aportes a la gestión necesaria para la sustentabilidad de la SALUD PÚBLICA como figura esencial de los servicios sociales básicos para la sociedad humana, para la familia y para la persona como individuo que participa de la vida ciudadana.
martes, 23 de febrero de 2010
"El personal sanitario también es víctima de la organización"
Rajaram Govindarajan
Rajaram Govindarajan posa con su libro en la redacción barcelonesa de diario médico. (Rafa M. Marín)
Diariomedico.com
ESPAÑA
GOVINDARAJAN CREE QUE EL ACTUAL DESORDEN TIENE ARREGLO
"El personal sanitario también es víctima de la organización"
La actual organización de los centros, no por unidades funcionales sino por grupos de colectivos, perjudica tanto a la seguridad de los pacientes y la eficiencia del sistema como a los sanitarios, que trabajan estresados y con más riesgo de error, según Rajaram Govindarajan.
Carmen Fernández. Barcelona - Martes, 23 de Febrero de 2010 - Actualizado a las 00:00h.
llaves conceptuales:
1. "El debate político se centra en más financiación o recortar gastos a ciegas y sin hablar de la eficiencia"
2. "Son los gestores quienes tienen la responsabilidad de buscar un modelo adecuado"
"Que los pacientes no miren con malos ojos a los profesionales sanitarios ni les traten mal. Sólo cabe agradecimiento hacia ellos, pues no son los responsables del actual desorden organizativo del sistema sanitario español". Así comienza Rajaram Govindarajan, profesor-colaborador del Departamento de Gestión de Operaciones e Innovación de Esade y experto en metodología Lean Healthcare y Six Sigma Healthcare, el libro que acaba de publicar y que presenta mañana en Barcelona: El desorden sanitario tienen cura (Ed. Marge Medica Books).
"El problema es éste: el personal sanitario está muy estresado a causa del caos organizativo y tiene que hacer un sobreesfuerzo para compensarlo", ha explicado a Diario Médico.
Ha destacado también la confusión que existe en la sociedad, incluso en el sistema legal español, entre errores humanos involuntarios y negligencia: "Ocurren muchos errores y casi todos son involuntarios que tienen su origen en fallos organizativos, y por eso el personal no tiene que sentirse culpable; en un proceso asistencial, un médico o una enfermera, individualmente, tiene poco tiempo, autoridad, conocimientos de herramientas organizativas o recursos, para eliminar el riesgo de errores involuntarios".
Y un aviso para navegantes: "El fallo no es de los gestores sino del modelo; pero son los gestores quienes tienen la responsabilidad de buscar un modelo adecuado". Según ha explicado, por muy duro que trabajen los directivos, no pueden controlar los resultados con el modelo organizativo actual, que tiene dos graves deficiencias: divide la organización no por unidades funcionales sino por grupos de colectivos, y en la toma de decisiones los directivos representan los intereses de dichos grupos en lugar de responsabilizarse de los resultados de las actividades multidisciplinares de la organización. La poca o nula comunicación interna entre servicios médicos impide tener una visión de conjunto de los problemas del paciente.
Partiendo de esas ideas sugiere que los principales males de la sanidad española son éstos: no permite satisfacer las necesidades y expectativas de los usuarios, no se sabe cómo prevenir los errores involuntarios mortales, que se pueden estimar en cuatro veces más frecuentes que los accidentes de tráfico, ni tampoco se sabe cuántos pacientes curables se están curando en realidad; no consigue un alto grado de satisfacción de los pacientes y sus familiares, aunque éstos exigen poco cuando se trata de calidad; no logra que el personal sanitario esté satisfecho, motivado e implicado, sino todo lo contrario, porque hay mucho estrés y burnout, y no permite saber cuál es el coste de un servicio seguro y eficaz, sin lo cual no es posible saber cuál es el nivel de eficiencia ni si es óptimo. "No hay ningún otro sector en el que no se sepa exactamente cuánto cuesta producir un bien o servicio y, si en sanidad no sabemos los costes de nuestras actividades, ¿cómo podemos controlarlas?", ha apuntado.
Govindarajan defiende, no obstante, que se pueden reducir los costes evitando errores diagnósticos y terapéuticos, infecciones nosocomiales y la falta de visión de conjunto de los problemas del paciente, que son problemas que consumen recursos adicionales y encarecen los costes.
Aprovechar la crisis
"Con problemas de financiación, y en tiempos de crisis, la sanidad tiene la oportunidad de bajar costes mejorando seguridad y calidad. La metodología Lean busca este objetivo. Pero el debate político se centra en cómo obtener más financiación o recortar gastos a ciegas, sin que todavía se haya iniciado un debate riguroso sobre la eficiencia", ha concluido el experto.
SOLUCIÓN: LAS 6 'M'
La solución al desorden sanitario que propone Rajaram Govindarajan no es otra que la muy cacareada organización por procesos (y consiguiente gestión por procesos) y, con líneas horizontales gestionadas en unidades asistenciales multidisciplinarias, reforzando la comunicación interna y multidisciplinar y marcando objetivos comunes entre diferentes especialistas. "Todos los problemas de seguridad, calidad, costes y desmotivación del personal son fáciles de solucionar si hay voluntad", ha asegurado. En su libro presenta las 6M (Material, Maquinaria, Metodología, Mano de obra, Medio externo y Medición) como 6 factores que causan la variabilidad en un proceso. Su metodología consiste primero en planificar las 6M, después controlarlas durante la prestación de los servicios y, finalmente, registrar las incidencias esporádicas, buscar su causa (que ha de descansar en una de las 6M) y corregirla. "Cuando sucede un error involuntario, parece que el personal (la M de Mano de obra) tiene la culpa, pero casi siempre son las otras 5M las que lo han provocado. Cuando una empresa no está bien organizada no puede ir a buscar la M realmente culpable y se queda acusando al personal".
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