Fabra aumenta el peso del sector privado en la sanidad pública
La Generalitat confía en ahorrar 263 millones anuales
“Un nuevo modelo basado en la colaboración público-privada para garantizar la sostenibilidad del sistema”. Así anunció ayer el Gobierno valenciano la implantación de un nuevo sistema que afectará a toda la red sanitaria pública. Esta nueva fórmula concentrará la gestión de todos los servicios no asistenciales, necesarios para prestar la atención sanitaria, en un gestor privado.
El objetivo de esta iniciativa, que se enmarca en las medidas aprobadas por la Generalitat para cumplir con el objetivo de déficit, es recortar el gasto en 443 millones de euros al año. Una cantidad que se logrará, según explicó el vicepresidente del Consell, José Ciscar, por distintos conceptos. 263 millones de ahorro se lograrán mediante una reducción del 10% del coste de la logística y del 15% de otros servicios sanitarios que, supuestamente, se obtendrán con la gestión conjunta y privada de todos los servicios no asistenciales. Otros 180 millones se obtendrán por el uso de las instalaciones que pagarán los adjudicatarios a la Administración.
Antes de terminar el año, la gestión de los 18 departamentos sanitarios saldrá a licitación para quedar en manos de empresas privadas. El plazo de adjudicación será de 10 años prorrogable a otros cinco más.
La Consejería de Sanidad solo mantendrá el control del personal estatutario (desde los médicos a los celadores), las infraestructuras y el equipamiento médico. El gestor privado se encargará de todo lo demás, ya sean servicios ya externalizados (limpieza, cocina, mantenimiento, logística, distribución de medicamentos), los conciertos sanitarios (diagnóstico por resonancia magnética, oxigenoterapia) o la gestión de las prestaciones complementarias en las que el Ministerio de Sanidad tiene previsto introducir el copago (transporte no sanitario o prótesis). Los medicamentos se seguirán comprando a través de la central de compras.
“Con el nuevo modelo, todos los servicios externalizados se agrupan en cada departamento de salud y estarán centralizados en un único gestor, con lo que se generarán importantes economías de escala y ahorro”, explicó el vicepresidente de la Generalitat.
Fuentes de la Consejería de Sanidad indicaron a este diario que la dirección de los departamentos sanitarios estará integrada por un gerente de la empresa adjudicataria y un responsable designado por la Administración sanitaria, de forma que la toma de decisiones será conjunta.
Los titulares de las concesiones cobrarán un canon de la Administración valenciana por la gestión del departamento de salud, según Sanidad. A cambio, asumirán la relación con todos los proveedores de servicios, por lo que la Generalitat dejará de ocuparse de la negociación de los contratos (desde la compra de vendas y jeringuillas, hasta los contratos con las ambulancias de transporte de pacientes) y se centrarán únicamente en supervisar la parcela asistencial. Ciscar puso un ejemplo para explicar esta circunstancia. “Es la Administración quien seguirá tomando las decisiones de, por ejemplo, si se ha de construir un nuevo centro de salud o se ha de adquirir un nuevo equipo de rayos X”, ya que la administración sanitaria “es siempre una potestad de la Administración pública”.
El vicepresidente del Consell quiso lanzar un mensaje de tranquilidad al personal sanitario (tanto los funcionarios con plaza como los interinos). No habrá ningún cambio de estatus, indicó Ciscar. A pesar de los cambios que se introducirán en el modelo sanitario, seguirán dependiendo “orgánica y funcionalmente” de la Agència Valenciana de Salut. Eso sí, el gestor privado “podrá introducir mecanismos de incentivación” a los profesionales “en las formas previstas en la legislación vigente”. El personal laboral pasará a depender del gestor privado.
A partir del mes de noviembre está previsto que salgan a concurso los lotes para gestionar los distintos departamentos en los que se divide el mapa sanitario valenciano.
José Ciscar comentó que se podrán agrupar distintos lotes para contratarlos de forma conjunta y “obtener los beneficios de escala pretendidos” que son, insistió el vicepresidente de la Generalitat “uno de los beneficios más relevantes del nuevo sistema”.
El objetivo de esta iniciativa, que se enmarca en las medidas aprobadas por la Generalitat para cumplir con el objetivo de déficit, es recortar el gasto en 443 millones de euros al año. Una cantidad que se logrará, según explicó el vicepresidente del Consell, José Ciscar, por distintos conceptos. 263 millones de ahorro se lograrán mediante una reducción del 10% del coste de la logística y del 15% de otros servicios sanitarios que, supuestamente, se obtendrán con la gestión conjunta y privada de todos los servicios no asistenciales. Otros 180 millones se obtendrán por el uso de las instalaciones que pagarán los adjudicatarios a la Administración.
Antes de terminar el año, la gestión de los 18 departamentos sanitarios saldrá a licitación para quedar en manos de empresas privadas. El plazo de adjudicación será de 10 años prorrogable a otros cinco más.
La Consejería de Sanidad solo mantendrá el control del personal estatutario (desde los médicos a los celadores), las infraestructuras y el equipamiento médico. El gestor privado se encargará de todo lo demás, ya sean servicios ya externalizados (limpieza, cocina, mantenimiento, logística, distribución de medicamentos), los conciertos sanitarios (diagnóstico por resonancia magnética, oxigenoterapia) o la gestión de las prestaciones complementarias en las que el Ministerio de Sanidad tiene previsto introducir el copago (transporte no sanitario o prótesis). Los medicamentos se seguirán comprando a través de la central de compras.
“Con el nuevo modelo, todos los servicios externalizados se agrupan en cada departamento de salud y estarán centralizados en un único gestor, con lo que se generarán importantes economías de escala y ahorro”, explicó el vicepresidente de la Generalitat.
Fuentes de la Consejería de Sanidad indicaron a este diario que la dirección de los departamentos sanitarios estará integrada por un gerente de la empresa adjudicataria y un responsable designado por la Administración sanitaria, de forma que la toma de decisiones será conjunta.
Los titulares de las concesiones cobrarán un canon de la Administración valenciana por la gestión del departamento de salud, según Sanidad. A cambio, asumirán la relación con todos los proveedores de servicios, por lo que la Generalitat dejará de ocuparse de la negociación de los contratos (desde la compra de vendas y jeringuillas, hasta los contratos con las ambulancias de transporte de pacientes) y se centrarán únicamente en supervisar la parcela asistencial. Ciscar puso un ejemplo para explicar esta circunstancia. “Es la Administración quien seguirá tomando las decisiones de, por ejemplo, si se ha de construir un nuevo centro de salud o se ha de adquirir un nuevo equipo de rayos X”, ya que la administración sanitaria “es siempre una potestad de la Administración pública”.
El vicepresidente del Consell quiso lanzar un mensaje de tranquilidad al personal sanitario (tanto los funcionarios con plaza como los interinos). No habrá ningún cambio de estatus, indicó Ciscar. A pesar de los cambios que se introducirán en el modelo sanitario, seguirán dependiendo “orgánica y funcionalmente” de la Agència Valenciana de Salut. Eso sí, el gestor privado “podrá introducir mecanismos de incentivación” a los profesionales “en las formas previstas en la legislación vigente”. El personal laboral pasará a depender del gestor privado.
A partir del mes de noviembre está previsto que salgan a concurso los lotes para gestionar los distintos departamentos en los que se divide el mapa sanitario valenciano.
José Ciscar comentó que se podrán agrupar distintos lotes para contratarlos de forma conjunta y “obtener los beneficios de escala pretendidos” que son, insistió el vicepresidente de la Generalitat “uno de los beneficios más relevantes del nuevo sistema”.
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