martes, 21 de septiembre de 2010

La innovación biotecnológica, una carrera llena de obstáculos - Diariomedico.com


Luis Mora, José Luis Moreno, José María Fernández Sousa, Rosalía Mera, Belén Sopesen, Ana Isabel Jiménez, Rosario Cospedal y Julio César García Martín
Luis Mora, José Luis Moreno, José María Fernández Sousa, Rosalía Mera, Belén Sopesen, Ana Isabel Jiménez, Rosario Cospedal y Julio César García Martín, participantes en el seminario sobre biotecnología organizado por Zeltia en La Coruña. (Andrés Panaro)

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ESPAÑA
LA INSEGURIDAD JURÍDICA RETRASA LA SALIDA AL MERCADO DE NUEVOS FÁRMACOS
La innovación biotecnológica, una carrera llena de obstáculos
No es fácil ser innovador en España: la falta de ayudas oficiales y los continuos cambios legislativos frenan la salida al mercado de nuevos medicamentos, por lo que las empresas farmacéuticas, especialmente las biotecnológicas, reclaman una mayor cultura de la investigación.


María R. Lagoa La Coruña - Martes, 21 de Septiembre de 2010 - Actualizado a las 00:00h.


La innovación biotecnológica es en nuestro país una carrera que está plagada de obstáculos: la congelación de ayudas oficiales debido a la crisis, la inseguridad jurídica por los decretos de reducción de precios y la descentralización política que ralentiza el mercado de nuevos medicamentos. Es un mensaje claro de Luis Mora, director general de PharmaMar, empresa perteneciente al Grupo Zeltia. La compañía ha celebrado en La Coruña un seminario de biotecnología en el que se han expuesto los problemas del sector y se han planteado algunas respuestas, como la eliminación de algunos filtros reguladores y el aumento de la productividad de la I+D. Mora ha trazado durante su intervención el camino que recorre la industria, con potencial pero con innumerables tropiezos. España parte en esta carrera con desventaja, pues la inversión en I+D no está suficientemente arraigada. Los gobiernos estatal y autonómicos han optado por una política de contención del gasto público que, entre otras medidas, incluye la congelación o reducción de ayudas oficiales, "lo que devolverá a España al pasado y a un modelo que nos ha hecho tan sensibles a las crisis".

Por otra parte, la descentralización del poder político obliga a la industria a que su producto supere consecutivos filtros reguladores que retrasan su salida al mercado, mermando considerablemente la rentabilidad de la inversión: "La vida de una patente es de 20 años y se tarda una media de entre 10 y 15 años en desarrollar un producto. En Estados Unidos sólo tienen que pasar el filtro de la FDA y en España tenemos tres. El resultado es que allí tienen 7 años para rentabilizar la inversión, y en España, cinco", ha explicado el director general de PharmaMar, quien lanza un aviso para navegantes: "O eliminamos el exceso de burocracia que tenemos o nunca llegaremos a ser tan competitivos como Estados Unidos".

Mora ha llegado al final de su argumentación con un último problema, la reducción de los precios de los medicamentos, que deriva en la inseguridad jurídica una vez el fármaco está consolidado en el mercado: "Nos encontramos continuamente con decretos que bajan el precio sin distinguir si la compañía tiene volumen de inversión en un país exterior, si exporta o los años que el producto lleva en el mercado".

Retorno de la inversión
A tenor de los datos que ha ofrecido en el seminario el director médico de PharmaMar, Pedro Santabárbara, en oncología, por ejemplo, la tasa de éxito de los productos que se desarrollan es de sólo el 25 por ciento, pese a la elevada inversión, que alcanza alrededor de los 25 millones en la fase I de un ensayo clínico, los 60 millones en la fase II y los 150 en la fase III. "Es un área compleja que ofrece posibilidades pero a costa de un alto riesgo y un desembolso elevado".

Riesgo y potencial son términos que también ha manejado el director del Master en Biotecnología de la Salud del Centro de Estudios Superiores de la Industria Farmacéutica, Julio César García Martín. A su juicio, la verdadera crisis del sector no es económica sino estructural y está basada en la baja productividad de la I+D, la caída de patentes y las crecientes medidas de contención del gasto, lo que en nuestro país se suma a un aumento de la descentralización, un cambio en el poder de influencia de los agentes de mercado y una mayor utilización de criterios económicos por parte de estos agentes. García Martín ha dirigido sus dardos a la Administración sanitaria: "Tenemos hoy un tropezón importante en el entorno sanitario español, donde hay una miopía que nos aboca al cortoplacismo y a los criterios economicistas, y esto es pan para hoy y hambre para mañana; necesitamos interlocutores que entiendan el lenguaje científico".

Por otra parte, el sector farmacéutico se ha basado en España en la distribución de medicamentos; así, el 61 por ciento de los trabajadores relacionados con esta industria son comerciales.



España no entiende la I+D

"En España no se entiende la inversión en I+D". Con rotundidad se ha manifestado el presidente del Grupo Zeltia, José María Fernández Sousa, durante el seminario que su compañía ha organizado en La Coruña. No sólo son los recortes en los precios de los medicamentos: en España no hay tradición de invertir en I+D y sólo dedica un 1,2 de su PIB a este fin, muy por debajo de la cantidad que destinan los países más desarrollados de Europa y Estados Unidos. Pero hay otras naciones que vienen pisando fuerte y planean grandes inversiones en I+D: "Nosotros no podemos seguir estando a la cola. Hay países emergentes, como China o Brasil, que apuestan por la investigación".

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