VIDEOBLOG | Sobre el barómetro
Preocupados por la Sanidad
La preocupación de los españoles por la sanidad de nuestro país ha escalado varios puestos en los últimos tiempos. La sanidad, que no la salud, casi nunca ha tenido presencia en la ciudadanía, ya que ésta se hallaba convencida de que teníamos un sistema excelente que funcionaba bien, y para siempre. Por eso casi todos los políticos, la mayoría ignorantes de lo relacionado con la salud, la enfermedad y su cuidado, en general ningunearon la materia, seguros de que no tenían que preocuparse por ella. Total, como iba bien y no había protestas.
Las cosas han cambiado. En el último barómetro del CIS queda muy claro que el paro, la economía y los políticos nos traen realmente de cabeza. Lo primero es consecuencia de los segundo y lo segundo, en buena parte, retrotrae a lo mal que lo han hecho los terceros. Pero luego, en la lista de angustias, está la sanidad y la educación.
Las deudas, la gestión y la poca cintura frente a la necesidad de reformas profundas han puesto a la joya de la corona del estado de bienestar español a los pies de los caballos. Y, de pronto, el ciudadano se ha dado cuenta de que esa conquista -con todo el esfuerzo por lograrla que se ha hecho- puede perderse, ahogada por un lado por la economía pero por otro por la negligencia de nuestros dirigentes.
Para que eso NO ocurra, algo quedaría grabado en la Historia con negrita, hace falta tomar ya decisiones valientes que cambien paradigmas demasiado instaurados en el tiempo. La buena noticia de la encuesta del CIS precisamente es la de destacar que a la sociedad le preocupa lo que pueda pasar en Sanidad. Sin duda eso es lo que hará que los políticos se tomen muy en serio la tarea de evitar su despeño. Porque a lo que de verdad responden los políticos es al cebo de la posibilidad de conseguir más votos. Y ahora la Sanidad los da.
Las cosas han cambiado. En el último barómetro del CIS queda muy claro que el paro, la economía y los políticos nos traen realmente de cabeza. Lo primero es consecuencia de los segundo y lo segundo, en buena parte, retrotrae a lo mal que lo han hecho los terceros. Pero luego, en la lista de angustias, está la sanidad y la educación.
Las deudas, la gestión y la poca cintura frente a la necesidad de reformas profundas han puesto a la joya de la corona del estado de bienestar español a los pies de los caballos. Y, de pronto, el ciudadano se ha dado cuenta de que esa conquista -con todo el esfuerzo por lograrla que se ha hecho- puede perderse, ahogada por un lado por la economía pero por otro por la negligencia de nuestros dirigentes.
Para que eso NO ocurra, algo quedaría grabado en la Historia con negrita, hace falta tomar ya decisiones valientes que cambien paradigmas demasiado instaurados en el tiempo. La buena noticia de la encuesta del CIS precisamente es la de destacar que a la sociedad le preocupa lo que pueda pasar en Sanidad. Sin duda eso es lo que hará que los políticos se tomen muy en serio la tarea de evitar su despeño. Porque a lo que de verdad responden los políticos es al cebo de la posibilidad de conseguir más votos. Y ahora la Sanidad los da.
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