ESTUDIO | Predomina el modelo económico
La fertilidad también se resiente en los países pobres
Matlab y sus hijos.| Mary K. Shenk
- Un estudio atribuye al cambio de modelo económico, la caída global de la natalidad
La creencia generalizada es que las mujeres de los países ricos cada vez tienen menos hijos y las de los países pobres siguen teniendo numerosísima descendencia. Sin embargo, los datos se encargan de desmontar este mito y subrayan que la fertilidad también está descendiendo en países pobres. Esto ha llevado a los especialistas en demografía a especular sobre la causa de esta caída que, lógicamente, causa más estragos según donde se produzca (o donde esté el punto de partida).
Un estudio recién publicado en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS)' analiza qué factor es el más determinante en la caída de la fertilidad de Bangladesh, cuyas mujeres han pasado de tener 6,7 hijos de media en 1966 a 2,6 en 2010. Según los autores del trabajo, las razones económicas son las que más han pesado.
Sin embargo, que nadie se lleve a engaño, esto no quiere decir que la crisis económica o una mayor pobreza supongan un menor número de niños, como se podría deducir a primera vista. Por el contrario, es el cambio de modelo económico de tradicional a capitalista el que influye en que se tengan menos hijos.
Los autores del estudio distan mucho, no obstante, de dar una única explicación a este fenómeno. "Aunque creemos que, en comparación, los modelos que enfatizan la economía y las variables de inversión son los mejores predictores de la fertilidad, nuestros resultados también corroboran investigaciones anteriores que afirman que se necesitan muchas causas para explicar el rápido y reciente descenso de la fertilidad tanto en el Bangladesh moderno como en gran parte de los países en vías de desarrollo", subrayan los investigadores -dirigidos por Nurul Alam, del Centro Internacional para la Investigación de la Enfermedad Diarreica en Daka, Bangladesh-.
Aunque este experto lo achaca más al cambio de valores morales y familiares, coincide con los autores del estudio en la influencia de otros factores. "Uno de los cambios esenciales que llevan a una menor fecundidad es el factor económico, por el progreso a un cierto nivel de confort, alfabetización y urbanización (lo cual es más bien lo contrario de la tesis de que, a más pobreza/crisis, menos hijos)", apunta.
Para Macarrón, las causas principales son achacables a la "vida moderna", lo que también explicaría la relativamente poca influencia de políticas de fomento a la natalidad como las que se llevan a cabo en los países nórdicos, o incluso en Francia, para paliar la caída generalizada en el número de hijos.
Según explican los autores del estudio en 'PNAS', los modelos económicos examinan los costes y beneficios de la inversión en uno mismo y en los niños. Así, el llamado 'modelo Caldwell' sugiere que en las sociedades agrícolas tradicionales los niños ofrecen bienestar a sus padres a través del trabajo, lo que favorece una fertilidad alta, mientras que en las economías modernas, los niños consumen dicho bienestar, lo que implica una menor fertilidad. La 'teoría del capital humano' sugiere que la inversión en los niños ha aumentado en las sociedades modernas, por apostarse ahora más por la educación.
Otros modelos que utiliza la demografía para explicar las variaciones en fertilidad son los de transmisión cultural y los de mortalidad y riesgo, que afirman que, una vez los padres se dan cuenta de que la mayoría de los niños sobreviven a su infancia, dejan de tener tantos hijos como antes, cuando contaban con una elevada mortalidad infantil.
Un estudio recién publicado en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS)' analiza qué factor es el más determinante en la caída de la fertilidad de Bangladesh, cuyas mujeres han pasado de tener 6,7 hijos de media en 1966 a 2,6 en 2010. Según los autores del trabajo, las razones económicas son las que más han pesado.
Sin embargo, que nadie se lleve a engaño, esto no quiere decir que la crisis económica o una mayor pobreza supongan un menor número de niños, como se podría deducir a primera vista. Por el contrario, es el cambio de modelo económico de tradicional a capitalista el que influye en que se tengan menos hijos.
Los autores del estudio distan mucho, no obstante, de dar una única explicación a este fenómeno. "Aunque creemos que, en comparación, los modelos que enfatizan la economía y las variables de inversión son los mejores predictores de la fertilidad, nuestros resultados también corroboran investigaciones anteriores que afirman que se necesitan muchas causas para explicar el rápido y reciente descenso de la fertilidad tanto en el Bangladesh moderno como en gran parte de los países en vías de desarrollo", subrayan los investigadores -dirigidos por Nurul Alam, del Centro Internacional para la Investigación de la Enfermedad Diarreica en Daka, Bangladesh-.
En España
El consultor en demografía y autor del libro 'El suicidio demográfico', Alejandro Macarrón, explica por teléfono a ELMUNDO.es que la crisis económica que afecta en este momento a España no está detrás del descenso de la fertilidad que se vive desde hace décadas en el país. "En España ha habido años muy buenos económicamente en los que la fertilidad apenas ha cambiado".Aunque este experto lo achaca más al cambio de valores morales y familiares, coincide con los autores del estudio en la influencia de otros factores. "Uno de los cambios esenciales que llevan a una menor fecundidad es el factor económico, por el progreso a un cierto nivel de confort, alfabetización y urbanización (lo cual es más bien lo contrario de la tesis de que, a más pobreza/crisis, menos hijos)", apunta.
Para Macarrón, las causas principales son achacables a la "vida moderna", lo que también explicaría la relativamente poca influencia de políticas de fomento a la natalidad como las que se llevan a cabo en los países nórdicos, o incluso en Francia, para paliar la caída generalizada en el número de hijos.
Según explican los autores del estudio en 'PNAS', los modelos económicos examinan los costes y beneficios de la inversión en uno mismo y en los niños. Así, el llamado 'modelo Caldwell' sugiere que en las sociedades agrícolas tradicionales los niños ofrecen bienestar a sus padres a través del trabajo, lo que favorece una fertilidad alta, mientras que en las economías modernas, los niños consumen dicho bienestar, lo que implica una menor fertilidad. La 'teoría del capital humano' sugiere que la inversión en los niños ha aumentado en las sociedades modernas, por apostarse ahora más por la educación.
Otros modelos que utiliza la demografía para explicar las variaciones en fertilidad son los de transmisión cultural y los de mortalidad y riesgo, que afirman que, una vez los padres se dan cuenta de que la mayoría de los niños sobreviven a su infancia, dejan de tener tantos hijos como antes, cuando contaban con una elevada mortalidad infantil.
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