La desigualdad, principal lastre en la región más castigada - DiarioMedico.com

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ESPAÑA
EN ÁFRICA SUBSAHARIANA SE CONCENTRAN DOS TERCIOS DE LA POBLACIÓN INFECTADA
La desigualdad, principal lastre en la región más castigada
Félicienne Zongo es la responsable del Programa de Asociaciones e Investigación para la lucha contra el VIH/Sida de Burkina Faso, en África subsahariana, el epicentro mundial de la enfermedad.

S. Moreno - Martes, 1 de Diciembre de 2009 - Actualizado a las 00:00h.

En África subsahariana se concentran dos tercios de las personas que viven con el VIH. En Burkina Faso son 130.000. A pesar de estas cifras, el informe de este año de Onusida destaca un dato positivo: el descenso de un 17 por ciento de las nuevas infecciones, que Félicienne Zongo recibe como una buena noticia: "Este descenso lo constatamos también en Burkina Faso, donde la prevalencia era del 7,1 por ciento en 2001, según Onusida; con los programas de sensibilización, la implicación del Gobierno y otras entidades que han financiado la carga médica y psicosocial de las personas infectadas, la prevalencia se redujo al 1,6 por ciento en 2008".

Uno de los hallazgos del informe de Onusida es que la respuesta al sida tiene gran impacto cuando los programas de prevención y tratamiento se integran en otros servicios de salud y bienestar. Por eso, en la lucha contra el sida en las sociedades menos favorecidas hay que atender a otros males, como la pobreza, el analfabetismo, la falta de independencia económica de las mujeres y su vulnerabilidad (sumisión total al marido), las guerras, los contactos sexuales no protegidos con el uso de preservativo masculino o femenino, las relaciones sexuales con diferentes compañeros sin protección, entre los que enumera Zongo.

Quizá el de las desigualdades entre sexos sea el obstáculo más evidente que impide frenar a la enfermedad. Las africanas de entre 15 y 19 años son especialmente vulnerables al VIH. En Kenia, las jóvenes son tres veces más propensas a contraer el VIH que los varones de su misma edad. "En mi etnia los hombres se consideran más que las mujeres. Habría que conseguir que chicos y chicas tuvieran las mismas posibilidades y recibieran el mismo trato, lo que parece lejos de ser una realidad en África".