Juan Carlos March y Mª Ángeles Prieto
Diariomedico.com
ESPAÑA
Buenos y malos profesionales: La comunicación con pacientes los delata
Un/a buen/a médico/a es un/a profesional que además de competencias técnicas tiene competencias relacionales. No se entiende hoy en día un buen profesional de la medicina sin unas buenas habilidades emocionales y de comunicación que ayuden a una mejor implicación del paciente, a que éste participe en la toma de decisiones que afectan a su salud, que haga que el paciente se sienta escuchado, que consiga que exista un grado importante de empatía, que facilite que los/as pacientes puedan preguntarle...
Joan Carles March y María Ángeles Prieto - Miércoles, 22 de Julio de 2009 - Actualizado a las 13:01h.
De este perfil encontramos personajes en las series de la televisión. Los/as médicos/as de la serie Anatomía de Grey nos enseñan en muchos de los capítulos cómo hacerlo mejor, cómo relacionarse, cómo empatizar, cómo sentir con los/as pacientes. Y ahora aparece un nuevo personaje en las historias positivas de profesionales sanitarios cercanos, empáticos, que escuchan, que se dejan preguntar... Es Jack Gallagher en la serie Mental.
El Dr. Gallagher es un psiquiatra rebelde que llega como nuevo director del centro de salud mental de Los Ángeles y desconcierta a sus compañeros y jefes por sus métodos que utiliza. La serie nos muestra un médico simpático, encantador, empático, cercano a sus enfermos y que tiene una peculiar habilidad: meterse en los secretos de la mente de sus pacientes para conocerles a fondo, brindándonos imágenes de ese universo recóndito. Es un House al revés. Es brillante en sus diagnósticos y tratamientos, pero no nos enseña el lado oscuro habitual del famoso médico de la Cuatro.
Joven y atractivo, con toques de intriga y humor, brillante y rebelde, con métodos poco convencionales que irritan a sus compañeros y alteran el orden establecido. Seductor y familiar, médico anticonvencional que pasa por quedarse en cueros ante la plantilla del hospital para apaciguar a un enfermo de esquizofrenia. Y que pasa por hacer cualquier cosa por los pacientes que atiende. Y todo ello nos genera preguntas del tipo: ¿Ayudará la serie a entender mejor los enfermos mentales? ¿Minimizará el estigma de la sociedad y los medios de comunicación hacia el paciente mental? ¿Podrán los programas que luchan contra el estigma basarse en esta serie para ganar adeptos a una causa que a veces parece tan difícil? ¿Facilitará la serie entender la realidad de que uno de cada cuatro tiene una enfermedad mental y que por tanto es importante que no decidamos por la cara?
¿Ayudará la serie 'Mental' a entender mejor los enfermos psiquiátricos?
En la otra parte, del otro perfil está House. House es el ejemplo del médico borde, distante, que machaca, que va directo al tema sin importarle cómo lo vive el paciente. Y entre las nuevas apariciones, está Vilches, de profesión médico de Urgencias del Central y de afición estar todo el día de mal humor. Vilches, al que se le define como el cínico y antipático House a la española, vuelve a los pasillos del Central para hacer la vida imposible a colegas y pacientes. Casi dos años hemos estado sin Vilches (desde el 12 de diciembre de 2007) y ahora vuelve para compensar, con House, la llegada del nuevo bueno.
Es evidente que las historias sobre médicos/as inspiran a los guionistas y alimentan las audiencias. El secreto de su triunfo sigue siendo una incógnita, pero las series médicas se mantienen en la programación temporada tras temporada y ya forman parte de la historia de la televisión. La prueba de ello la tienen la mítica Urgencias u Hospital Central, MIR, Anatomía de Grey, House, Dr Mateo... y ahora Mental. En esta serie también los enredos amorosos van a ir de la mano de los aspectos más científicos y de relación profesional-paciente, una mezcla indispensable para el éxito.
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