FACME reclama mayor protagonismo de los médicos en decisiones sobre recortes sanitarios
Madrid (27/04/2012) - Redacción
Gestores y políticos sanitarios deberían tener en cuenta las opiniones profesionales para evaluar cómo y de dónde recortar
"Es fundamental que los gestores y políticos sanitarios tengan en cuenta las opiniones profesionales para decidir cómo y de dónde hacer los recortes. Las medidas podrían afectar a la calidad asistencial de los ciudadanos, algo que debemos evitar. Somos los profesionales médicos quienes mejor podemos evaluar cómo evitar ese riesgo", explica el profesor José Manuel Bajo-Arenas, presidente de FACME. "La salud es un valor fundamental, por lo que es importante conocer la dimensión del déficit y saber cómo se va a subsanar. Es prioritaria la mejora del Sistema Nacional de Salud para que la sanidad continúe siendo pública, universal y gratuita".
Entre las medidas de ahorro sanitario planteadas por el Ministerio de Sanidad y recientemente aprobadas por el Consejo de Ministros, se encuentra el polémico copago farmacéutico. "El escenario actual hace necesario un ajuste en el consumo de fármacos según las necesidades de cada paciente, pero lo más importante es que se respete la receta del médico y no se cambien los medicamentos", insiste el doctor. "No podemos sustituir libremente unos fármacos por otros, porque aunque sean de la misma familia terapéutica o estén prescritos para la misma patología, los efectos secundarios pueden variar dependiendo del paciente".
Los problemas de sostenibilidad del sistema sanitario hacen también mella en las sociedades ciientíficas y su forma de trabajar. Para FACME, "los recortes dañan el entramado de investigación en España, debilitado ya de por sí, y lo hacen a corto y largo plazo. Tenemos que potenciar la apuesta global por la investigación como motor para generar conocimiento. La evidencia de nuestra práctica diaria se constata a través de procesos que evidencian la calidad profesional con datos, pudiendo así valorar la eficacia de la aplicación de diferentes intervenciones, independientemente de donde se realicen. La evidencia científica, es decir, la producción de conocimiento científico, es por lo tanto un elemento clave, fundamental, para garantizar una óptima práctica profesional".
Por otro lado, la formación médica continuada debe seguir siendo una de las principales prioridades. Tal y como apunta el presidente de FACME, "en estos momentos, la formación corre peligro, ya que hasta ahora dependía, en gran medida, de la colaboración con la industria farmacéutica. Ahora debemos asumir esa responsabilidad de una forma más directa, recurriendo a nuevas vías de financiación".
En esta misma línea, las medidas de ahorro tampoco deberían afectar a la formación de los nuevos miembros de las Sociedades. Así, Bajo-Arenas ha manifestado la preocupación de la Federación por "la integridad de los procesos formativos de los nuevos especialistas de las diferentes especialidades médicas y quirúrgicas" y, en este sentido afirma que, desde FACME, "apoyamos las inquietudes de los médicos residentes ante la perspectiva del riesgo de deterioro de la formación de especialista, con la incidencia que eso, sin duda, supone para la calidad asistencial de ahora y del futuro".
"A la hora de identificar y promover medidas para garantizar la viabilidad de las propias sociedades científicas en este entorno de crisis, los colectivos profesionales coinciden en destacar la profesionalización de su trabajo e identidad, con el fin de mejorar la gestión de sus recursos y de potenciar una mayor participación financiera de los propios asociados", concluye el presidente de FACME.
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