aportes a la gestión necesaria para la sustentabilidad de la SALUD PÚBLICA como figura esencial de los servicios sociales básicos para la sociedad humana, para la familia y para la persona como individuo que participa de la vida ciudadana.
viernes, 28 de agosto de 2009
5to. Encuentro Nacional sobre Políticas de Medicamentos
5to. Encuentro Nacional sobre Políticas de Medicamentos
Discurso del Presidente de CILFA
Dr. Rubén Abete
Señor Interventor de la ANMAT Dr. Ricardo Martinez, Señor Presidente de la Comisión de Salud de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación Dr. Héctor Silvestre Begnis, Señor Presidente de CONFECLISA Dr. Gustavo Mammoni, autoridades de la ASOCIACIÓN MEDICA ARGENTINA, de la revista PRESCRIBE, señoras y señores:
En los últimos tiempos, ha sido –en general-, una circunstancia poco común participar de encuentros científicos y/o académicos en el que se discutan en profundidad aspectos relevantes de la política de medicamentos.
En efecto, otras han sido las urgencias de orden político, económico o social, más allá de que en los últimos tiempos hemos debido transitar duras experiencias a nivel sanitario y epidimiológico como lo fueron recientemente el dengue y la gripe A H1N1.
No obstante y a pesar del impacto social y en la gente la problemática de la política de medicamentos ha estado ausente de la agenda nacional; no ha sido un tema prioritario.
Ello es bueno por un lado porque indica que las necesidades de abastecimiento y la calidad de los productos está siendo asegurada por la industria farmacéutica nacional pero al mismo tiempo representa una señal de políticas de salud pública de largo plazo.
Por ello resulta importante reconocer la iniciativa de la revista PRESCRIBE estimulando el análisis de esta temática y actuando como una interfaz entre la actividades públicas y privadas para abordar el futuro de la política de medicamentos en el país.
Dicho esto me concentraré en presentarles la visión desde la industria” de la política de medicamentos y en definir cuales son nuestros principios en materia de una política de medicamentos. En ese sentido, nuestra posición es la de acompañar una política de medicamentos formulada por el estado nacional entendida como un conjunto de reglas tendientes a asegurar y fortalecer el abastecimiento de medicamentos de calidad y a precios accesibles por la industria farmacéutica nacional en un ambiente competitivo para la oferta y demanda de productos.
De esa forma y en ese marco podrán comprometerse mayores inversiones en plantas productivas para continuar el proceso de modernización industrial, mejorar los niveles de empleo y reorientar los capitales hacia la innovación e investigación de nuevos productos nacionales.Con esa política podremos afianzar y poner a disposición de la población una mayor oferta de medicamentos producidos por laboratorios de capitales nacionales y ampliar la presencia de los productos argentinos en el exterior.
Por eso creemos en la fórmula “política de medicamentos: SI” en lugar de “política con los medicamentos” a lo que decimos enfáticamente: NO. En otras palabras, no nos gusta que se haga política con los medicamentos o que se politice el derecho de la gente al acceso a la salud.
De allí que estamos convencidos que la industria farmacéutica de capitales nacionales es un sector estratégico para el desarrollo de una política de medicamentos. Ninguna política de estado puede prescindir de contar con una industria privada fuerte y al servicio de los intereses de la ciudadanía.
Esos son nuestros principios.
Pasemos a los ejes que debe contener una política de medicamentos. Para nosotros debe contar con tres elementos para facilitar su desarrollo eficaz.
Primero, se debe disponer de una regulación legal y sanitaria previsible, que sea sustentable en el largo plazo. Ello es fundamental para dar un horizonte de certidumbre a las decisiones empresarias en una industria como la farmacéutica caracterizada por ser capital intensiva.
En segundo lugar, ese marco normativo debe ser aplicado y actualizado a través de una permanente interacción entre los principales actores del sistema para permitir establecer criterios de trabajo que den solidez al funcionamiento de largo plazo de las reglas establecidas.
Por último y muy importante es que la orientación de la estructura regulatoria esté focalizada en buscar el mayor acceso de la población a los medicamentos. Ello constituye un aspecto clave de la política de medicamentos, que debe buscar un equilibrio permanente entre las necesidades de la gente de ser abastecida al mejor nivel de calidad y precio y de la industria productora de medicamentos de presentar la mayor oferta de productos sin ver deteriorada su estructura productiva y de resultados.
Naturalmente que en una política de medicamentos confluyen una serie de factores de gran importancia para consolidar una industria nacional fuerte y vigorosa, como lo son las exigencias de propiedad intelectual, los precios, los estándares de calidad productiva y sanitaria de las empresas fabricantes.
Y es por ello que en el diseño de una política de medicamentos debe preservarse también el desarrollo de una política industrial a medida de las necesidades de una industria que como la farmacéutica debe ser considerada como estratégica para evitar la dependencia económica y sanitaria.
Y esto lo hemos visto y vivido recientemente con la situación planteada con la gripe A H1N1. El país no cuenta con producción nacional de vacunas para mitigar los efectos de ese virus y es allí donde debe intervenir el estado para asegurar el abastecimiento. No es el caso de la industria farmacéutica nacional productora de medicamentos que afortunadamente presenta un perfil industrial y productivo alineado con las demandas del país.
Cuando hablamos de los factores de una política de medicamentos mencionamos a la propiedad intelectual como aquella que permite desenvolver en forma flexible las actividades y desarrollos de las empresas nacionales. Del mismo modo, cuando señalamos a los precios como uno de los factors de aquella política nos referimos a un escenario de oferta y demanda competitiva que no interfiera en el desarrollo de las actividades industriales y comerciales en el sector; y cuando hablamos de estándares productivos y sanitarios ponemos el acento en ser competitivos a nivel industrial con las exigencias vigentes en la materia en el resto del mundo.
Para terminar, nuestra visión de futuro es que el hay que acercar cada vez más el medicamento a la gente. Es una demanda política, social y empresaria; debemos seguir trabajando todos los días en esa línea. Y ello se logrará consolidando el rol de la industria farmacéutica de capitales nacionales como abastecedora de las necesidades de medicamentos públicas y privadas, resguardando el marco de previsibilidad normativa existente.
Prensa CILFA
Nota: Permitida la reproducción de este artículo citando la fuente www.inversorsalud.com.ar
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