OTRAS CIUDADES YA HAN CONSEGUIDO ESTE OBJETIVO
La buena gestión es la mejor imagen que puede tener el sistema sanitario
Durante las Jornadas Interterritoriales de Gestión de Servicios de Urgencias y Emergencias,celebradas en Córdoba, expertos de este ámbito señalaron la necesidad de coordinarse para lograr el funcionamiento óptimo de esta sección. Lograr ese objetivo mejorará la percepción que los pacientes tienen de la sanidad en nuestro país.
Laura Pérez Torres. Córdoba | 30/01/2012 00:00
Óscar Miró y Andreu, Luis Jiménez Murillo, jefe de servicio de Cuidados Críticos y Urgencias del HRU Reina Sofía de Córdoba, y Pablo Busca Ostolaza. (Laura Pérez Torres)
Pablo Busca Ostolaza, presidente de Semes Euskadi, ha comentado que la administración debería establecer unos requisitos mínimos en los servicios de urgencias para que la atención a los ciudadanos sea la más adecuada posible, y ha subrayado que "esto obligaría a las partes a realizar una buena gestión para mejorar la imagen del sistema sanitario".
Asimismo, el también jefe del servicio de Urgencias del hospital Universitario Donostia ha resaltado que, en su opinión, "el compromiso de la administración con el servicio de urgencias se limita a tener una puerta abierta 24 horas al día".
En el marco de las Jornadas Interterritoriales de Gestión de Servicios de Urgencias y Emergencias, celebradas en Córdoba, y bajo la pregunta con la que titulaba su ponencia, ¿Cómo debe ser un servicio de urgencias?, el presidente de Semes Euskadi ha comentado que "un servicio de urgencias depende mucho del resto de servicios, y para ser bueno precisa que toda la sanidad sea correcta, porque si su entorno no funciona, el servicio de urgencias difícilmente lo hará".
Busca Ostolaza también ha comentado que "es fundamental que esté bien organizado y con un personal altamente cualificado y motivado, ya que actualmente cada profesional tiene una preparación distinta. Eso obliga a su continua formación en nuevas áreas".
Urgencias en el mundo
La principal característica de los servicios de emergencias de ciudades como Edimburgo, Londres, Toronto o Dublín es la forma de organizarlos, ya que están mediatizados por la especialidad. "Estos lugares, que he conocido personalmente, tienen residentes propios formándose en la especialidad de urgencias, lo que les confiere características peculiares que nos permiten predecir cómo podría ser el desarrollo de nuestra actividad el día que tengamos la especialidad", ha apostillado Óscar Miró y Andreu, médico del servicio de Urgencias del Hospital Clínico de Barcelona.
Otro rasgo clave en estos sistemas, según ha destacado el experto catalán, es que "se percibe que los servicios de urgencias en estos países están a la misma altura que un servicio de cardiología, de cirugía o de anestesia, y esto se explica porque hay especialidad, y toda organización se basa en ello".
También tiene un papel importante la enfermería de emergencias, puesto que visitan pacientes, dan de alta y prescriben medicamentos sin ningún tipo de supervisión por parte del médico. "Esto es una contribución de enfermería a aliviar la carga asistencial de los médicos en esos países", ha señalado el experto.
En esta línea, tanto en Canadá como en Reino Unido la administración marca unos objetivos a los servicios de urgencias en cuanto al tiempo de estancia de los pacientes y al grado de cumplimiento. "De esta manera, si el servicio de emergencias cumple sus objetivos, se premia económicamente al hospital. Eso hace que las direcciones de los centros se impliquen más en el servicio", ha concretado Miró y Andreu.
I+D
La investigación en medicina de urgencias en España ha ido creciendo desde hace más de 30 años. En la década de los 90 aumentó de forma exponencial, y desde entonces el ritmo de crecimiento es de los más elevados, incluso a nivel europeo.En este ámbito, "Andalucía ha aportado gran cantidad de trabajos relevantes. En concreto, en los últimos 5 años analizados, de 2005 a 2009, esta comunidad ha reportado hasta el 20% del material nuevo de conocimiento en esta área", según ha destacado Miró y Andreu.
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