, miembro numerario de otras cinco sociedades científicas nacionales y diez internacionales, profesor universitario, codirector de la Unidad de Fecundación In Vitro y Genética Médica del Hospital Ruber..., Luis T. Mercé se lo sabe todo sobre las células madre de cordón umbilical y, además, tiene tiempo para contarlo en un libro. Lo acaba de publicar con un título casi tan largo como su currículo: Células Madre, Preguntas y respuestas sobre la donación y conservación de sangre del cordón umbilical.

Perdóneme la frivolidad, pero ¿cómo puedo explicar en la cola de la frutería qué es una célula madre?
-Muy fácil. Es aquélla capaz de generar células similares a ella, pero también tipos nuevos, muy diferentes a ella. Dígales, además, que tienen un enorme potencial, porque son la base de la Medicina Regenerativa, que en algunos aspectos puede parecer lejana, pero está más cerca de lo que pensamos. Aún no sabemos lo que puede dar de sí esta Medicina, pero es como cuando compras una buena obra de arte de un pintor joven: todavía no goza de reconocimiento oficial, pero tú sabes que tiene un enorme potencial.

¿Y qué ventajas tienen las de cordón umbilical sobre las de la médula ósea, por ejemplo?
-Su obtención es más fácil, rápida y barata. La extracción se hace mediante un procedimiento sencillo y totalmente inocuo para la madre y para su hijo. Además, generan menos problemas de rechazo que las de la médula ósea y, pese a ser células adultas, se comportan de forma muy parecida a las células embrionarias, pero sin los tremendos problemas éticos, legales e incluso médicos que tienen éstas.

¿Esos "tremendos problemas" de los que habla no son cortapisas a la investigación científica?
-La experiencia nos demuestra que poner ciertos límites no perjudica el progreso científico. En el caso de las células embrionarias, las cortapisas éticas son una garantía de que no se produzcan ciertos desmanes. Soy un ferviente defensor de los avances científicos, pero deben ser compatibles con normas éticas internacionales. Y hablo de ética, no de moralidad o religión.

No parece que España esté muy mentalizada de la necesidad de conservar la sangre del cordón.
-Pues los datos contradicen esa impresión. España es el segundo país del mundo, detrás de Estados Unidos, en la donación de sangre de cordón umbilical, y de los 7.000 trasplantes anuales que se hacen de esta sangre en el mundo, 500 se practican en España. Hemos avanzado mucho en los últimos cinco años.

Vamos, que hace 6 años una embarazada que le pidiera a su médico la sangre del cordón era poco menos que un bicho raro.
-Pues una de las primeras que lo pidió, en 2002, fue precisamente una mujer que yo atendí. Venía de Venezuela, donde sus amigas tenían costumbre de guardar la sangre del cordón. Enviamos la bolsa a un banco privado de Boston, y entonces era tan inusual que la interceptaron en Barajas y me llamaron desde la aduana. Me dijeron que si estaba loco, que cómo se me ocurría sacar un producto orgánico a través del aeropuerto.

¿Me aconseja entonces que guarde la sangre del cordón de mi futuro hijo?
-Siempre. Además, que la guarde no quiere decir que vaya a necesitarla, pero es igual que con un seguro de vida: prefieres no usarlo, pero lo contratas. Y si no se puede conservar en un banco, público o privado, por razones económicas, siempre se puede donar, pero nunca hay que tirarla. Además, le aseguro que no es tan caro.

¿ De cuánto hablamos?
-El coste de una bolsa en un banco público oscila entre los 1.300 y los 1.800 euros, y en uno privado, entre 1.000 y 2.000. Luego está el coste anual de conservación de la bolsa: se la guardan de 20 a 25 años por menos de 100 euros al año.