:: El Médico Interactivo, Diario Electrónico de la Sanidad ::: "ENTREVISTA: 'España puede ser un ejemplo a nivel internacional de organización de los sistemas hospitalarios',según José Carlos de Souza
Silvia C. Carpallo
El presidente de la Federación Internacional de Hospitales ha concedido una entrevista a la Revista EL MÉDICO
Madrid (28-6-11).- El presidente de la Federación Internacional de Hospitales, el brasileño José Carlos De Souza, visitaba recientemente España para participar en el 17 Congreso Nacional de Hospitales. En una entrevista concedida a la Revista EL MÉDICO hace un repaso a los temas clave de la Sanidad hospitalaria en estos momentos, señalando como uno de los retos internacionales dar respuesta a las necesidades de las personas y de las sociedades, puesto que el problema principal de los sistemas sanitarios actuales es que las necesidades son infinitas y los recursos finitos. A la hora de valorar la organización hospitalaria, pone a nuestro país como ejemplo, con un buen equipo de líderes a su cabeza.
¿Qué espera hoy en día el paciente de un hospital?
Cada día los pacientes buscan un nivel de eficiencia más grande, quieren un seguimiento con calidad y seguridad, que se base en una participación multidisciplinar, un mayor diálogo, una mayor integración y una mayor atención. Esperan que sus necesidades sean atendidas, y estas necesidades no son la mera cura de su enfermedad, sino también otros aspectos referidos al tipo de atención recibida. Esa es una de las necesidades más grandes que puede observarse en todos los países, la recuperación de la relación médico-paciente. Ya no sólo con el médico de familia, sino también con otros especialistas. El paciente valora mucho la amabilidad, la atención, la dedicación que esa persona les ofrece.
¿Cómo resumiría los grandes retos a los que se enfrentan los hospitales en la actualidad?
Yo diría que lo más destacado es dar respuesta a las necesidades de las personas y de las sociedades, puesto que el problema clave al que nos enfrentamos actualmente los sistemas sanitarios es que las necesidades son infinitas y los recursos son finitos. De esta manera, ahora tenemos la oportunidad de procurar una mayor atención, con la colaboración de todos los agentes, es decir, con la colaboración de los profesionales de todos los niveles, de los pacientes; alienarlos a todos para que tengamos un mejor resultado, con una mayor implicación de todos los agentes sanitarios.
¿Qué papel desempeña la Federación Mundial de Hospitales?
Su principal cometido es el de funcionar como punto de encuentro y de referencia para más de cien países y más de cien instituciones. De esta manera, se establece como una fuente de intercambio de información de las diferentes experiencias de cada entorno. Precisamente, éste es uno de los puntos clave, porque el “benchmarking” es algo muy importante en estos momentos, es una herramienta muy a tener en cuenta a la hora de la producción de una mejor atención y una mejor salud de las personas.
¿Cuáles son en este sentido los proyectos de futuro de la FIH?
Hemos procurado agregar cada día a más agentes del sector salud del mundo. Todo ello con una clara ambición, llegar al mayor número posible de países. Tanto a los países iberoamericanos, como a los orientales, los europeos, o los americanos, porque todos ofrecen una alternativa en el mundo de la salud. Nuestro objetivo clave es el diálogo, la persistencia. Para mi, en la salud, el lema a seguir es: “Persistir siempre, desanimar nunca”. La perseverancia, por tanto, es fundamental. De manera que nuestro proyecto principal es el de continuar promoviendo ese diálogo entre naciones.
Desde su perspectiva más internacional, ¿qué países pueden ser un ejemplo respecto a la organización de sus sistemas hospitalarios?
Pues precisamente España puede ser un ejemplo de organización de los sistemas hospitalarios, y personalmente considero que tiene un proyecto muy interesante. Es cierto que tiene sus dificultades, y en mi opinión necesita un modelo de salud de colaboración público privada, pero conservando los valores de equidad y universalidad. España tiene un buen equipo de líderes, con muy buena cabeza para poder pensar en los pasos que han de seguir las personas involucradas en el sistema sanitario. Respecto a otros países, destacaría proyectos como el de Brasil, que plantea una integración muy interesante. De Europa también mencionaría a Reino Unido, que tiene desde hace mucho tiempo un sistema sólo público y está procurando realizar más colaboraciones con el sistema privado. Luego, echando la mirada un poco más lejos, pondría sobre la mesa a países como Corea o como Japón.
Ya que cita países tan diferentes, ¿cambian mucho los sistemas sanitarios de uno a otro?
El problema de la salud es mundial, por lo que la situación es muy similar en todos los países, aunque existen variaciones. La sociedad de hoy lo que quiere es un sistema universal, pero que además sea un sistema integral e igualitario para todos. Por ello, lo que realmente se precisa son recursos, liderazgo en la gestión, y para que esto sea así, tenemos que tener siempre en mente la importancia de la capacidad de dialogar, la oportunidad de conocer todas las experiencias, porque así podemos aprender de lo que otros han hecho bien. Esto también pasa, por supuesto, por una mayor transparencia, que permitiría una atención de mejor calidad y más segura.
En el caso más concreto de los hospitales españoles, ¿qué balance haría de los mismos?
He tenido la oportunidad de visitar múltiples hospitales, de Madrid, de Cataluña, públicos y privados, y he podido ver que el sistema de salud español tiene una evolución muy buena, y muy moderna. Puedo ver también que intenta involucrar a todos en el proceso de atención, y que además tiene un equipo de líderes muy fuerte, con la mente bastante abierta para el diálogo, lo que es muy positivo. Además el sistema español tiene una muy buena Atención Primaria.
¿Cuál es entonces la razón que nos ha llevado, a España, a una crisis dentro de la Sanidad?
El problema es algo que no pasa sólo en la Sanidad, sino en todos los ámbitos de la vida. Es tan simple como que cuando tú no tienes nada, no pides nada, pero cuando tienes algo, ¿qué quieres? Quieres más, y pides más, y pides más ya no sólo en Primaria, sino también en Especializada. Cuando pasas a tener un servicio mejor, la sociedad también pasa a aumentar su demanda, y eso ha sido lo que ha ocasionado un problema en las cuentas.
¿Puede la Sanidad de un país, en contrapartida a esta idea, contribuir a la productividad del mismo, como un motor de la economía?
La salud es un sector muy potente en la economía de un país. El llamado complejo de la salud no incluye sólo la parte de la asistencia, sino que es un brazo en la economía. La industria del medicamento, la industria de materiales, la industria de equipamientos, la industria de la seguridad…
Debido a la crisis económica que vive España se habla mucho de sostenibilidad, ¿cómo podemos conseguir sistemas sanitarios más sostenibles?
Lo primero que hay que tener claro, cuando hablamos de sostenibilidad, es que no nos referimos sólo a la sostenibilidad económica, sino que es un concepto mucho más amplio. Por otra parte, la sostenibilidad económica necesita de una gestión más participativa, de principios de gobierno corporativos, y todo ello acompañado de metas, de resultados, e igualmente de la transparencia en la información sobre esos números y esos resultados. Es cierto que dentro de la Sanidad tenemos un brazo económico, pero no podemos olvidar que también tenemos un brazo social. Hay que entender que la salud está muy ligada a todo lo social y lo ambiental. Los hospitales son los mayores consumidores de energía y es uno de los agentes que influye en el medio ambiente. Por todo ello, hemos de conseguir la colaboración de todos los profesionales, y de los usuarios, a los que también hay que educarles y concienciarles en la sostenibilidad económica y medioambiental del sistema. Hay que preparar a los hospitales con el objetivo de ser sostenibles, porque así obtendremos mejores resultados.
Entonces, el hospital del futuro, ¿debe también darle relevancia a cuestiones como la gestión medioambiental o la seguridad hospitalaria, y ya no sólo a la asistencia sanitaria?
Durante años, cuando se hablaba de salud, de lo que estábamos hablando era de asistencia, de temas sociales, o a lo sumo, de economía sanitaria. Pero la salud tiene un ámbito económico, social y ambiental, y por ello, la seguridad de una institución hospitalaria es más compleja que la seguridad del paciente. En lo que concierne al hospital hay que tener en cuenta que las necesidades de las sociedades son infinitas, y los recursos son finitos, y por ejemplo, esto lo vemos en el consumo de energía en hospitales, que puede llegar a ser el doble que el de otras industrias. Tenemos que empezar a pensar que cuidar de la vida, significa también cuidar del medioambiente y del desarrollo sostenible. Hay que hablar más sobre cuestiones como el gasto energético. Tenemos que educar en valores medioambientales, además de no caer en el desperdicio en la utilización de equipamientos, los grandes equipamientos han de ayudar a optimizar los recursos disponibles.
¿Es la colaboración público privada una de las salidas más viables ante los problemas de financiación de los sistemas sanitarios de gran parte del mundo?
Hay que promocionar la relación entre el sector público y el privado. La colaboración público privada es algo inexorable, no hay alternativa en la Sanidad sin una colaboración entre ambos, cada uno tiene que hacer su parte. Esto habrá de pasar por una legislación o un acompañamiento de determinaciones sanitarias, pero lo que está claro es que si con la colaboración público privada el beneficio en la gestión es mayor, ¿porqué no sumamos, pues? No es una cuestión de sistema público o sistema privado, hay que entender que la salud es una sóla, sólo que los recursos y los resultados son tratados de forma diferente. En España, ahora, se tiene la oportunidad de vivir de forma muy acertada las iniciativas hacia la colaboración público privada, que insisto, es la opción para el futuro de la salud, porque en salud, lo que hay que aplicar, es la evidencia.
Volviendo a temas menos económicos, ¿la seguridad del paciente es una preocupación ya generalizada en la mayoría de países?
Cuando hablamos de seguridad del paciente, hablamos de una búsqueda continua e interminable, ya que lo que cada día buscamos es un nivel de eficiencia mayor. Esto es algo común a todos los países, porque lo que ocurre es que hace unos años atrás no había tantas oportunidades de tratar este tema, ya que no existía el nivel de transparencia actual en la salud. No había transparencia en los números, ni en los resultados, y por tanto, tampoco se podía hablar públicamente de ello. Por lo tanto, es un camino en el que ahora todos los países siguen avanzando.
¿Qué papel desempeñan y qué papel pueden llegar a desempeñar las nuevas tecnologías en el funcionamiento del hospital?
Creo que representan una búsqueda de modernización y de una metodología que permita obtener mejores resultados. Al igual que conseguir objetivos como la interoperabilidad, sin la cual no se puede evolucionar.
¿Cree que una gestión integrada, de niveles asistenciales como Primaria y Especializada, es más acertada?
Los llamados sistemas nacionales de salud son precisamente eso, la integración del todo bajo el paraguas de un mismo sistema. La integración de Primaria, Secundaria y Terciaria, y la gestión del sistema como un todo. Diría que este tipo de integración podemos verla en muchos países, como por ejemplo España o Reino Unido. Otros que también están avanzando en esta cuestión son algunos como Brasil, Chile, e incluso Estados Unidos con todas las dificultades, y pienso que también Canadá, aparte de países como Corea o Japón.
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