papel del médico para atletas sin recursos
El médico de familia también puede evitar el dopaje desde AP
La concienciación de los médicos de atención primaria sobre la importancia de prescribir el fármaco adecuado a un deportista es necesaria, ya que podrían dar positivo en las pruebas antidopaje. Esta es la conclusión general de Dopaje y Salud: cuestiones que nos afectan.
Santiago Rego. Santander | 29/05/2012 00:00
Jon Cortaberría, Myriam Pallarés y Pedro Manonelles. (Roberto Ruiz)
El 90 por ciento de los deportistas con ficha federativa de cualquier disciplina o especialidad no tienen en su club o equipo un especialista en medicina del deporte. Son, pues, legión los usuarios que han de acudir a la consulta del médico de atención primaria (AP), que ha de ser consciente de la "enorme responsabilidad" que tiene cuando prescribe, ya que son muchos los medicamentos que arrojan positivo en los controles de laboratorio. Un positivo, además, estigmatiza socialmente al deportista, y acaba muchas veces con su carrera.
Esta es la conclusión general de la mesa Dopaje y salud: cuestiones que nos afectan, celebrada en el XIX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina General y de Familia (Ver Especial SEMG). Allí se ha puesto de manifiesto que la mayor parte de los deportistas acuden a AP, ya que carecen de médicos en sus equipos, lo que eleva el compromiso del médico de AP en esta materia tan ligada a la salud y al fraude en la práctica deportiva.
- Un deportista con licencia debe de tener cuidado al cambiar de medicación, ya que cualquiera puede ser sometido a un test antidopaje
Estrecha colaboración
La lucha contra el dopaje, tanto a nivel nacional como internacional, está en constante evolución y va abriéndose paso como una estrategia multidisciplinar con implicaciones en diferentes ámbitos. De ahí que Manonelles advirtiera a los médicos de familia que, en caso de duda, nada mejor que derivar al deportista a un especialista en Medicina del Deporte, que está obligado no sólo a conocer los reglamentos contra el dopaje, sino también las sustancias y compuestos prohibidos por las federaciones y autoridades deportivas.
En la misma línea ha opinado Myriam Pallarés, jefa de Área de Asistencia Jurídica a Órganos Colegiados en la Subdirección General de Deporte y Salud del Consejo Superior de Deportes."El papel del médico de AP, principalmente con el atleta más humilde y sin especialista, es enorme. Son muchos los que no pueden visitar a un especialista privado y acuden a AP para ser tratados". Por ello, ha pedido la máxima colaboración con estos atletas, que pueden acudir al centro de salud no sólo por un problema ostearticular, sino también para curar un catarro prolongado o una diarrea, por ejemplo. "Con los usuarios con ficha federativa, uno no puede encogerse de hombros diciendo que le va a recetar como si fuera un paciente estándar", ha dicho, y ha coincidido con Manonelles en que "el deportista, mayoritariamente, no se dopa para mejorar su salud, sino para ganar".
Jon Cortaberría, jugador del Baloncesto Fuenlabrada, equipo de la Liga ACB que cuenta con un médico en el club, ha explicado que "es una psicosis la que vivimos, a pesar de la cercanía del médico, que ante un simple catarro nos recuerda que ni siquiera podemos tomar un complejo vitamínico. Un mal consejo de alguien ajeno a la medicina te puede costar dos años de inhabilitación. Somos profesionales y jugamos al límite, pero sabedores de que esta actividad nos pasará factura dentro de no muchos años. Pero doparse es un as en la manga inmoral que nos puede perjudicar aún más la salud".
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