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ESPAÑA
FRANCISCO JAVIER LÓPEZ DE LA MORENA
Tribuna: ¿Es necesaria la unión de todas las organizaciones médicas?
El momento actual exige la creación de una institución médica de ámbito estatal, que unifique a todas las organizaciones profesionales, que se plantee la organización sanitaria bajo criterios de calidad, y que se preocupe de la formación del médico y de la defensa de sus derechos laborales.
Francisco Javier López de la Morena, coordinador general de Femyts - Lunes, 28 de Febrero de 2011 - Actualizado a las 00:00h.
A lo largo de su vida profesional los médicos van adquiriendo unas habilidades que, sumadas a la continua revisión de sus conocimientos, les hacen ejercer con las mejores garantías posibles para sus pacientes.
Esta preparación intelectual y práctica moldea el carácter individualista de la personalidad del médico, contrastada en las diferentes actividades del trabajo en equipo.
Todo ello imprime un carácter especial a un grupo de personas con gran preparación intelectual para el ejercicio de su profesión, pero muy poco preparadas para la defensa de sus propios intereses y su participación en la regulación normativa del ejercicio de esa misma profesión.
Una amalgama de instituciones, todas ellas con soporte legal, ostentan la representación de los facultativos españoles con la legitimidad de las urnas y con unos objetivos que se entremezclan.
La Organización Médica Colegial (OMC), los colegios médicos provinciales, las sociedades científicas y los sindicatos médicos tienen en sus estatutos la defensa de la profesión, desde todos los ángulos posibles, como un objetivo prioritario, sin que ninguna de ellas concite el entusiasmo de sus representados.
Se han hecho múltiples intentos para unificar algunas de estas organizaciones con escaso resultado. No se ha planteado la necesidad de promover una institución que incluya, defienda y plantee que la organización de los servicios sanitarios, la planificación de sus estructuras y la preocupación por la atención sanitaria a la sociedad sea analizada, gestionada y planificada con criterios científico-técnicos, en estrecha colaboración con las administraciones públicas, si se quieren racionalizar los costosos procedimientos sanitarios.
OMC, colegios, sociedades y sindicatos tienen en sus estatutos la defensa de la profesión como un objetivo prioritario, sin que ninguno concite el entusiasmo de sus representados
Por otra parte, la difícil financiación de las organizaciones representativas de los médicos se ve agravada por la actual situación de crisis económica, limitando la participación del sector farmacéutico en la formación de los profesionales y, en muchos casos, el mantenimiento de las organizaciones mejor valoradas entre los médicos, como son las sociedades científicas. No obstante, la utilización interesada de éstas por grupos políticos de distinto signo desvirtúa los objetivos principales de las propias sociedades científicas y, consecuentemente, pierden su "popularidad".
Necesidad ineludible
La creación de una nueva institución que englobe a las organizaciones profesionales médicas que representan a todos los sectores médicos parece ineludible de cara al futuro inmediato.
Esta nueva institución podría ser la referencia que permita a la sociedad disponer de un órgano técnico de asesoramiento, que encauce y promueva una verdadera sanidad pública (prevención, asistencia, educación sanitaria, etc.), acorde con los conocimientos y técnicas médicas, en continua y necesaria evolución.
Estas premisas facilitarían su financiación y, además, podría acoger en sus sedes todas las actividades inherentes a la profesión.
La evolución de la sanidad española está siendo encauzada por las distintas autoridades autonómicas con criterios de oportunidad política, donde el número de actuaciones prima sobre su calidad.
La disparidad de criterios existente influye en la desaparición de organismos necesarios, que contemplan aspectos preventivos y de política sanitaria (higiene, alimentación, vacunaciones, etc.) y que anteponen obsesivamente la labor asistencial como medida prioritaria de su buena gestión.
Cada vez en mayor medida se van a plantear exigencias asistenciales que, avaladas por el aumento exponencial de la tecnología sanitaria, van a condicionar el ejercicio de una profesión en continua evolución científica, con un componente técnico cada vez más complejo y con la necesidad de profundizar en una formación que sea capaz de asimilar estos cambios.
Las organizaciones médicas deben garantizar la excelencia de esa formación continuada del médico y exigir una capacidad técnica en continua revisión. Por tanto, sería deseable una institución médica que fuera capaz de garantizar el máximo grado de excelencia, sin olvidar ninguna de las facetas del quehacer médico.
Es el momento de plantear la "utópica" unidad de las organizaciones, prescindiendo de los "líderes vitalicios", que, con una gran carga personal, controlan y coartan esas organizaciones
En definitiva, una institución médica para todo el Estado, que marque los aspectos técnicos y profesionales; que acoja a todas las organizaciones, tan dispersas en la actualidad; que promocione, edite y financie las diferentes publicaciones científicas y profesionales, con patrones exigentes de calidad; que marque los límites tolerables de presión asistencial y garantice unos salarios acordes con nuestro entorno europeo y con nuestra responsabilidad.
Un reto y una responsabilidad
Es el momento de plantear la "utópica" unidad de las organizaciones médicas profesionales, prescindiendo de los "líderes vitalicios", que, con una gran carga personal, controlan y coartan cualquiera de las organizaciones actuales. El aprovechamiento de todos ellos para una tarea común sería una forma ambiciosa de procurar una estructura institucional médica que nos daría seguridad en el desarrollo de nuestra actividad profesional.
Tenemos el reto y la responsabilidad de dejar a las próximas generaciones de médicos españoles una institución médica consolidada, fuerte y organizada, donde se vean representados, protegidos y estimulados en sus intereses científicos, profesionales y laborales.
La primera propuesta para conseguir esa futura institución médica sería que comenzasen una serie de contactos entre los responsables de las diferentes organizaciones médicas existentes.
El objetivo de estos primeros contactos sería promover una alianza que fuera capaz de liderar el futuro del ejercicio de la profesión y garantizase una sanidad excelente a nuestra sociedad.
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