Los CDC advierten que los asesinatos de las bandas están cobrando un alto precio a los hombres jóvenes
La mayoría de estos homicidios fueron con armas de fuego, pero con frecuencia la actividad criminal con drogas no es un factor
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Traducido del inglés: viernes, 27 de enero, 2012
JUEVES, 26 de enero (HealthDay News) -- La víctima típica de un homicidio relacionado con una banda es un hombre minoritario joven asesinado con un arma de fuego, pero la mayoría de esos asesinatos no se relacionan con las drogas, según un nuevo informe del gobierno de EE. UU.Investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. analizaron los datos de 2003 a 2008 de las grandes ciudades de 17 estados. Afirman que cinco ciudades tienen los niveles más elevados de asesinatos de bandas: Los Ángeles; Oklahoma City; Long Beach, California; Oakland, California; y Newark, Nueva Jersey.
En 80 por ciento de los casos, las víctimas eran hombres, y las armas de fuego tuvieron que ver con más del 90 por ciento de los asesinatos (significativamente más que en los homicidios no relacionados con bandas). Los transeúntes fueron las víctimas en menos de seis por ciento de los homicidios relacionados con bandas, según los CDC.
La agencia señaló que el costo en vidas perdidas es significativo. Por ejemplo, en Los Ángeles y Long Beach, los asesinatos de las bandas dieron cuenta de la mayoría de asesinatos entre las personas de 15 a 24 años (61 y 69 por ciento, respectivamente). Las víctimas de los asesinatos relacionados con las bandas son por lo general más jóvenes que las víctimas de asesinatos no relacionados con las bandas, apuntaron los CDC, y el asesinato sigue siendo la segunda principal causa de muerte entre las personas de 15 a 24 años en EE. UU.
"La violencia, que incluye los homicidios de las bandas, es un significativo problema de salud pública", señaló en un comunicado de los CDC Linda Degutis, directora del Centro Nacional de Prevención y Control de las Lesiones de la agencia.
Los jóvenes minoritarios se ven especialmente afectados, añadió la agencia, aunque los patrones difieren según la ubicación. Por ejemplo, los hispanos dieron cuenta de una proporción significativamente más elevada de las víctimas de asesinatos de bandas en Los Ángeles y Oakland. En Oklahoma City, los negros dieron cuenta de una proporción significativamente más alta de víctimas de asesinatos de bandas que de víctimas de asesinatos no relacionados con las bandas.
Un hallazgo sorprendente fue que a pesar de la creencia del público de que los asesinatos de las bandas tienen que ver directamente con las drogas, el informe de los CDC halló que no es así.
En las ciudades cubiertas por el estudio, la proporción de homicidios de bandas relacionados con las drogas y otras actividades criminales varió de cero a 25 por ciento, señaló la agencia. En Los Ángeles y Long Beach, menos del 5 por ciento de todos los asesinatos se asociaron con tráfico o uso de drogas conocidos. En Oakland, 12.5 por ciento de los asesinatos de bandas y 16.5 por ciento de los asesinatos no relacionados con bandas tuvieron que ver con el tráfico o el uso de drogas. En Oklahoma City, 25.4 por ciento de los asesinatos de bandas y 22.8 por ciento de los asesinatos no relacionados con bandas tuvieron que ver con el tráfico o el uso de drogas.
Newark fue la única de cinco ciudades donde hubo una tasa significativamente más alta de asesinatos de bandas (20 por ciento) que de asesinatos no relacionados con bandas (6 por ciento) que tenían que ver con el tráfico o uso de drogas.
En Los Ángeles y Oklahoma City, los tiroteos desde coches dieron cuenta del 24 por ciento de los asesinatos de bandas.
El estudio es el primero en comparar los asesinatos relacionados con bandas con otros tipos de asesinatos usando datos a nivel de ciudad del Sistema Nacional de Reportes de Muertes Violentas de los CDC, señalaron los investigadores. Los hallazgos aparece en la edición del 26 de enero de la revista de los CDC, Morbidity and Mortality Weekly Report.
Entonces, ¿qué se puede hacer? Según Degutis, la educación y los programas de alcance para niños y jóvenes a una edad temprana son la clave.
"Invertir en la prevención temprana rinde dividendos a largo plazo", aseguró. "Ayuda a los jóvenes a aprender a resolver conflictos sin recurrir a la violencia, y les mantiene conectados con sus familias, escuelas y comunidades. También evita que se unan a las bandas en primer lugar".
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
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