lunes, 28 de noviembre de 2011

Mejorar la rehabilitación cardiaca y la promoción de la salud, siguen siendo los retos de la gestión de la enfermedad cardiovascular || El Médico Interactivo, Diario Electrónico de la Sanidad

Mejorar la rehabilitación cardiaca y la promoción de la salud, siguen siendo los retos de la gestión de la enfermedad cardiovascular

Madrid (29/11/2011) - Silvia C.Carpallo

• El encuentro sobre "Gestión Clínica de la Enfermedad Cardiovascular", organizado por SEDISA, saca a relucir cuestiones como que la gestión ha supuesto una mejora sustancial en tratamientos, y por tanto, en el descenso de la mortalidad por enfermedad cardiovascular, lo que ha provocado un aumento de enfermos crónicos

• Por ello, la promoción de mejores estilos de vida saludables y de estrategias aún no explotadas como la rehabilitación cardiaca se presentan como nuevos retos


Los retos que tiene el paciente en cuanto el autocuidado, el papel del médico de Atención Primaria, los nuevos roles de la Enfermería ante la cronicidad, la necesidad de crear objetivos e indicadores comunes para todos en los contratos de gestión, la búsqueda de eficiencia en los recursos o la evaluación de los indicadores negativos que permiten "repensar todo lo que hacemos, para pensar en lo que no tenemos que hacer, porque los recursos son limitados", era el resumen que Cristina Granados, perteneciente a la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA), y gerente del Hospital Universitario de Guadalajara, hacía sobre el encuentro "Gestión Clínica de la Enfermedad Cardiovascular", organizado entre SEDISA y MSD.

Precisamente, sobre los datos de cómo la gestión ha influido estos últimos años en la enfermedad cardiovascular, gracias a los planes de prevención y control cardiovascular, intervenía en este encuentro Salvador Peiró, del Centro Superior de Investigación en Salud Pública (CSISP) de Valencia. Sobre el Plan Integral de Prevención Cardiovascular (PICI) el experto explicaba que es difícil dar datos, puesto que si bien sí se conoce cómo ha evolucionado la enfermedad, es complejo saber hasta qué punto el plan ha favorecido este hecho. Lo que sí podía asegurar es que "las tasas estandarizadas de mortalidad han descendido y siguen descendiendo notablemente tanto en hombres como en mujeres". De hecho, esto era así incluso en la mortalidad intrahospitalaria, donde se ha pasado de un 18,4 por ciento en 1980, a un 4,2 por ciento en 2005. Sin embargo, si la mortalidad desciende en casi todos los grupos, aumenta en el intervalo de entre 75 a 84 años. En realidad, lo que se han creado son más supervivientes, lo que se traduce, en más enfermos crónicos, por lo que esto supone que se salvan vidas, pero que también aumentan los costes del sistema, por lo que la inversión es importante.  Este hecho se ha conseguido, en gran parte, gracias a la mejora de los tratamientos, en los que Peiró destacaba "una mejora sustancial en la utilización de estatinas y betabloqueantes". A este dato matizaba que "son grandes mejoras pero con tiempos de de retraso, es decir, estamos bien, pero deberíamos haber estado aún mejor, tardamos mucho tiempo en mejorar".

Ese no era el único "pero", que encontraba Salvador Peiró. Para empezar, uno de los grandes retos era el de la rehabilitación cardíaca, ya que "tenemos unos datos tercermundistas", y se trata de un área de trabajo que permitiría salvar muchas vidas. Igualmente pedía una mejora de la prevención secundaria.  Otra crítica que realizaba el experto era la de que "el grave problema de las estrategias nacionales es que ninguno de los responsables políticos se quisieron comprometer en objetivos". Por ello, en su opinión, "si vamos a seguir con los planes, merecerá la pena que los políticos se comprometan, y poner indicadores de forma transparente, hay que cambiar las reglas de juego".

Necesidad de cambiar los estilos de vida

En contrapartida a esta visión desde la gestión, Javier Navarro, coordinador del Proceso Asistencial Integrado del Riesgo Vascular (PAI-RV) de la Junta de Andalucía, hablaba de la necesidad de que desde la Atención Primaria y desde la Enfermería se trabajase en mayor medida la promoción de la salud. Para ello aportaba datos como que el 40 por ciento de los jóvenes tiene riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular debido al sedentarismo.

Según Navarro, "nuestro sistema es excelente cuando se trata de agudos, pero sin embargo no es tan bueno cuando hay que abordar a crónicos". Por ello, él ve como un problema fundamental el hecho de que "no hacemos promoción de la salud, el paciente entra en el sistema, y luego se pierde". Su idea es que desde pequeños, cuando el paciente entra en el sistema, por una enfermedad leve, ir premiando sus buenos hábitos e ir orientándole poco a poco para que siga llevando un estilo de vida saludable.
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