martes, 30 de marzo de 2010

La pandemia de gripe A, entre el escepticismo y la desinformación


Usar mascarilla es una medida de protección ante la gripe A

Diariomedico.com
ESPAÑA
SEGÚN GARCÍA, LOS SANITARIOS FRIVOLIZARON EL TEMA
La pandemia de gripe A, entre el escepticismo y la desinformación

José García Sicilia, pediatra del Hospital de La Paz, en Madrid, critica el escepticismo que la población general ha mostrado en torno a la pandemia de gripe A y, especialmente, la reacción del sector sanitario.


Beatriz Roselló - Lunes, 29 de Marzo de 2010 - Actualizado a las 17:28h.

Ante el escepticismo mostrado por la población, y muy especialmente por los sanitarios, con respecto a la epidemia de gripe A, José García Sicilia, pediatra del Hospital de La Paz, en Madrid, se muestra tajante: "Apareció un virus para el que la población no estaba preparada, no es necesario que se muera todo el mundo para que sea considerada una pandemia". El especialista, que ha participado en las Jornadas de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría, celebradas en Málaga, revelaba, en declaraciones a Diario Médico, los motivos principales por los que, en su opinión, la población reaccionó de forma errónea ante la aparición de la gripe A.

"Anteriormente se han dado otras situaciones que parecía que iban a ser peligrosas y no lo fueron tanto, y esto ha hecho que la gente haya perdido el miedo a la enfermedad", afirma García, mientras se remonta en el tiempo a circunstancias anteriores, como la generada por la encefalopatía espongiforme bovina o por la meningitis C. "Con la meningitis C del 97 la población exigía la vacuna", declara, comparando la reacción de la sociedad española ante esa enfermedad y la de la gripe A.

"Ha habido coberturas bajas hasta en los sujetos de riesgo, de los que sólo se han vacunado un 22 por ciento", se lamenta. "En el total de la población, no se habrá vacunado ni 1 de cada 10". El especialista también resaltó la diferencia en los porcentajes de vacunación en Estados Unidos, donde "se vacunaron masivamente, a pesar de que cada vacuna costaba 20 dólares". "Quizás aquí haya una visión negativa de lo gratis", añade.

Para García, la gestión hecha por el ministerio de Sanidad, el escepticismo de los propios sanitarios, junto a la polémica surgida en torno a la muerte de las niñas de Valencia y a una corriente naturalista contraria a la vacuna, sembraron el "germen de la duda y la polémica entre la población".

En su opinión, la desinformación fue generada, en parte, desde el propio ministerio de Sanidad. "No daba sensación de seguridad, no hubo una buena coordinación", explica, poniendo como ejemplo la problemática surgida con respecto al tipo de vacuna, adyuvante o no adyuvante, que debía ser administrada a las embarazadas.

Por otro lado, los medios de comunicación profanos y muchas informaciones colgadas en internet, provenientes de fuentes poco válidas, también provocaron una idea errónea con respecto a la vacuna. "El interés por dar noticias llamativas y dramáticas también influyó", comenta. "En un blog se llegó a afirmar que se introducirían en las vacunas nanorobots con el objetivo de controlar a la población en un nuevo orden mundial". Así, según García, hubo muchas personas que se lanzaron a opinar, parapetados desde el anonimato de la red, sin conocer el tema en profundidad. "De medicina habla todo el mundo", apostilla.

¿Por qué los médicos tampoco se quisieron vacunar?
La actitud general que adoptó el sector sanitario frente a la vacuna fue otro de los factores determinantes que tuvo efecto en la población. El escepticismo de los propios médicos provocó que la pandemia causada por el virus H1N1 no fuera percibida por una gran mayoría de los españoles como tal. Esto se explica, según el pediatra, porque el contacto permanente que tienen los médicos con las enfermedades provoca que su percepción del riesgo sea "completamente distinta de la que tiene el profano". En su opinión, los sanitarios "frivolizaron el tema", partiendo de una visión que no era real.

Por otro lado, también hubo voces que promulgaron que la vacuna debía ensayarse antes de administrarla y que se había hecho con poco tiempo, pero García afirma que, tratándose de una situación de emergencia, no podía esperarse a que acabasen los ensayos (finalizados recientemente). Además, el especialista destaca que se hicieron con vacunas molde, al igual que las de la gripe estacional, que tampoco se ensayan antes.

El pediatra pone énfasis en que, aunque en esta ocasión no se han dado consecuencias muy negativas, el hecho de que la gran mayoría de los profesionales sanitarios no se vacunasen podría haber tenido efectos catastróficos. "A lo mejor la próxima sí es la mala y, entonces, el país se va a la deriva", asevera. García no descarta un posible repunte en la enfermedad, pues "nunca puede predecirse lo que va a hacer el virus de la gripe".

Como medidas a tomar para el próximo invierno, destaca la recomendación principal dada por las asociaciones científicas de referencia, es decir, la vacunación de la población de riesgo. Por otro lado, este especialista cree que el ministerio de Sanidad podrá estar más preparado para la próxima vez, ya que "esto les habrá servido para aprender".

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