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viernes, 18 de septiembre de 2009
El miedo a perder el trabajo aparece peor que el desempleo mismo
El miedo a perder el trabajo aparece peor que el desempleo mismo
JANO.es
18 Septiembre 2009 · Carlos del Águila. Ann Arbor
Los expertos recuerdan que la anticipación negativa de un acontecimiento puede ser más estresante que el evento en sí
Los que sufrían “inseguridad laboral crónica” eran más propensos a informar sobre un estado de salud deficiente que los que fumaban o eran hipertensos.
Un estudio estadounidense publicado en la edición de septiembre de Social Science & Medicine muestra que los trabajadores que se preocupan en exceso por la posibilidad de perder su empleo afirman tener un peor estado de salud y más síntomas de depresión que los que están en paro.
Investigadores de la Universidad de Michigan (EE.UU.) analizaron los resultados de 2 encuestas a largo plazo con más de 1.700 adultos mayores de 25 años a los que se les preguntó por su salud física y mental, así como por las emociones que albergaban en torno a la seguridad de su trabajo. Las entrevistas con las mismas personas en diferentes períodos permitieron que los investigadores desvelaran la conexión entre la mala salud y la inseguridad laboral, y que cotejaran el impacto de la pérdida real del empleo y otros factores. Uno de los estudios se realizó entre 1986 y 1989, y el otro, entre 1995 y 2005.
Peor estado de salud
Los que dijeron que temían perder su puesto de trabajo en ambos puntos del estudio informaron sobre un peor estado de salud y más síntomas de depresión que los que habían sido despedidos algún tiempo después de la primera entrevista, pero que habían encontrado un trabajo cuando se realizó la segunda. Los que sufrían “inseguridad laboral crónica” eran más propensos a informar sobre un estado de salud deficiente que los que fumaban o eran hipertensos.
Inseguridad laboral crónica
“El efecto negativo de la inseguridad era más significativo que el desempleo en sí”, explicó la socióloga autora del estudio, Profª. Sarah Burgard, del Instituto de Investigación Social de Michigan. “El punto destacado es que estas personas habían conseguido un empleo cuando se realizó la segunda entrevista”. Los que seguían desempleados no se incluyeron en el análisis.
Una buena parte del trabajo de investigación analizó el estrés de estar desempleado, apuntó Burgard, pero es poco lo que se conoce sobre los efectos de la incertidumbre laboral continua, un escenario al que se enfrentan muchos trabajadores debido a los cambios bruscos del mercado laboral y a la prolongación de la recesión económica.
Diferencias individuales
Para medir las percepciones de la seguridad laboral, se planteó la siguiente pregunta: “Si desea permanecer en su trabajo actual, ¿qué probabilidades tiene de mantenerlo en los próximos 2 años?”. En cualquiera de los períodos, alrededor del 18% dijo que se sentía en cierto grado inseguro por su trabajo, pero sólo en torno al 5% de los participantes en la primera encuesta y el 3% de los de la segunda informaron sobre ansiedad en las dos fechas diferentes en las que fueron entrevistados.
“El estudio proporciona las pruebas más firmes hasta la fecha de que la inseguridad persistente del empleo tiene un impacto negativo sobre la salud del trabajador”, resaltó Sarah Burgard, quien también recordó en que su país la pérdida del trabajo no sólo acarrea la de una fuente estable de ingresos, sino también la de un seguro médico y de jubilación. “Sin duda, la inseguridad en el empleo no es algo nuevo, pero el número de personas que la experimentan podría ser considerablemente más elevado durante la recesión que padecemos”, concluyó.
Este problema podría ser mucho más importante en el caso de España, donde sólo en el último trimestre de 2008 y el primero de 2009 se destruyeron 1.255.000 empleos, con lo que la cifra total de desempleados superó los 4 millones de personas por primera vez en la historia.
Los expertos consideran importante tener en cuenta que existen diferencias individuales en el modo en que las personas lidian con la inseguridad laboral y la pérdida de su trabajo. Para los que son más propensos a preocuparse o a sentirse incómodos con la incertidumbre, las preocupaciones podrían ser muy estresantes y producir insomnio, dolores de cabeza, alteraciones del ritmo intestinal e hipertensión.
Vivir con la espada de Damocles
“De ninguna manera estoy tratando de restar importancia a la pérdida de empleo”, aclaró la Profª. Sarah Burgard. “Pero la anticipación negativa de un evento puede ser más estresante que el evento en sí. Las personas sienten que tienen la espada de Damocles sobre su cabeza sin poder ejercer ningún control sobre la situación. Hay numerosas razones por las que esto ocurre. La constante incertidumbre acerca del futuro, la incapacidad para tomar la iniciativa a menos que ocurra de una vez el acontecimiento temido y la falta de apoyo institucionalizado en relación con la inseguridad percibida se cuentan entre esas razones”.
Para manejar la inseguridad laboral constante, esta experta recomienda seguir un estilo de vida saludable, como comer sano, hacer ejercicio y recurrir a técnicas para reducir el estrés. Elaborar un presupuesto familiar, mantener las deudas bajo control, preparar un currículo y considerar otras opciones de trabajo también puede ayudar. “Parte del problema es la sensación de impotencia. Tomar la iniciativa, hasta donde sea posible, puede ayudar a la gente a sentir que tienen al menos algún control sobre una situación realmente difícil”.
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